CAPÍTULO 6

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Yacía sentada en una silla de la estación de autobuses esperando a que fuera hora de partir, mi autobús salía en unos minutos y yo moría por poder descansar un rato.

La enorme pantalla frente a las sillas de espera mostraron el número de mi autobús así que tomé todas mis cosas y me dispuse a caminar para arribar.

- ¡Hermanita!- Me giré sorprendida por semejante grito encontrando a mi hermano correr en mi dirección como si fuera a salvarme la vida. Lo miré con el ceño fruncido hasta que llegó a donde estaba y me abrazó tan fuerte que casi me asfixia.

- Was ist? [¿Qué pasa?]- Pregunté incrédula separándome de su cuerpo, todas las personas nos miraban con atención.

- ¡No puedes irte!- Exclamó para caer de rodillas y aferrarse a mis piernas.- ¡No me dejes, te lo pido!

- Deja de gritar ¿Qué haces?- Pregunté en inglés al ver como Donovan llegaba a la escena con una sonrisa que intentaba reprimir.

- Dijiste que no querías una escena, schwester. [Hermana]- Giré los ojos, todos nos miraban con atención y yo me encontraba sumamente incómoda.

- ¡Déjala ir, Wen!- Exclamó Donovan siguiéndole el juego mientras yo lo asesinaba con la mirada.- ¡Déjala volar!

Mi hermano me soltó lentamente de su agarre a mis piernas mientras fingía sonoros sollozos y Donovan lo acurrucaba entre sus brazos, giré los ojos y sin más me di la vuelta y caminé lo más tranquilamente posible para que nadie notará que fui yo la de aquella estúpida escena.

Es tan dramático, quisiera poder golpearlo.

Se escuchaban sus gritos suplicando mi regreso pero yo no me detuve, ya estaba muy avergonzada. Me subí al autobús y tomé asiento en mi lugar correspondiente, mientras las personas que iban entrando me miraban perplejas.

Me coloqué la capucha de mi sudadera y me recosté contra el vidrio para caer dormida casi de inmediato. Será un viaje de 16 horas.

~*~*~

Metí la llave en la cerradura mientras suspiraba con cansancio, estaba muriendo de hambre y me dolía la espalda. Ingresé a la casa y tras encender la luz de la sala de estar la examiné un poco.

Es una casa, mejor dicho cabaña, que se encuentra a los pies de la playa, en la sala de estar hay un sofá para cuatro personas que está completamente lleno de polvo y una mesa de noche con dos pequeñas figuras de novios de esos que colocan en la cima de los pasteles de boda antiguos.

En la sala de estar no había nada más, dejé las llaves en la pequeña mesita de los novios e ingresé a la cocina, la cual estaba conectada directamente con el living, no era muy grande ni muy moderna, de hecho era muy hogareña, la cocina estaba pegada a la pared que daba con el jardín trasero y habían alacenas a lo largo de todo el espacio, en el centro del lugar había una polvorienta y pequeña mesa circular con sus cuatro sillas correspondientes, justo sobre la cocina había una ventana y a su lado una puerta, la cual supongo que es para salir al patio trasero. Al salir de la cocina y regresar al living encuentras un pasillo a tu izquierda con cuatro habitaciones, cada una con un baño, la principal era la última de la hilera derecha, la cual contaba con vista al hermosa patio del patio trasero.

En todas las habitaciones menos en la principal habían camas individuales, mientras que en la susodicha había una cama matrimonial y es un poco más espaciosa, pero todas comparten el mismo color, un pequeño guardarropa, una mesa de noche junto a la cama y piso alfombrado.

En el patio trasero había un hermoso y gran árbol frondoso que proporcionaba sombra a casi todo el espacio y era perfecto para treparse a buscar tranquilidad.

Mi recorrido terminó cuando salí por la puerta y observé el pórtico. No era muy grande pero pude notar que justo en la esquina del pórtico había una linda mecedora, al recostarme noté que dejaba una linda vista al cielo y al mar.

El lugar en sí era lindo y hogareño, lleno de paz y como soy solo yo no es muy grande lo cual me tranquiliza. Lo malo es que está llena de polvo, se nota que hace mucho que nadie habitaba en ella, así que tomando en cuenta que son las 16 horas debería por lo menos limpiar la cocina y los utensilios de esta.

Suspiré con cansancio y me levanté para ingresar a la casa y poner manos a la obra.

~*~*~

Acabo de terminar de lavar la última olla, desempolvé las alacenas y gavetas de la cocina, levante el polvo de la mesa, barrí el piso y limpié la cocina, prácticamente estaba impecable ahora, tardé dos horas así que ya son las 18:10, por lo tanto pedí una pizza de un folleto que tomé en la estación de buses cuando llegué aquí.

Mi hermano llamó y luego de una larga discusión sobre si lo visitaría mañana o no, lo dejé porque aún tenía cosas que hacer.

¡Acabo de llegar hoy! Por el amor de Dios, no voy a visitarlo mañana.

La pizza llegó y tras recibirla y pagar con una sonrisa nerviosa me senté en la pequeña mesa de la cocina con la caja.

Suspiré y comí mi pizza con doble queso con tranquilidad, al terminar me tomé mi pastilla y me dirigí a la habitación principal.

Debía tener todo organizado porque mañana no tendría mucho tiempo de limpiar todo, así que iría parte por parte, habitación por habitación hasta tener la casa limpia.

Tomé los dos bolsos grandes donde guardaba ropa y zapatos, y la mochila donde tenía artículos de uso personal.

Entré a la habitación y comencé a sacudir y limpiar todo con paciencia, será una larga noche.

~*~*~

Tomé camino hacia la carretera para llamar un taxi y llegar pronto al conservatorio donde comenzaría a trabajar.

Ayer me quedé despierta hasta las once limpiando la habitación donde dormiría y el baño que correspondía, caí rendida a penas termine y con suerte escuché la alarma esta mañana.

Estaba nerviosa, este era un gran proyecto y la verdad espero que todo salga bien y que logré ayudar a solucionar el problema, no quisiera que muriera gente.

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