┅ Summertime Sadness ┅ CLOUIS ⟪ ShortFic / AU ⟫

【 ０５ 】 Us

Siempre hubo un vicio en el que Everett y Sulieman congeniaban de manera excelente; esa parafilia adolescente de fumar. Mientras hablaban, caminaban, en reuniones con sus amigos en común, e incluso lo usaban como 'apaciguador' para sus cuerpos sobre-calentados después de intensas sesiones de sexo.

¿Cómo olvidar a aquellos curiosos catorceañeros que probaron su primer cigarro en lo alto del puente de madera, en el parque infantil? "El terreno de los adultos", es como le llamaban, y era emocionante cuando adquirían la valentía necesaria para atreverse a explorar todos sus rubros. Alcohol, drogas, todo lo ilícito que una persona de mente cuerda se podría imaginar, pero terminaron descubriendo que, y sin ninguna duda; el tabaco era por mucho su favorito.

Relajante, pacífico, peligroso para su salud pero tentador para los inconvenientes de su vida... no demoró nada en volverse una costumbre dentro de su relación.

El escenario de ahora es el idóneo para ambos; acostados en la cama de Louis, cada uno con su cigarrillo en mano, en ropa interior, el aire acondicionado a 19° enfriándoles la piel, y ayudándolos a sobrevivir más cómodamente esa calurosa noche de verano, además de disolver un poco la nube de humo concentrada en la habitación.

Sí, ellos saben que quizás no era lo más sensato, lo más inteligente o apropiado, pero si sus padres no estaban al tanto de lo que hacen... ¿Acaso importaba entonces? 

No hay palabras de por medio, sólo un ameno silencio en el que disfrutan la compañía del otro. Fuman con tranquilidad, ambos indagando en su propia órbita mientras intoxican sus pulmones con la nicotina, aunque de vez en cuando se voltean para enviarse sonrisas esporádicas, además de acariciar mutuamente con sus pulgares el dorso de la mano contraria, las cuales reposan entrelazadas en el centro del edredón junto al cenicero de vidrio.

— ¿A qué hora regresan tus padres? –Clem es la primera en hablar, dándole una calada al cigarro a medio terminar. Trata de centrar su mirada en el oscuro techo de la habitación, pues no quiere que su chico se percate de los nervios ocultos detrás de aquella pregunta.

Louis deshace un momento la unión de sus manos, para tomar su Iphone  y verificar el reloj en la pantalla. — Faltan cuatro horas, aún tenemos tiempo... tranquila. 

Pero como siempre; él lo termina notando. A veces detesta ser tan transparente.

O quizás la conoce lo suficiente.

— De todas formas, si es que llegan a venir antes... sabes que el armario estará encantado de tenerte escondida ahí... otra vez. –Bromear un poco es su intención, pero Clementine sabe perfectamente que la realidad no tiene ni una pizca de gracia, sino todo lo contrario. Siente su pecho oprimirse, traslada sus ámbares a Louis y lo ve con el cigarrillo entre sus labios aspirando con aparente calma, como si lo de recién no fuera más que otro comentario carente de importancia y sentido, lo cual no le gusta para nada, y se lo hace entender con una risa sardónica.

— ¿Tanto me odia tu padre?

— No. –Le responde. — Pero no quiero imaginar su reacción si te ve aquí conmigo... después de todo, eres mi "Distracción".

Las marcas moradas del cinturón en su espalda son uno de los tantos resultados, hay momentos en los que su cuerpo se queda paralizado cuando el agudo dolor renace una vez más en ellos, trayendo fragmentos a su memoria sobre el infierno que tuvo que pasar para tenerlos ahora grabados en su piel.

Y es en esas ocasiones donde el niñito aterrorizado de siete años de alguna forma vuelve a aparecer. Quiere salir corriendo, gritar, llorar, llamar desesperadamente a alguien. Pero Louis se obliga a recordar por la fuerza que el niño en él ya forma parte del pasado; ya está lo suficientemente grande, faltaba un año para cumplir la mayoría de edad, sólo era cuestión de seguir soportando su tormentoso presente y mantener la esperanza de que todo será mejor en el futuro.