Hotter Than You | SeongSang

13

Innocent Mind

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A pesar de querer seguir besando al pelirrosa en el asiento de su auto nuevo, tuvo que llevarlo a su casa. Y cuando por fin estuvieron al frente de la casa del menor, aunque suene muy egoísta por parte del pelinegro, no deseaba dejarlo ir, quería mantenerse con él cada instante. Sentía que se estaba volviendo adicto a YeoSang y como toda adicción, no quería dejarla.

—No te vayas aún~ —ruega, tomando la mano del menor cuando intentó quitarse el cinturón de seguridad.

—Tengo que irme, hyung. Usted mismo lo dijo, tengo que ir a trabajar y mi mamá debe estar esperándome para almorzar con ella —con una sonrisa apartó la mano de SeongHwa y se quitó el cinturón de seguridad.

—Está bien... —suspira con tristeza.

YeoSang no pudo resistirse ante la triste expresión de su hyung, así que se acercó a él con cuidado y le dió un besito en la mejilla.

—No esté triste ¿si? De todos modos lo veré mañana... Y podemos hablar por teléfono cuando llegue del trabajo —alienta, entrelazando sus dedos.

—No sé qué haces conmigo, me haces sentir tan enamorado que no parece real —murmura para sí mismo pero el pelirrosa pudo escucharlo. Se sonrojó de inmediato.

—Usted causa lo mismo en mí —admitió, ganándose la oscura y dulce mirada del mayor.

No estaba seguro de si debía hacer lo que se pasaba por su mente, pero una vez lo vió en una película cuando WooYoung lo invitó junto con MinGi a ver películas a su casa, y parecía buena idea en su mente inocente.

Con cuidado de no patear nada del interior del auto nuevo de SeongHwa, por accidente. Logró llegar de su asiento, al asiento del conductor, colocando sus rodillas flexionadas a cada lado de los muslos de su hyung, sentándose en el regazo del mayor mientras apoyaba su espalda del volante.

Todo su proceso fue observado con asombro por parte del azabache. No se podía creer que YeoSang tuviera el atrevimiento de hacer eso y quedar de esa forma sentado sobre él. Estaban muy peligrosamente cerca del otro, podía sentir la entrepierna del menor muy cerca de la suya. Sin dudas había cambiado el humor triste de SeongHwa y eso lo hizo sonreír. Dió un pequeño saltito cuando escuchó la bocina del auto.

—Lo siento... —musita avergonzado por haber tocado la bocina por accidente con su espalda, pero al parecer su hyung negó apretando sus labios como si tratara de contenerse de algo.

Pues sí, YeoSang había dado un brinquito encima del regazo del mayor y eso hizo que Park perdiera la cabeza.

—¿Está bien, SeongHwa hyung? —preguntó y el mayor tomó una gran bocada de aire intentado concentrarse.

Quizás había sido una mala idea.

Se removió un poco encima del mayor, incómodo por sus propios jeans ajustados. En serio a veces eran una tortura para el menor y en la posición en que estaba lo eran aún más, extrañaba usar esos pantalones holgados que solía llevar todo el tiempo antes de la apuesta. Debió haberse quedado con su short de deporte, pero le daba vergüenza enseñar sus pálidas piernas. Se removió un poco más por la incomodidad del jean.

—Podrías parar de moverte, me estás volviendo loco —habla con su voz ronca mientras apretaba su mandíbula, respira pesadamente e inmoviliza las caderas del menor con sus manos.

—Ohh... —alcanzó a decir totalmente ruborizado. No sabía que podía causar tanto en su hyung sólo con removerse en su regazo.

SeongHwa trataba de acallar sus pensamientos, pero el pelirrosa frente suyo se lo hacía imposible. Se veía tan bonito y jodidamente sexy encima suyo que le estaba costando un montón contenerse.