Hotter Than You | SeongSang

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Silly Insecurity

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Habían pasado dos días desde que YeoSang y SeongHwa se besaron en la cocina de la casa de YunHo y el pelirrosa no podía dejar de pensar en lo bien que se sintieron sus labios contra los de su hyung, como encajaban uno con el otro perfectamente al igual que encajaban sus manos.

Aún le daba un poco de vergüenza que él haya sido el que dió el primer paso, ya que nunca creyó que tuviera tanta valentía como para darlo, pero se sentía feliz. Por fin había sincerado sus sentimientos y su hyung también, no sabía que pasaría ahora que ambos confesaron lo que sentían, sólo esperaba que pronto SeongHwa le pidiera que fuera su novio o invitarlo a salir.

Esas palabras sonaban muy bonitas en la mente de YeoSang «Ser novio de Park SeongHwa». Mentiría si dijera que no estuvo pensado en eso durante estos dos días que han pasado. Su distracción al pensar en el azabache y cómo sería estar en una relación oficial con él, le causó algunos inconvenientes en el trabajo, pues por andar distraído terminó organizando mal las estanterías y tuvo que reorganizar todo otra vez antes de que su jefe se diera cuenta.

Se sonrojaba al recordar lo torpe que fue en el beso y el tono de sus mejillas aumentaba aún más cuando recordaba lo dulce y comprensivo que SeongHwa fue con él. Incluso, le dijo que había sido el mejor beso de su vida y el menor estaba seguro —como el inexperto que es besando—, que no lo había hecho bien. Pero, Park se encargó de repetirle una y otra vez que ese beso fue el mejor, mientras acariciaba su mejilla y dejaba pequeños picos por todo su rostro, haciéndolo reír.

YeoSang no había visto al azabache desde ayer cuando se fue apresurado de la mesa de la cafetería. Sólo se levantó con rapidez luego de leer un mensaje en su teléfono, le dió un beso y le susurró que le escribiría más tarde para contarle. Más no le escribió, el pelirrosa se quedó esperando ese mensaje de SeongHwa que nunca llegó, hasta le escribió y no recibió nunca una respuesta por parte del mayor.

Respira hondo y pasa una mano peinando se cabellera rosa hacia atrás. Las clases de deportes... Era la clase que menos le gustaba entre todas.

Aunque gracias a ellas se mantenía en “saludable” pues era el único ejercicio que hacía durante la semana, la profesora era una tirana exmilitar. Lo bueno es que esas clases eran las últimas del día, pero eso no evitaba que le causara un poco de inseguridad ya que tenía que dejar al descubierto su marca de nacimiento.

—Ehh... YeoSang —llama una voz femenina a su espalda, así que el pelirrosa detuvo su caminata rápida al baño. Necesitaba cubrir esa marca rojiza de su rostro lo más pronto posible—. Se te cayó esto de tu bolso... —informa la chica cuando el mencionado voltea mirándola con una sonrisa.

YeoSang resultaba tan atractivo para la chica, que ella estaba poniendo de todas sus fuerzas para no salir corriendo, y en el momento en que el pelirrosa asintió estirando sus manos para tomar los apuntes de sus clases, las manos de la chica temblaron.

—Se me debieron haber caído cuando me puse mi bolso. Muchas gracias por darte cuenta y entregármelos —agradeció YeoSang, tomando sus apuntes y guiñándole un ojo a la chica frente a él.

Ese gesto la puso muy nerviosa, nunca antes uno de los chicos más sexys de toda la universidad le había guiñando un ojo. Siquiera alguien le prestaba atención. Lástima que según el rumor que le habían contado sus amigas, YeoSang tenía “algo” con el bellísimo e inalcanzable SeongHwa.