-Espejito, espejo de la pared, responde ¿Quién es el más bello e inteligente? –Preguntaba un joven mientras cepillaba sus castaños cabellos con un cepillo de plata.
-Por supuesto que no es otro más que usted Joven Kudo -Respondió una gruesa voz proveniente del espejo, provocando una sonrisa llena de soberbia por parte del joven.
-Responde querido espejo, ¿Qué hombre es capaz de resistirse a mis encantos? –Preguntaba el jovende nueva cuenta.
-Ningún hombre es capaz de huir a sus encantos Shinichi-sama... –El joven brujo río con soberbia–Al menos así debería ser, pero existe alguien... -La sonrisa de Shinichi enseguida se esfumó y sus brillantes ojos azules resplandecieron con ira. Lanzó su cepillo de plata contra el espejo haciéndolo añicos.
-¿¡Quién, dime quien es capaz de resistirse a mí!? –Exigió sujetando los bordes del espejo, mirando su reflejo fragmentado.
-Mire –El reflejo de Shinichi se tornó borroso hasta que dio paso a otra imagen completamente diferente.
-¿¡Kaito Kid!? –Exclamó con asombro. -¡Eso es imposible! –Con rabia admiraba la imagen del joven ladrón de blanco. Sus facciones eran preciosas a su vista, sus cabellos negros, sus profundos ojos y su elegante postura. –Definitivamente será mío, solo mío. –Sentenció relamiéndose los labios y sonriendo con excitación, ese sujeto era completamente su tipo.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Kaito se encontraba con su amiga de la infancia frente a los casilleros, esta le preguntaba sobre sus dulces favoritos "sin razón aparente", pero este se ofendió al recordar un dolor de muelas y que esta se había burlado de él sin compasión alguna, Aoko se justificó diciendo que era 14 de febrero por lo que le ofreció chocolate, al menos eso intentó puesto que cuando abrió los ojos y miró a donde se supone debería estar Kaito, no estaba otra más que Keiko, Kaito se había escabullido del lugar. Por ello, ambas se dirigieron hacia el salón de clases, donde se escuchaba un alboroto.
-Qué lindo es el día de san Valentín, lástima que todos los chicos solo tienen ojos para esa persona. –Inició Keiko con pesar
-¿Esa persona? –Preguntó Aoko con curiosidad.
-¡Sí! Me refiero al estudiante recién trasferido, ni siquiera es una chica, pero está acaparando la atención de todos y todas. Se llama KudoShinichi –Al abrir la puerta el bullicio se hizo más notorio.
-¿¡Qué está pasando!? –Exclamó Aoko sorprendida. Exclamaciones como "Kudo-sama, deme chocolate" o "Por favor Kudo-kun, acepte este chocolate" se escuchaban por parte los chicos y chicas del salón.
Un atractivo joven de facciones finas, ojos como zafiros, cabello color castaño oscuro y figura fina, se encontraba sentado sobre un pupitre, sonriendo con inocencia y amabilidad.
-Vamos, vamos, no hay que empujarse, tengo para todos y con gusto aceptaré lo que me ofrecen. –Incluso se voz estaba plagada de amabilidad y formalidad.
-Pero es realmente lindo –Pensó Aoko sonrojada.
-Cada hombre o mujer están en la palma de mi mano –Pensó Shinichi por su parte. –Kaito Kid, tú serás mío también. –Mientras pensaba en ello, el susodicho entró muy feliz al salón con las manos repletas de chocolates de todos tipos, tamaños y colores.

ESTÁS LEYENDO
"Fragmentos"
FanfictiePequeñas historias, pequeños fragmentos que unen a un pequeño detective y un travieso ladrón en distintas situaciones. Pequeña colección de One-Shots. Se aceptan pedidos para capítulos, algunos estarán conectados otros no.