Ya nada es como antes

Solo Causo Problemas

Ya eran como las 11 : 30 de la noche, la camioneta donde volví al santuario solo se podían escuchar pequeños ronquidos de los más jóvenes, todos exhaustos por la diversión que tuvieron incluso Aldebaran luchaba para mantenerse despierto.

Cuando llegaron al santuario y bajaron del auto fueron para despertar a los más jóvenes, pero al escuchar el zumbido de la música y ver las luces de colores que salían de la casa de Libra se detuvieron.

-No llevaré a Athena y Aioros ahí-dijo Saga apuntando a la casa del viejo maestro.

-Podria telenstramportarlos-surgiría Mu.

-Pero si se escucha desde aqui la musica ¿No creen que se escucharan en los demás templos?-dijo Aldebarán.

-Creo que es mejor que dejemos a Athena con sus saintias y Aioros con los de bronce-.

Así despertaron a los menores para que pudieran ir a sus casa, claro que a Saori no quería despertarla así que el tauro la llevó en su espalda, lo mismo hizo Ikki con Shun ya que veía que andaba cabeceando.

-¿No dejaremos a Saori en su templo?-preguntó Hyoga mientras soltaba un bostezo.

-Al parecer están haciendo una fiesta-le contestó el aries.

-¿Porque?-pregunto Shoko.

-Por que se libraron de ustedes-esta vez le contestó Saga.

-Ja, ja, que gracioso-dijo el fénix con sarcasmo.

-Bueno Aldebarán y yo llevaremos a las chicas a su casa, ¿Puedes con ellos?-pregunto el peli-lila.

-Están medio dormidos puedo con ellos-dijo muy seguro.

Así se separaron para dejar a los más jóvenes a dormir, Saga no tardó mucho en llevarlos en la casa donde los menores se hospedaban cuando su diosa se los pedia, asi que cuando entraron a ella cada quien se echó a su cama sin tener ganas de cambiarse de ropa, dormían en literas ya que compartían el mismo cuarto, a excepción de Ikki que el si tenia un cuarto para él solo ya que era el mayor del grupo.

-Aioros puede dormir en mi habitación-dijo el fénix mientras tapaba a su hermano con la cobija.

-No es necesario Ikki puedo dormir con Seiya-.

-Esta bien, hay veces que comparto cama con Shun-.

Al ver que no cambiaria de opinion se fue al cuarto del mayor claro que el géminis lo acompañó para ayudarlo a comodarse.

Al estar ahí hizo lo mismo que sus amigos, solo se echo a la cama.

-¿No quieres cambiarte de ropa? Algo te puede quedar de ellos-preguntó mientras lo tapaba con la cobija.

-No tengo ganas de cambiarme-dedia adormilado mientras cerraba los ojos.

-Como digas-rió un poco por la actitud del menor.

Cuando escucho los pequeños ronquidos de este, le dio un beso en la frente y salió del cuarto, luego reviso el otro cuarto para asegurarse que todo esté bien, al ver que todos se encontraban dormidos salió de la casa.

Suspiro con pesadez mientras veía el cielo estrellado, otra vez había cometido un pecado, sin duda no tenía remedio.

-¿Por que hago todo mal?-murmuró a la nada cansado.

-Si lo dices por estar enamorado, es un pecado que todos cometemos-la voz de Dohko lo sorprendió que dio un pequeño salto.

-¡Maestro!-dijo sorprendido.