Capítulo 1 - La inquietud

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Ya casi era verano y Melion estaba inquieto. No sabía explicarlo, simplemente lo sentía. Sentía una inquietud enorme, pero no sabía ni porqué, ni hacia qué, ni para qué. No lo podía entender. Estaba inquieto. Durante esta semana había ido varias veces al inquietólogo. Pero ni una sola vez de las 14 que había ido el inquietólogo había conseguido obtener respuestas. Al principio, el inquietólogo no estaba ni seguro de que Melion sufriera una inquietud, y por eso mismo, durante la semana, Melion también fue varias veces al emocionólogo, que afirmó que sí era una inquietud. Si recuerdo bien, habían sido exactamente 4 veces las que Melion había acudido. Melion estaba cada vez más inquieto. Tenía hasta una nueva inquietud. Pero menos mal que ésta última sí la consiguieron descubrir. Estaba inquieto por si el inquietólogo nunca conseguía resolver su inquietud. Este especialista debería poder resolver esta inquietud fácilmente ya que sabía la causa. Pero al no saber resolver el motivo, era muy difícil solucionar la inquietud. Melion estaba cansado de ir tantas veces al médico esa semana. Había ido un total de 18, contando al inquietólogo y al emocionólogo. Se había saltado 8 días de clase y se había perdido 3 tardes de fines de semana. El profesor de Melion estaba algo enfadado, aunque no podía revelarlo ya que no era la culpa del pobre niño. Pero es que también había que comprender al profesor. Melion se había perdido 8 de 14 días de escuela semanales.

Melion tenia 12 años y estaba aprendiendo cosas súper importantes que al profesor no le gustaría repetir. Este año, todos los de su curso iban a ser asignados a un trabajo. Cada niño tendría 3 opciones de trabajo a elegir. Pero había opciones mejores que otras entre esas tres. Las tres alternativas que tenían los niños, eran elegidas entre los profesores y los padres de cada hijo. Pero dentro de esos tres, era el propio niño que podía elegir el que quisiera, siempre y cuando tuviera los suficientes puntos. Esos puntos eran sacados del examen final que se efectuaría 5 semanas después del verano. Es decir, 100 días después del verano.

Pero deberíamos centrarnos primero en resolver la inquietud de Melion, ya que ningún niño podía pasar el examen final teniendo una inquietud. Melion era bastante listo y quería conseguir al menos dos de sus posibles asignaciones. El examen que haría sera sobre 10 puntos. Y a Melion le gustaría conseguir el trabajo que costaba 6 puntos y el que costaba 1. Ya que dudaba que sacase más de 8. Pero sinceramente, yo creo que si conseguía resolver su inquietud podría sacar un 9. Melion seguía con sus dos inquietudes, hasta tal punto que tuvieron que trasladarle a un hospital. Se encontraba en PIG, que significaba "Pacientes con Inquietudes Graves". Rápidamente llegó un doctor y le dijo que no se preocupara, que no era tan grave como parecía. Le comento que le iba a traer algo para deshacerse de su última inquietud. Dijo que esto le distraería tanto que le haría olvidarse de una de sus inquietudes y que la otra bajase de nivel. El médico le explicó que aquel remedio tardaría 10 horas en llegar, por lo que Melion pasó la noche en el hospital con su madre. Su padre se quedó en casa para no dejar sola a su hermana de tan solo 5 años. Tras una larga noche, el mismo médico del día anterior entró en la habitación con lo que había prometido que eliminaría una de las inquietudes del niño, y efectivamente nada más verlo Melion sabía que funcionaría; lo que le provocó una quietud, que hizo eliminar a la inquietud. El médico había conseguido suprimir una de sus inquietudes. Pero para estar seguros que todo funcionase el niño debería quedarse al menos durante 3 semanas, con lo que le había provocado su quietud. Un gran y magnífico pato. 

Una vida sin destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora