⋆Capítulo 10.

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( "Paraíso húmedo." )

[ lun/7/92 23:45 ]

— Me siento como un niño pequeño. — dijo Damon, sentado en el asiento del copiloto en el auto de Jade.

Esa era la noche que él había esperado hacía mucho. Se sentía positivo, su vida musical por fin parecía estar comenzando; un bar lo había llamado para que se presentase esa noche. Era la primera vez que no debía rogarle al dueño, o pedir ayuda a sus amigos para tocar en algún lugar.

— No voy a dejarte manejar, no tienes permiso. — se reía Jade, él no pudo evitar sonreír con el seño aún fruncido.

Al llegarle la noticia, lo primero que se le ocurrió fue invitar a su querida amiga. Realmente quería impresionarla, y pasar algo de tiempo con ella era un agregado que le llenaba el corazón.

— Pero... no hay policías en la zona, no van a vernos. Están vigilando a los adolescentes en los bares. — argumentó Damon.

— Eres un niño muy caprichoso, Damdam. — se burló ella. — ¿No te educan en la escuela?

— ¡No me llames así! — trataba de hacerse el duro, pero eso realmente lo hizo reír. — Podría prestar atención, pero mi profesora no es muy linda. Si tú fueras ella, te escucharía todo el día.

— Agh, está bien. Tal vez te permita manejar cuando volvamos. Ya basta. — se quebró Jade, nerviosa.

•••

Estando ya en el bar, se mantuvo atento al funcionamiento del mismo. Los músicos se mantenían en sus mesas, y los llamaban unos momentos antes de que cambiaran de banda. Era un ambiente cómodo, pero profesional; al fin y al cabo era un bar importante.

— Ya tranquilizate, lo harás genial. — lo alentó Jade, lo que llamó su atención.

— Es que es importante, ¿sabes? Tal vez haya alguien del medio escuchando, no quiero arruinarlo.

— Te he escuchado ya, varias veces. Siempre me has sorprendido. ¿Por qué lo arruinarías esta vez?

Jade tomó las manos de Damon, que se encontraban nerviosamente jugando la una con la otra sobre la mesa. Eso lo sobresaltó de sobremanera. Su tacto era sorprendentemente cálido, a pesar del frío de la noche. Sintió esos ojos que acariciaban al mirar haciendo contacto con los suyos.

— Tienes razón. Gracias por estar aquí conmigo. — dijo él finalmente.

Entonces, lo llamaron desde la barra. Avisándole que su turno sería pronto. Se despidió de Jade, quien antes de irse lo besó en la mejilla y le deseó suerte. En ese momento, se sentía totalmente seguro. Los nervios parecían haber desparecido completamente; y al cantar, se lo agradeció mirándola con ternura al vociferar cada estrofa. Ella no lo sabría, pero cada una de sus palabras eran dirigidas únicamente a ella.

Su número concluyó con los aplausos de la gente. Jade invadida por la euforia, se levantó comenzando a silbar y aplaudirle; ese gesto alentó a los demás a felicitarlo aún más. Él agradeció felizmente todos los cumplidos que le propiciaban.

Luego de que la tensión de la presentación se fuera, ambos decidieron disfrutar la noche divirtiéndose. Bebían y conversaban alegremente, mientras lo hacían algunas personas paraban para saludarlo y felicitarlo por su presentación. Jade sonreía cada vez que eso ocurría, él se sentía verdaderamente eufórico.

•••

Ambos decidieron irse dada la hora. Jade había prometido a Damon manejar de vuelta a casa, pero eso sería imposible. Él bebió de más, tanto así que mantenerse de pié le era complicado; es por eso que para caminar, se sostenía abrazando con un brazo los hombros de su amiga.

THE OFFICE. (Damon Albarn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora