Dulce dominante |Omegaverse| {Gay} #1

19: Dolor compartido

Vi como Cydrill volvió sin una sonrisa y sin Haize.

Y pasó, se fue.

Me usó y se fue.

Lo único que pude hacer en ese momento fue anunciar mi retirada de la cena, para luego llamar a Sam para que me llevara al hotel.

Su respuesta fue tardía, pero después de una hora esperando afuera de la residencia, vi como llegó Sam sin mirarme, sin bajarse del auto para abrir mi puerta, como era costumbre. Pero qué más da, me subí, me llevó al hotel. 

Y esperando a que Haize estuviera aún ahí, me sentí más solo que nunca, al ver como la ropa estaba perfectamente doblaba sobre la cama, la ropa que yo le compré. Sus maletas no estaban, sus zapatillas roñosas no estaban tampoco.

Definitivamente se fue. Me dejó acá, después de haberme unido a él, después de pedirle que se quedara.

¿Acaso ese "Te quiero"  fue mentira? ¿Quería hacerme sufrir más?

Sin saber que hacer, miré mis correos, viendo qué tenía que hacer esos próximos días. Todo eran presentaciones de arte en donde nadie notaría mucho mi ausencia.

No sé muy bien qué haría ahora, estando solo.

Volver a mi rutina de estar solo, de intentar llenar mi vacío con dinero y cosas banales.

Rogarle que se quedara.

¿En qué estaba pensando?

—Siempre tan patético, Leston—dije a mí mismo.

Vi la hora, ya eran las dos de la mañana, yo estaba casi muerto por dentro.

¿Por qué no estarlo más?

Llamé a mi aerolínea, programé un vuelo a Amsterdam dentro de una hora. Ellos sin decirme nada solo me confirmaron, por lo que tomé todas mis cosas y llamé a Cydrill para que me acompañara, ya que no quería estar solo.

Fui a la habitación de Sam para dejarle una nota debajo de la puerta, donde le dejaba dos semanas libre con paga.

Y  me fui con Cydrill.

—Estás callado, normalmente no eres así conmigo.

—Solo conduce, ¿quieres?

Él no me volvió a hablar hasta que abordamos el avión. Un avión privado cabe aclarar, que al subir, seguí las órdenes para despegar rápido. En el momento de poder levantarme, fui directo a la zona de bebidas, donde pedí vodka puro mientras veía el chat de Haize.

Cydrill me veía desde su asiento desaprobando mis intenciones.

Así que mientras nos mirábamos fijamente, dejé el celular en el interior de mi chaqueta, pero tomando con la otra mano el vaso que tenía lleno de vodka, bebiendo de un solo trago, hice una mueca exagerada, pero es que no estoy acostumbrado a beber tan de golpe.

—¿Me traes contigo solo para cargarte borracho?—preguntó mientras negaba de brazos cruzados.

Sonreí mientras pedía otro vaso.

—No espero menos de ti.

Él se acomodó en su asiento mientras veía televisión, yo por mi parte, observaba las ventanillas, dejaba la sonrisa de lado y volvía a tomar de un solo trago mi vaso.

—Dame ron.

Un vaso mediano fue llenado al instante.

Supongo que esto haría hasta volver a casa. Beber, viajar y llorar.