Corazones de Hielo

Negación

En ese momento, Camus se soltó de un manotazo estaba confundido por la repentina confesión, es decir ¿cómo podía ser posible? esperaba que se tratase de algún delirio por parte del escorpiano, en todo caso una broma de mal gusto

-Ya Milo déjate de pavadas que he tenido un día agotador, la broma muy buena pero no da risa

-Lamento decirte que no es broma. Cerró los ojos y suspiró al aire
-Vengo teniendo estos sentimientos desde hace tiempo y creeme no buscaba incomodarte pero prefiero que los sepas, si hay algo que siempre se ha respetado en nuestra amistad es la honestidad

-¿Cómo pretendes que sigamos a partir de ahora?. El acuariano entendió que Milo iba en serio

-Como siempre, no busco que me correspondas con que lo sepas me alcanza

-Milo.. yo

-Claro que si me correspondes mejor

-Eso no va a pasar, todavía me parece absurda toda esta situación, pero no puedo corresponderte lo siento

-Comprendo, no hay problema está todo bien, te diré que esto es real y mis sentimientos han ido creciendo a través del tiempo por tí, si no fuera por Afrodita quizás nunca me hubiese dado cuenta

-¿Cómo demonios hablando con Afro, llegaste a esa conclusión?, no te creo que de una conversación salga ese pensamiento, ¿acaso me tomas por tonto? Por un momento te creí, pero ahora me doy cuenta de lo ingenuo que eres

-¿Qué dices?

-Afrodita te jugó una de sus bromas, el siempre disfruta molestar a quienes ve perturbados, ha pensado que estabas muy preocupado estos días y decidió jugar contigo, y tú caíste en su trampa 

-No es así, de hecho él ha estado mostrándome acciones mías que coinciden con los sentimientos que te confesé, si no lo crees ese ya es tu problema y sabes qué mejor olvida todo esto que dije ¿quieres?

-Hagamos borrón y cuenta nueva 
Se acercó a su amigo y lo abrazó con su hombro derecho y le dijo más tranquilo

-Milo tú no estás enamorado de mí, estás confundiendo el cariño de hermanos con otro sentimiento, si lo piensas bien tranquilo está noche verás que tengo razón

-No lo sé, ahora me encuentro confundido me siento un idiota por haberte dicho eso, mejor me voy

-Milo, quédate tranquilo que está todo bien entre nosotros lo tomaré como una broma

Algo se había quebrado dentro del escorpiano pero no quiso darle importancia, fingiendo una sonrisa se despidió de Camus y se fue a Escorpio. El acuariano se se agarró la cabeza con sus dos manos y soltó un largo suspiro
Se fué a dormir ahí nomás lo necesitaba.

-Papi ¿podría ir hoy a la casa del tío Milo?. Esa mañana estaba lloviendo fuerte y Camí estaba un poco absorto pensando en la conversación de la otra noche

-¡Papi!

-Perdona ¿que decías?

-Quiero ir a pasar el día en lo del tío Milo ¿puedo?
Generalmente la respuesta hubiera sido no, con un día así pero está vez podría ser una buena opción para poder hacer algo que estaba pensando hace unos minutos, por ende terminaron el desayuno y Camus llevo a Nadja a escorpio, la pequeña ni se mojó por la velocidad de la luz que el acuariano utilizó, Milo la recibió con gusto, con Camus se dirigieron unas miradas hasta que este último se regresó a Acuario, de allí se dirigió a Piscis
Encontró al doceavo guardián admirando la lluvia desde la entrada de su templo

-Hola Camus, buen día aunque con esta lluvia no se si es muy bueno pero ¿Cómo estás?

-Bien gracias por preguntar, oye Afrodita ¿Podría conversar contigo unos minutos?. El pisciano estaba sorprendido no sabía de qué querría hablar Camus

-Claro no tengo problema, pero pasa disculpa mi falta de cortesía prepararé té, ven toma asiento

-Gracias

-Ya dime ¿cómo está la risita?. Dijo mientras ponía la pava para calentar el agua y colocaba los dos saquitos de té en cada pocillo

-Está bien, hoy se levantó con ganas de ir a pasar el día en lo de Milo asique la llevé para allá

-Que bueno, ayer me quedé preocupado es genial que esté de ese ánimo

-Sí....

En ese momento Afrodita sirvió el té de rosas, era muy exquisito y difícil de encontrar le entregó una taza a Camus y la otra la dejó en la bandeja de plata fue a la cocina y volvió con unas galletas

-Ya dime Camus ¿de qué querías hablar conmigo?

- No es algo grave, solo quería corroborar algo

-¿De qué se trata?. Bebió un poco de té

-¿Has estado hablando cosas de más con alguién?
Camus lo "atacó” con otra pregunta, el pisciano no entendía nada

-Disculpa amigo ¿Podrías ser más preciso?

-Hablo de Milo sé que has estado llenándole la mente con tonterías

-Creeme que no sé de qué estás hablando

-Afrodita somos grandes, yo sé que has estado diciéndole cosas que han hecho que él las crea. El acuariano hablaba serio y taladraba a Afrodita con su mirada de hielo

-No entiendo. Camus dejó la taza de un golpe en la mesa

-¡Cómo se te ocurre decirle que está enamorado de mí y hacercelo creer!

-Espera ¿que?

-Lo que oíste