Capítulo 8: Peleas y reconciliaciones.

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Hermione salió de la enfermería y se dirigió a su Sala Común, estaba feliz porque el chico ya había despertado. A medio camino se encontró con Ronald, que regresaba de entrenar en el campo de Quidditch pues dentro de poco Harry haría las audiciones para el equipo de Gryffindor. Caminaban uno al lado del otro por un pasillo largo iluminado con antorchas, y adornado por enormes cuadros de diferentes personas además de alguna que otra armadura custodiando el lugar.

-¿Y tú donde estabas Hermione? Ya no te vi después del almuerzo.- Le preguntó Ron a ella, después de haberle dicho de donde venía.

-Bueno primero fui a la biblioteca a hacer el trabajo de pociones con Parkinson.

-Es verdad, te toco con la serpiente. ¿No tuviste problemas con ella?- Pregunto el chico mientras acercaba a Hermione a él, abrazándola por los hombros.

-No, de hecho ella y yo hicimos "las pases", por decirlo de alguna forma. En realidad ella fue quien lo propuso.- Respondió la chica, haciendo comillas con los dedos al decir "las pases".

-Ohh...- Expreso el chico con un toque pensativo.

-¿Por qué dices "ohh"?

-Bueno, ¿no te parece extraño? Digo, ella siempre te ha molestado y de repente dice que quiere hacer "las pases".

-Puede que sea extraño pero tal vez ella cambió. De alguna forma, todos cambiamos por la guerra Ron.

-Una serpiente nunca cambia Hermione, quizás esta tramando algo.

-¿Algo como qué?- Pregunto mientras se separaba un poco de él.

-No lo sé, a lo mejor quiere lastimarte.

-No creo que quiera eso.

-No lo sabes Hermione, ellos siempre se han caracterizado por ser astutos a la hora de engañar.- Dijo Ron mientras se paraba en medio del pasillo, haciendo que ella también se detuviera.

-Bueno, ella no parecía como si tramara algo.

-Aún así puede ser una trampa. Creo que mejor te acompañare cada vez que hagas un trabajo con esa chica.

-No es necesario Ron, yo...- Dijo ella mientras ponía sus manos en las mejillas del chico pero él corto lo que iba a decir.

-Claro que es necesario, yo podré vigilarla en todo momento.

-No tienes que vigilarla, ella no esta tramando absolutamente nada y además te aseguro que yo pue...

-¡No lo sabes Hermione!- Algo que en verdad enojaba a Hermione era que le alzaran la voz y eso acababa de hacer Ron. Ella se conocía, por lo que estaba segura que en ese momento su cara estaría roja de puro coraje, y lo que se venía enseguida era un grito así que tomo aire antes de soltar las palabras.

-¡Ni tú Ronald Billius Weasley! ¡Tampoco te atrevas a subestimarme porque sabes perfectamente que soy capaz de protegerme sola!- Grito Hermione, y el chico no hizo nada más que sorprenderse de su novia. Ella respiro unas cuantas veces para tratar de calmarse y después de unos segundos lo consiguió.- Mira, no quiero pelear contigo Ronald así que nos vemos luego.

Hermione dejo a su novio, algo exasperado y sorprendido a la vez, en medio del pasillo mientras ella se iba caminando enojada hacía su Sala Común. Mientras caminaba, pensaba en lo que acababa de pasar: "Ronald a veces es un idiota, yo puedo protegerme sola, ya no soy una niña y participe en la guerra, así que puedo protegerme de una chica como Parkinson en caso de que quisiera hacerme algo pero Ron no entiende eso."

Entró a la Sala Común de Gryffindor después de haberle dicho la contraseña a la Dama Gorda y fue directo a su habitación, quería tomar un buen libro y leer hasta quedarse dormida; odiaba pelearse con Ron pero al parecer era imposible, siempre encontraba algo con lo cual discutir. Antes de poder cerrar la puerta, alguien la detuvo.

Cruel destino...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora