PREFACIO

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- ¡Papá!- Exclamé con todas las fuerzas que tenía mientras era arrastrada al patio trasero de casa mientras uno de los tantos hombres con armas apuntaba a mi papá para que caminara detrás de mi y de este extraño tipo.

Me llevaba halada del cabello y con suerte podía ver mucho ya que era casi media noche. Estaba asustada, mi hermano y mi madre se quedaron dentro con otros hombres más, mi padré me miraba con temor y eso solo aumentaba el pánico en mi.

El hombre que me tomaba del cabello me soltó con brusquedad sobre el césped del jardín y miró a mi padre con una enorme y horrorosa sonrisa.

- Muy linda tu hija pequeña.- Comenzó a caminar hacia papá, quién había sido obligado a arrodillarse en el piso.- Debe tener ¿Cuántos? ¿Doce añitos?- Lanzó una pequeña carcajada ante su propia broma.

- Por favor, Fox.- Comenzó a suplicar mi padre mientras mi cabeza comenzaba a doler, su agarre en mi cabello excedía cualquier fuerza jamás sentida por mi cuerpo.- Dame más tiempo para pagarte.

- ¡No me gusta que me mientan, alemán!- Exclamó acercándose a él y golpeando a mi padre; cubrí mi boca para no gritar.- Me has hecho esperar demasiado.- Le dijo algo a uno de sus hombres al oído y este se marchó, él comenzó a caminar hacia mi mientras yo me arrastraba para escapar de él.

- Lass mich dich nicht noch einmal berühren! [¡No dejes que vuelva a tocarte!] - Exclamó mi padre en mi dirección y asentí tratando de ponerme de pie.

Cuando iba a comenzar a correr sus dedos volvieron a enredarse entre mis cabellos y tiró de mi con excedente fuerza, haciendome caer a tus pies.

- Papa, rette mich! [¡Papá, sálvame!] - Grité mientras sollozaba, su mano me hacía daño y todo en mi comenzaba a doler; ciertamente estaba muy asustada.

- ¡Nadie vuelve a hablar alemán mientras yo esté aquí!- Despotricó mientras meneaba mi cabeza como si fuera indoloro, provocando que de mí, saliera otro sollozo.- Por no haber pagado, recibirás tu merecido.- Dijo con felicidad al ver que aquel hombre corría en su dirección con un enorme hacha de leñador.- Y luego, morirán tú y toda tu insignificante familia de malditos migrantes.- Su macabra risa retumbó en mis oídos, la risa que dañaría todas mis noches por el resto de tu vida.- Dime nena ¿Qué pierna es la que más usas?

No contesté, solo lo miré asustada mientras me tomaba la pierna izquierda y se arrodillaba ante mi, a la altura de mi abdomen. En este punto ya estaba completamente acostada en e piso, las fuerzas se me iban.

- ¡No, por favor! ¡Amelié!- Exclamó mi padre entre sollozos.

- Te hice una pregunta.- Dijo, acercando aquella arma filosa hasta mi cara.- ¿Quieres que te enseñe a hablar inglés?- Comenzó a cortar la piel de mi rostro, desde un costado derecho de mi frente, atravesando mi parpado y culminando en mi pómulo. Lento y tortuoso pasó su arma blanca sobre mi cara, haciéndome gritar y retorcer del dolor que provocaba, no podía ver, me ardía, la sangre comenzaba a entrar dentro de mi ojo derecho.

- Mein Himmel .[Mi cielo]- Sollozó mi padre tratando de moverse y recibiendo un golpe y una risa por parte de los tres hombres detrás de él.

Un disparo se escuchó dentro de la casa y temí por la vida de mi hermano mayor y de mi amada madre, estaba asustada, quería dormir ya y que fuera un estúpida pesadilla.

- Como no me contestaste, maldita analfabeta.- Dijo apartándose de mi rostro y acercándose a mi pierna izquierda.- Cortaré la izquierda.- No podía abrir mi ojo derecho mi colía todo mi rostro.- Cortaremos entonces la izquierda.

Quedé inmóvil. Él me cortaría.

- ¡Por favor, Fox, no lo hagas!- Siguió exclamando mi padre.

No pude escuchar lo que suplicaba después porque el hombre azotó su arma blanca contra mi extremidad, haciendo que un grito inevitable salga cruelmente de mi garganta, lastimando todo a su paso.

La tortura continuó, su hacha continuó con su trabajo en mi pierna hasta que la arrancó de mi, cubriendo completamente todo de sangre.

Sirenas policiacas comenzaron a escucharse y todo comenzaba a ser oscuro, incoloro.

No pude más y mi ojo bueno se cerró; el dolor fue desapareciendo a medida que iba cayendo en brazos de un sueño inevitable.

IG: @ estrella.en_soledad

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