"Joya"

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Aquel día en particular había recibido una extraña advertencia por parte de Akako sobre la joya que planeaba robar ese día, fingiendo demencia, ignoró por completo sus extrañas palabras: "A la luz de la luna, la luz y la oscuridad se dividirán, dos individuos resultaran y el destino al pecador encarará".

Kaito simplemente se mofó y llevo a cabo su plan. Tras burlarse de la policía como de costumbre, llego a la terraza del edificio a donde se llevó a cabo la exposición de su objetivo. Estaba por sacar la joya y analizarla bajo el brillo de la luna, pero unos familiares pasos atrajeron su atención.

-Ohhh~ gran detective, algo me decía que el inspector estaba demasiado agudo el día de hoy, siendo que se trataba de ti. -Fue el saludo del mago.

-Buenas noches para ti también, Kid, ¿Listo para ir a prisión? -Kaito rió suavemente.

-No esta noche, mi querido detective. -Ignorando la presencia del detective de ojos azules, sacó la joya la coloco en lo alto, contra el brillo de la luna, decepcionado, notó que no se trataba de Pandora. Estaba por guardarla, cuando una repentina luz lo cegó, por reflejo, soltó la joya, la cual rodó hasta chocar con los pies de Shinichi.

-¡Kaito Kid! -Gritó al creer que se trataba de una bomba de luz para escapar. Grande fue su sorpresa al notar que Kid seguía ahí, pero no estaba solo, junto a él, un joven de cabellos alborotados, muy parecido a él, miraba confundido a su entorno, este portaba un uniforme escolar de preparatoria. -¿Eh? -Shinichi algo confundido miraba a aquel par, es decir, ¿En que momento había llegado el otro joven? ¿Era algún cómplice del mago?

-¿D-Donde estoy? -Preguntó el de uniforme. -¿¡Eh!? ¡Kaito Kid! ¿Pero como si yo...?

-¿¡Qué rayos pasó!? -Gritó hora el de blanco. -¿Shinichi eres tu? -Cuestionó creyendo que se trataba de una broma del detective.

-No, yo soy Kuroba Kaito -Respondió con timidez. Era extraño como el de uniforme parecía ser tímido y asustadizo, mientras que el mago de blanco lucia intimidante y hasta agresivo.

-¡Eso no es posible! -Shinichi carraspeo atrayendo la atención de ambos, se había cansado de ver como el par discutía ignorando su presencia. Y sacando su reloj, apuntó a ambos.

-Bien, el que hayas traído a un cómplice no te servirá de mucho, Kaito Kid.

-¿Gran detective? ¿Eres tu?-Preguntó ignorando completamente su advertencia. - Entonces. -El mago de blanco tomo al de uniforme por el cuello de su camisa y lo levantó ligeramente. -¿Quién eres tú? -Exigió saber.

-Y-Ya te lo dije, s-soy Kuroba Kaito... -El mago frunció el ceño molesto.

-Imposible. -Mascullo. El sonido de helicópteros y los gritos de Nakamori comenzaban a escucharse cada vez más cerca y Kid chasqueo la legua molesto. -Ya viene ese pesado.

-L-La única responsable que se me ocurre es A-Akako, ¿Recuerdas su extraña advertencia? -Kid abrió los ojos sorprendido, nadie más había escuchado su conversación.

-No sé cómo sabes de ello. Pero por el momento, vendrás conmigo, ¿Ok? -Kaito asintió asustado. -Gran detective, has escuchado demasiado, vendrás con nosotros tu también.

-¿Ha? ¿Y cómo pretendes hacerme ir contigo? -Retó y Kid sonrió sádicamente.

-Bien, tu lo has pedido. -Kid se acercó con una sonrisa ladina al detective, de algún modo, un escalofrío recorrió su espalda, sintiéndose como un conejo a pinto de ser devorado por un lobo. De entre sus ropas, Kaito sacó un pequeño dardo anesteciante y golpeo perfectamente al detective, quien casi de inmediato quedó inconsciente. -Dulces sueños, gran detective. -Fue lo último que escuchó antes de caer profundamente dormido.

"Fragmentos"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora