Recuerdo que la mañana parecía tranquila. Me encontraba en mi habitación, aunque no recordaba haber dormido ahí. Pero considerando que el descanso no es suficiente en mí, podría caer un meteorito y no lo recordaría. No fui a desayunar. Decidí que era mejor empezar de una vez con mi trabajo. Si no lo hacía probablemente mi cuerpo colapsaría de nuevo. Me dirigí entonces a la sala de cómputo. Vacía. Silencio. La perfección en estado puro. Tras un suspiro me coloqué en mi lugar predilecto. En el centro detrás de una gran mesa repleta de computadoras. Todas encendidas y con sus pantallas llenas de una lluvia de números que daban inicio a todos los sistemas de la central de WCKD. Era momento de poner en marcha la organización para un nuevo día de ensayos, pruebas, y modificaciones para dar inicio a la Fase 1 del proyecto. El día había llegado, o al menos eso parecía. Llevaba tiempo preparándome para eso. Los nervios habían desaparecido. Ya no me asustaba. A decir verdad no sé en qué momento dejé de sentir. Quizás tanto tiempo entre máquinas me volvió una más de ellas. Pero la aprobación de cada trabajo realizado me hacía olvidar que eso fuese importante.
Las cámaras estaban en posición, y yo observaba todo a través de los muchos monitores que me daban imágenes de cada rincón de la central de WCKD. Todos aparecían allí. Cada sujeto y miembro de wicked en sus respectivos trabajos y/o exámenes y pruebas. ¿Pero por qué no se sentía normal? Era un día extraño sin dudas. Mis dedos se movían rápida y ágilmente sobre las teclas que tenía enfrente. Mis ojos se mantenían fijos en una sola pantalla mientras escribía un reporte de todo lo que iba viendo aquella mañana. Siempre lo hacía, y así me aseguraba de enviar a los superiores las notas de cada dia ahorrándoles al menos un poco de trabajo. Por cosas así es que me había ganado la suficiente confianza como para ser la "Asistente" del subdirector. Eso me daba ciertos privilegios por sobre los demás operarios. Pero no los hacía notar. El perfil bajo solía ser una de mis mejores cualidades. Me hacía notar solo cuando era necesario. Y ahora no era momento de eso. Las cámaras seguían grabando. Mis ojos azules estaban fijos en cada imagen mientras que en mi tablet traía conmigo los planos de mi proyecto personal. Un nuevo diseño de Berg.
El reloj en la pared detrás de mí parecía resonar con fuerza por el increíble silencio de aquella sala. Pero luego una especie de alerta comenzó a sonar. Creí que era un mensaje y que mi tablet se había desconfigurado de nuevo, pero un poco más de atención me hizo notar que se trataba de algo externo. Alguien había irrumpido en la central...
La joven se puso de pie viendo como a través de la puerta de entrada a la sala de computación la luz de emergencia iluminaba los pasillos mientras la chicharra de alarma sonaba fervientemente. Con su control de mano selló las puertas y se dispuso a revisar cada centímetro de aquel lugar hasta hallar el punto desde donde habían ingresado. Pensó en enviar un mensaje de alerta al subdirector, pero primero quería asegurarse de que esto realmente estaba pasando y que no era una simple broma de mal gusto por parte de los sujetos. Pero para su desgracia, no fue así.
Notó como un hombre vestido de manera diferente a como ellos habituaban dentro de WCKD, fue quien abrió las puertas cuando parecía no haber nadie cerca y luego varios más ingresaron. Armados algunos y otros simplemente con lo que parecían herramientas comunes pero pesadas. En su interior el pánico quería aflorar, pero no iba a dejarlo. Ada Loveking era conocida y en cierto modo respetada por no dejarse llevar fácilmente. Su trabajo lo era todo para ella. Pero por alguna razón los nervios aún se mantenían firmes.
Ahora que sabía que en verdad gente ajena a la institución había irrumpido en la central tomó su tablet y envió un mensaje rápido a Janson. Le informó de lo que había visto y espero que la red alterna no hubiera sido hackeada, aunque nadie sabía de ella por lo que lo creía imposible. Además, ella misma la había configurado, nadie más podría. ¿O sí? El temor se había esfumado y tras acomodar sus lentes volvió a su lugar verificando en qué lugares estaban ahora los individuos infiltrados. Tenía que hacer algo, pero no podría salir de aquella sala. Debía proteger todo por lo que había trabajado. Debía proteger lo que más quería y eso estaba allí. Lo estaba viendo ahora mismo.
No, no iba a permitir que alguien se interpusiera en el inicio de las pruebas. No ahora que teníamos planeado todo y que sin dudas eso nos llevaría a tan solo un paso más de la Cura. Esa que era tan necesaria. Esa misma que posiblemente le salvaría la vida a muchos. Esa que yo deseaba para salvarlo a él.
ESTÁS LEYENDO
Registro - Ada Loveking.
Hayran KurguAbigail Westemberg es su verdadero nombre. Ada Loveking es el seudónimo que le fue asignado. Al igual que la mayoría de los miembros estaba basado en una figura de la historia universal. El suyo pertenecía a Ada Lovelace. La madre de las programador...