22: Despedida

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Desperté nuevamente con Esmeralda durmiendo a mi lado y tomando mi mano.

Sonreí.

Me alegra mucho el haber hecho las pases con la pelona de mi prima.

Pero dejé de sonreír al recordar el mensaje de ayer en la noche. Estaba ansioso y nervioso, no quería tomar el celular por temor a no encontrar ningún mensaje, al darme cuenta que fue un sueño.

Estuve evitando el celular todo el día, mientras estaba comiendo con Cydrill, él me miraba extrañado.

—¿Estás bien?

—¿Por qué preguntas?—contesté con otra pregunta mientras evitaba mirarlo.

—No has estado mirando el celular como un desquiciado, ¿dónde está?

Me quedé observando la ventana mordiendo mi labio.

—No sé—respondí sin más.

Él parecía poco satisfecho con mi respuesta. Yo trataba de ignorar el hecho de que me moría por dentro el querer ver si había alguna notificación de Haize.

—¿Hiciste algo?—preguntó con los ojos entrecerrados.

Yo tomé una cucharada de sopa para sorberla, ignorando su pregunta.

—Leston, no sorbas la sopa—me regañó.

Hice más ruido al sorber la sopa, mirándolo de reojo.

Él rodeó los ojos para luego ignorarme. Al menos hice que dejara de preguntar.

En lo que yo estaba terminando de comer, Esmeralda recibe una llamada y se levanta para contestar.

—¿Siempre pasa eso?—pregunté a sus amigos.

—Es una alfa muy solicitada, ¿no es verdad, Cydrill?—dijo Richie codeando a Cydrill, sugerente.

—No sé de qué hablan—se hizo el tonto bebiendo agua.

Los chicos rieron mientras miraba negando con la cabeza, divertido.

Hasta que volvió Esmeralda con la cara un poco seria, pero triste.

—¿Qué sucede?

—Era Haize—me miró directamente—, quiere que nos vio por fotos en internet, sabe que estás conmigo, dijo que veas tus mensajes—me sonrojé mucho, pero había algo más, no por eso estaba así.

—¿Y  por qué estás así?—preguntó Wally, la chica con su cabello verde recogido.

—Quiere que vaya a cantar una canción, en honor a su madre—mis ojos se fueron agrandando de poco a poco—, ella falleció, quiere que vayamos al funeral.

Sentí el corazón estrujarse dentro de mí.

—¿Qué?—dije casi inaudible.

Ahora entiendo el porqué el dolor en el pecho, ahora entiendo su apuro, entiendo todo y eso me hace sentirme horrible.

Haize estaba sufriendo y yo cargando las pelotas como siempre.

Me levanté y fui por mi celular, para ver directamente los mensajes.

"Soy real y espero que tú igual."

Así que hice lo que prometí. 

Junto con todos, tomé un avión para ir  a verle, para darle todo lo que se merece, porque fui ciego desde el primer momento, y lamento no poder haberme dado cuenta antes.



Había mucha gente en el funeral.

Dulce dominante |Omegaverse| {Gay} #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora