Corazones de Hielo

¡Felíz Día del Padre Camus!

Shaka llegó a su templo,  traía su cabello bien peinado y un portaba un atuendo muy elegante

-Vaya, luces muy bien

-Gracias amigo

-¿Crees que así estoy bien para ver a la señorita Atena?. Shaka lo observó

-Estás muy elegante también amigo

-¿Será mucho?

-Al contrario, es perfecto, ahora vamos sino Atena se enojará

-Solo eso me faltaba

El indú sonrió para sus adentros y partieron hacia el templo principal, ambos iban en silencio. El acuariano se preguntaba ¿Dónde estaban los demás?, Se fijó la hora en su célular marcaba las 7 de la tarde, había dormido un buen rato, sin darse cuenta habían llegado, le llamó la atención que no había ningún guardia en la puerta

-Entremos

-Sí

De la nada se prendieron las luces y todos gritaron, ¡Felíz día del padre Camus!,el francés no caía en la realidad, allí estaba toda la orden dorada más las cuatro amazonas que el conocía, su diosa sonriéndole cálidamente, Milo con una sonrisa encantadora observandolo y en sus brazos el pequeño copo de nieve luciendo el bonito vestido que que Kanon y June le habían regalado, ahora entendía todo, tantos secretos, las mentiras de Milo, el desplante de su hija todo planeando para sorprenderlo en su día, el día más especial que puede recibir un padre, se dió la vuelta y miró al rubio este sonrió

-Entiende que tuvimos que hacer todo esto, eres una persona muy perspicaz habrías arruinado tu propia sorpresa

-Jeje, pues me alegra que no haya sido así, ahora la próxima traten de entretenerme de otra forma, Milo no sirve para eso. Todos rieron y Atena tomó la palabra

-Mi querido Camus de Acuario, espero hoy en tu día seas la persona más felíz sobre la faz de la tierra, entre todos nos pusimos de acuerdo para prepararte está pequeñez y que puedas disfrutar al lado de los tuyos y por supuesto de tu pequeño ángel, ¡Felicidades!

-Atena, amigos y pequeño copito no tengo palabras para agradecer todo lo que han hecho por mí, princesa no diga que es una pequeñez porque esto es maravilloso, les agradezco de corazón a todos hoy, ahora en este momento estoy experimentando las emociones mas bellas que puedan existir, muchísimas gracias. Todos sonrieron y se acercaron uno por uno a felicitarlo, tomo a la manzanita en brazos y procedió a empezar la pequeña fiesta, el salón estaba decorado con copos de nieve hechos de papel crepé y globos plateados con estrellas adornaban los pilares del salón, había una pancarta, en azul marino con letras plateadas que decía ¡Felíz día Camus!, Y en el centro en una mesa rectangular había todo tipo de bocadillos junto a jarras, blancas simulando el ánfora del aguador
El acuariano sonrió emocionado todo lo habían hecho por él

-Bueno, bueno yo diría que es hora de empezar la fiesta, ¿no?

-Kanon tiene razón, esto recién empieza y faltan más sorpresas Camus. Afro le guiñó un ojo

El acuariano sonrió, y todos se dispusieron a disfrutar de la fiesta, había buena música, todos hablaban amenamente el agasajado se reía, conversaba con todos, les contaba como se sentía les explicaba las cosas que se aprenden siendo padre, varios prestaban mucha atención puesto que el francés inconscientemente los había incitado a tener su propia familia, entre ellos estaban Kanon, Aioria, Shura y Aioros
Otros se reían y decían que serían padres más adelante por ahora estaban bien, la pequeña manzanita disfrutaba al lado de su padre, estaban en la mesa probando los bocadillos, estaban presente también Kiki, Dimitri, y Ludmi sus mejores amigos, Camus le dijo que vaya a jugar si quería, él estaba muy felíz, ella lo abrazó y le dijo al oído que le tenía una sorpresa que había preparado con ayuda de su tío Afrodita y de la señorita Atena
Todo era perfecto, la deidad observaba a todos con una sonrisa desde la cabecera de la mesa, para ella que sus caballeros fueran felices, era más de lo que podía pedir, observaba al acuariano se lo veía tan felíz, tan lleno de vida solo esperaba que nada irrumpiera esa felicidad, no pensó más en eso y dirigió su mirada a la pequeña Nadja, sin duda una niña maravillosa que había traído esa luz a vida de su caballero, se distrajo por las risas de algunos de ellos y observó a unos sonrojados Kanon y Aioria por las bromas por parte de Milo, Saga y Máscara