Capítulo 12: Ayudando.

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- ¿Estás seguro que se cayó del bolsillo de Granger? - Preguntó Pansy sin creerlo. Tomo el pedazo de pergamino con la mano temblorosa mientras lo miraba con terror.

- Sí Pansy, estoy totalmente seguro.

- Pero, ¿qué relación tiene Granger con este idioma?

- Ni idea, pero sabes que cualquier cosa relacionada con esto es muy peligroso.

- Lo sé Draco. – La pelinegra regreso la vista a la hoja, y después volvio a Draco. - ¿Puedes identificar algo de lo que dice?

- Solo pude identificar la palabra alejar, del resto no tengo idea de lo que dice. Para poder descifrarlo necesitaría obtener los libros de la biblioteca de mi familia. -Le dijo el rubio con el entrecejo fruncido.

- ¿Crees que puedas conseguirlos? - Preguntó Pansy con extrañeza en su mirada mientras seguía con la vista puesta en los símbolos.

- ¿No crees que sería más fácil si le preguntas a ella?

- No Draco, estoy completamente segura que Hermione no escribió esto. Ella es demasiado pulcra al hacer las cosas, así como tú, y esto está escrito de manera descuidada, sin detalle. Ella no es la autora de este escrito, en realidad tengo la sospecha que alguien le envió esto, y sí es así, ella necesitará ayuda. -Pansy voltea hacía el rubio- Draco, por favor, necesito que descifres lo que dice en este papel.

- ¿Pretendes que ayude a Granger? -Preguntó Draco con cara de disgusto.

- Si no lo quieres ver de esa manera, entonces ayúdame a mí a ayudar a Granger. -El rubio se quedó en silencio mientras la veía.

- Primero quiero que te asegures que ella no tiene nada que ver con esto, que ella no es tan idiota como para meterse con este idioma.

- De acuerdo, yo lo confirmare. Pero en cuanto lo haga quiero que consigas todo lo que puedas para averiguar lo que dice esta nota porque no tengo el presentimiento que se trate de algo bueno. – Y seguido de eso los dos caminaron rumbo a su Sala Común.

Por otro lado, cuando Hermione llegó a su cuarto, tomó su ropa de noche y se fue a vestir. Al salir y dejar la ropa sucia sobre el depósito recordó la nota extraña de la tarde. Revisó todos los bolsillos de su pantalón, pero no lo encontró. También revisó en su túnica e igualmente no encontró nada. Se dio por vencida, parecía que lo había perdido, quizás durante la ronda con Draco.

Lamentaba no haber podido investigar sobre esos extraños símbolos, esperaba encontrar el significado de ellos y de paso a la persona que se lo había enviado. No tenía un buen presagio sobre esa nota y, sobre todo, tenía la sensación de que se trataba de algo importante como para poder dejarlo pasar.

Ya era viernes, lo que significaba que al día siguiente era la primera ida a Hogsmeade y muchos alumnos, en especial los de tercer grado, estaban muy emocionados. Además, el pueblo de Hogsmeade se había recuperado muy bien después de la guerra. Negocios como Honeydukes, Las Tres Escobas, la Casa de las Plumas y La tienda de artículos de broma Zonko, fueron remodelados y ampliados. Algunos otros no pudieron recuperarse o siguieron igual, siendo este el caso de La Cabeza de Puerco.

Hermione, Ginny, Harry, Ron y Neville se encontraban en el Gran Comedor desayunando. Los chicos hablaban sobres las cosas que comprarían en Hogsmeade al día siguiente mientras Ginny conversaba con la recién aparecida Luna. Hermione desayunaba en silencio, pensando en la nota de símbolos extraños. Estaba tan ensimismada en sus pensamientos que no había escuchado los insistentes llamados de su cuñada.

- ¡Hermione! – Gritó Harry cerca de su oído.

- Rayos Harry, casi me dejas sorda. ¿Qué ocurre?

Cruel destino...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora