⋆Capítulo 2.

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("El parque vacío.")

[Miércoles/5/90 12:38]

— Jadie, ¿Ya terminaste con eso? —dijo Brendan, asomándose por encima del cubículo.

— Sí, solo tengo que enviarlo. — bostezó por el cansancio.

— ¿No dormiste bien anoche? — cuestionó Julie.

— No, el idiota de Mark me pidió estos resúmenes a último momento y fue lo único que hice durante toda la noche. Y no tuve tiempo de preparar mi almuerzo porque me desperté muy tarde.

— ¿Vas a comprar algo en la cafetería?

— Ni loca. — respondió Jade, levantándose de la silla y juntando sus cosas. — Voy a comprar algo en el supermercado. — miró su reloj, no tenía mucho tiempo.

— Está bien, nos vemos en la máquina de café. Por cierto, vamos al pub este viernes, ¿qué dices? — Brendan preguntó.

— Fantástico, necesito emborracharme.

Jade se encaminó hacia la salida con rapidez, siquiera reparó en saludar a los de seguridad. Pensó que si se apresuraba lo suficiente podría hacer el tiempo perfecto para comprarse un sándwich y comerlo en el parque. Pero al entrar al supermercado, notó la larga cola que había en las cajas; era de esperarse que por el mediodía estuviera así de lleno.

Al pagar y salir de ahí, volvió a ver su reloj, le quedaban al rededor de 30 minutos para comer y escuchar su serenata diaria. Sentía de alguna forma que si no llegaba a tiempo, estaría fallándole al músico callejero, aunque él nisiquiera sabía que estuviera ahí. Pero tal fue su sorpresa cuando llegó al parque para no escuchar su voz al cruzar la calle, ni al sentarse en el banco de siempre.

Comió su almuerzo con cierta preocupación, se preguntó si algo le había ocurrido. De cierta manera, había generado un tipo de aprecio por él; formaba, de alguna u otra manera, parte de su rutina. Intentó calmarse a si misma, tal vez tuvo un asunto que atender o había caído enfermo. Cuando terminó, volvió con el seño fruncido y el estómago revuelto por las ideas y la mala calidad de su almuerzo a su puesto.

[Vie/5/90 23:45]

— Es un chico, no sé su nombre. Un rubio alto, toca siempre en el parque.

— Oh, creo que lo vi algunas veces. Pero no le presté mucha atención. ¿Es tu amigo? — preguntó Julie.

— No lo conoce. — respondió Brendan, burlándose de la situación.

— ¿Nunca le has dejado algo de dinero?

— No, Julie. Solo lo escuchaba mientras comía. Nunca lo vi hablando con nadie en el parque así que creí que sería molesto acercarme a charlar mientras trabajaba.

— Qué trabajo. ¿Qué edad tiene? ¿15 años? — se burló Brendan.

— Se veía joven. — acotó Julie.

Jade tratando de olvidarse de ese tema, y la cuenta de luz que todavía no pagaba se terminó su pinta de un sorbo. Brendan rió, y Julie, que no bebía, la miró preocupada.

— ¿Pedimos otras? — preguntó Jade.

— Tres más para ti, ¿te parece?

— ¿Hay algo más que no nos estás contando? — Julie la miró preocupada.

— Creo que van a cortarme la luz de casa.

— ¡Tienes el dinero para pagar las cuentas! Solo hazlo. — reaccionó Brendan.

THE OFFICE. (Damon Albarn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora