Capítulo 9: Gracias de nuevo,... Hermione.

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Al día siguiente todo fue bastante tranquilo, el profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras les informo que la próxima clase harían unas cuantas prácticas fuera del aula por lo que tenían permitido asistir a la clase sin túnica y con ropa cómoda. Ese día, después de hacer algunos trabajos para las clases de Runas Antiguas y Transformaciones, Hermione se dirigió a la orilla del Lago Negro con una cesta donde llevaba una manta para sentarse en ella y algunos bocadillos que le pidió a los elfos de la cocina.

Cuando llegó al lugar acordado, Ronald ya se encontraba allí. Charlaron durante un buen rato, comieron, disfrutaron del buen clima y de su compañía pues desde que llegaron a Hogwarts no habían pasado mucho tiempo los dos a solas. A Hermione le gustaba pasar las tardes con él, acurrucada en su pecho mientras Ron le hablaba de algo que pudiera hacerla reír.

No regresaron a su Sala Común hasta después del atardecer. Pasaron un rato con los demás leones alrededor de la chimenea hablando de Quidditch, moda, estudios, etc. Después de eso, Hermione y Ron se reunieron con los Slytherins, se juntaron con las parejas correspondientes y cada pareja se fue por su lado, la castaña solo esperaba que no pasara nada entre los dos muchachos. Mientras tanto, Hermione y Pansy caminaban juntas cerca del Gran Comedor cuando vieron a dos chicas de la casa de Hufflepuff charlando por los pasillos.

-¡Hey, ustedes dos! Ya no deberían estar fuera de su sala común a esta hora.- Les gritó Pansy y las chicas voltearon a verlas muy despreocupadas.- Tienen 20 puntos menos cada uno.

-¿Ah si?- Dijo una de las chicas de una forma grosera.- ¿Y supongo que tú serás quien nos quite esos puntos?

-Soy prefecta, puedo quitarles los puntos que se me venga en gana cuando quiera.- Pansy le respondió de una forma severa, no le gustaba el tono que la chica había utilizado con ella. La chica se acerco a ella de forma amenazante.

-Te equivocas, tú para mi no eres más que una estúpida y mugre mortifago que ahora que perdió su bando quiere sentirse grande por utilizar esa insignia en el pecho.- Al final, la empujo del hombro.

Hermione, que no había dicho nada, en cuanto vio el acto de la Hufflepuff con la pelinegra decidió intervenir porque parecía que Parkinson estaba a punto de lanzarle un hechizo a la chica de quien sabe que gravedad. Además, tener un duelo fuera del aula de clases y sin supervisión de un profesor era un rompimiento a las reglas del colegio.

-Basta.- Dijo la castaña mientras se ponía en medio de las dos chicas, quienes se miraban con la intensión de quererse asesinar en el acto.- Están fuera de su Sala Común después de la hora permitida, además has agredido a una prefecto por lo tanto su casa tiene 50 puntos menos.

-¿Hermione Granger?- Miró a la castaña.- Creí que habías luchado en la guerra para terminar con basura como ella pero al parecer eres una traidora.

-Y yo creí que en la guerra se había luchado para terminar con Voldemort y la discriminación entre unos y otros. Pero al parecer con personas como tú nunca se terminara.

-Ella es un mortifago, luchó de parte de Vold... el Señor Tenebroso así que no debería estar aquí.- Después la chica poso su mirada en Pansy de nuevo.- Deberías estar en una celda en Azkaban y a punto de recibir el beso del dementor.- Pansy iba a responder pero Hermione volvió a intervenir.

-¡Ya basta! Si ella es mala tú eres mucho peor pues después de todo lo sufrido y lo perdido por la guerra estás queriendo más. Tú, no ella, es quien debería estar en Azkaban ya que eres justamente igual a todos los que se encuentran allá. Ahora vete, y probablemente mañana recibirás la notificación de un castigo.

La chica de Hufflepuff se fue roja de la ira, acompañada de la otra chica. Las dos prefectas solo las observaron irse, y cuando ya no se vio rastro de ellas Hermione escuchó el sonido de algo golpear el piso detrás de ella. Cuando volteo, vio a Pansy de rodillas en el piso.

-¡Parkinson!- Hermione se arrodillo junto a ella. La pelinegra estaba igual de roja que la chica que se había ido y además se le notaban unas lágrimas intentando caer de sus ojos, entonces Hermione le tendió un pañuelo, el cual la chica acepto.

-Gracias Granger, por... por defenderme aunque no tenías que hacerlo.- Dijo la chica mientras se quitaba las lágrimas con el pañuelo.

-No tienes que agradecer, nunca permitiría que insulten así a alguien.

-Esa chica tiene razón, debería estar en Azkaban al igual que mis padres pues aunque no tenga la marca pertenecí a las filas de seguidores del Señor Tenebroso. No se por qué McGonagall me permitió regresar al colegio.

-Al igual que a Malfoy, Zabini y Nott, tú fuiste declarada inocente. Y si McGonagall los acepto es porque al igual que yo, ella cree en ustedes.

-Gracias de nuevo,... Hermione.- La castaña se sorprendió de que la llamara por su nombre de pila pero también le alegró pues significaba que había obtenido un poco de confianza con la chica. Pansy respiro fuerte, se levanto y comenzó a caminar rápido.- Ahora, sigamos con la ronda que ya nos hemos atrasado bastante.- Hermione también se levantó y camino detrás de la pelinegra con una sonrisa en el rostro.

-Entonces sigamos.

Cruel destino...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora