사십

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- Amor toma mi mano no hay problema - el menor le sonrió

- Byeongkwan tiene razón SehYoon, venga hermano, no puede ser tan malo...

SehYoon soltó un suspiro y cerrando los ojos tomó las manos de ambos hermanos, apretando su agarre al ver nuevamente al demonio en sus pensamientos. Abrió lentamente sus ojos haciendo que estos se tornasen de un color rojo intenso. Observó a ambos muchachos frente a él, podía notar como cada uno de ellos luchaban contra sus propios miedos, moviéndose y zarandeándose de un lado a otro.

Por un lado podía ver a su novio tratando de quitar cada una de las alimañas que subían por su piel. Y por el otro, estaba su ex mejor amigo. Este trataba de alejar de él, a un horrible demonio el cual trataba de hacerlo abrir los ojos. No era el mismo demonio que Sehyoon miraba en sus pensamientos, este era diferente, mucho más terrorífico.

SehYoon podía sentir a carne propia cada uno de esos miedos, cada fobia, cada temblor y desespero que vivían aquellas personas que lo tocaran. Sólo que a él no le surgía efecto, era como si no le tuviera miedo a nada. Lo cual era sólo una cruel mentira, un engaño, una fantasía. Porque él sabía y estaba seguro de que su mayor miedo era la soledad. Estar solo por lo que le restara de vida, sin amor, sin cariño y sin tener ni a una sola persona que pudiera comprenderlo y amarlo por quién es, y ese siempre sería el mayor miedo de todos.

- SehYoon por favor, necesito que cierres los ojos - el menor salió de su pequeño trance, siguiendo las órdenes del señor Park - Empezaremos muchachos, por favor, no vayan a abrir los ojos hasta que yo se los indique, entendido? - los tres jóvenes asintieron dejándose llevar por las órdenes del mayor

El ritual llevó menos tiempo del que el trío pensaba, unas cuantas palabras en latín, algunas sacudidas y vientos fuertes fueron parte de los minutos que se habían llevado a cabo. Ninguno de los tres muchachos abrieron los ojos durante el ritual, aunque sus miedos intentaban atacarlos mientras se hacían cada vez más fuertes ellos siguieron decididos a continuar, no cometerían ningún error.

- Chicos, pueden abrir los ojos ahora - el trío hizo caso instantáneamente - ahora por favor suéltense las manos - todas las manos fueron soltadas lentamente, soltando un suspiro al hacerlo - Tomen esto - el mayor le entrego a DongHun una pequeña daga 

- Y esto para qué es? - preguntó el castaño sin entender

- Necesito que cada uno de ustedes haga un pequeño corte en sus manos y dejen caer la sangre encima de la piedra

Cada uno siguió las instrucciones dadas sin poner ningún pero, llenando así toda la piedra con sangre.

- Ahora SehYoon, necesito que tomes la piedra con tus manos y digas nuevamente la oración que te causó esto

El mencionado rápidamente negó y se llenó de miedo, no quería recordar nada de eso, y mucho menos pasar nuevamente por ello.

- Vamos hijo, si no lo haces nunca podrás librarte de la maldición. Tus amigos se arriesgaron y vencieron sus miedos por ti, no puedes hacer que no haya valido la pena

SehYoon observó a ambos muchachos frente a él, ambos con una sonrisa plasmada en sus rostros.

- Vamos amor, tú puedes hacerlo...

Al escuchar las palabras de su novio se armó de valor y tomó la piedra con sus manos, observándola unos segundos, para luego cerrar los ojos y mencionar aquellas palabras que se clavaron en su mente y tanto daño le hacían:

Edm alqudrat ealaa allams hu nfs edm alqudrat ealaa alhub. sayastamiru hdha alearafat hataa yantahi alsharr

El Chico de Enfrente - WowKwan (A.C.E)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora