┅ Summertime Sadness ┅ CLOUIS ⟪ ShortFic / AU ⟫

【 ０４ 】 Kiss Me Hot Before You Go

Las tontas risitas se mezclan con los siseos del viento, cuya fuerza al soplar les ondea la ropa y hace que sus cabellos adquieran vida propia, meciéndose en una danza rebelde que luego les costará trabajo peinar. El sol apenas se deja observar, pero su calor tenue muy común en una tarde de verano aún cumple la molesta aunque agradable sensación de acariciarles la piel.

— Basta Louis, mi mamá puede asomarse en cualquier momento. –Protesta ella infantilmente, echando vistazos fugaces a la ventana que daba a la cocina de su casa, al mismo tiempo que intenta apartar a su meloso novio quien no para de enterrar la nariz en su cuello y aspirar el perfume que eligió para ese día.

— Carley me ama. –Se encoge de hombros con simpleza, siente las fosas nasales cosquillearle por la exquisita fragancia de su chica. — ¿Cuál de los dos Channel es?

— El segundo, recuerda que el primero es el que AJ me rompió por celos. –Hace un recorrido mental por la rabieta que su hermano menor le había hecho hace unos meses por cuestiones de atención, y un inconsciente suspiro abandona sus labios al percibir la sonrisa de Louis contra su piel.

— Mi cuñadito sí sabe cómo marcar territorio.

— Ja, ni que lo digas. Estuve a nada de matarlo cuando encontré todo el enchastre que hizo en mi habitación, jamás me dolió tanto la billetera como esa vez.

Louis soltó una risa, subiendo con sus labios a la mejilla de su novia, para luego estrujar ambas con sus palmas y acabar con un tierno besito en la punta de su nariz. — ¿Sabes en qué momento me dolió más la billetera a mí?, cuando fuimos los tres al parque de diversiones, el muchachito iba de aquí para allá con cada juego que veíamos, y más la comida de ahí... uff, pero valió completamente la pena por ver esa emoción en sus ojitos.

Ella dibuja una trompita conmovida, fijando su mirada en la de él. — ¿Más adorable no puedes ser?, me vas a dar diabetes, Sulieman.

Las tonalidades verdosas y anaranjadas de las hojas en los árboles sobre ellos reverberan maravillosamente el ámbar iridiscente de los ojos de la fémina, contrastándolos con el brillo del cielo; un cuadro digno de mirar por horas y horas según Louis, quien se siente el hombre más afortunado en la faz de la tierra por haberle tocado la novia más hermosa y perfecta de todas.

No sólo en lo físico, claro está, pero tampoco negará que Clementine no tiene nada que envidiarle al resto de las chicas, esas con las que tiende a rebajar su autoestima y que con verlas ya pone en peligro la seguridad consigo misma.

Algo innecesario y sin sentido para él, honestamente.

— ¿Sabes qué más tengo adorable? –Le pregunta tras regresar de su mundo color miel, con una sonrisa picaresca asomándose de sus fauces.

Clem niega confundida. — ¿Qué? ¿Tu habilidad para tocar el piano?

— Además, pero yo me refería a... –Ojea la ventana de la cocina para cerciorarse de que nadie pudiera mirarlos, para luego con total atrevimiento, agarrar la mano de su novia y colocarla desvergonzadamente sobre su entrepierna. — A ésta.

— ¡I-idiota! –La apartó al instante, con un furioso rojo escarlata encandilando la sangre de sus mejillas, que se pronunciaba aún más por las carcajadas de Louis ante su propia osadía, ¡Y encima en el porche de su casa! — ¿¡Quieres que mi papá te vea!?

Él intentó encontrar la respiración para responderle. — No es como si no nos hubiese atrapado en una situación 'comprometedora' otras veces, ¿Recuerdas cuando entró de sorpresa a tu cuarto y tú estabas arriba mío a punto de hacerme el delicio-