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CAPITULO VIII

POV SUNGGYU

Coloque mi mano en dirección de mi corazón, sintiendo como este estaba agitado después de darle aquel recipiente a WooHyun esperando que le gustara, sonreí al ver aquella sonrisa sincera que me había dedicado, las puerta abriéndose para salir e irme a mi escritorio, Yeol ocuparía las hojas y ayer había pasado toda la tarde con WooHyun y Key, que no me había dado tiempo de terminar o regresar a la empresa, sintiendo las miradas acusadoras de las más secretarias, viendo aquella sonrisas burlesca, deje salir un suspiro para tranquilizarme, no quería perder mi empleo y sabía que ellas podrían inventar cualquier cosa y se han metido con su jefe, y no dudo que más de una vez lo ha hecho.

Podría estar observando cómo les sonreía a sus jefes cada vez que ellos salían o llegaba, en ocasiones sintiendo la mirada de uno de ellos en particular, MinHo, era jefe de la señorita Park, más de una vez me había visto de mala gana al ver que atraía la mirada de su jefe.

Como este mismo instante, el joven Choi había salido de su oficina, diciendo que iría que saldría a desayunar que si le hablaban que comentara que estaba en algo importante, la chica le dedico una sonrisa coqueta, cuando sus ojos se posaron en los míos, intente ignorar su mirada, concentrándome en mi trabajo, cuando lo mire enfrente, mirando sonriente.

— Joven Kim — susurro coqueto — ¿me encantaría llevarle a desayunar? — pregunto guiñándome uno de sus grandes ojos, mire de reojo como la señorita Park me miraba molesta—

— Lo siento, pero tengo mucho trabajo — me disculpe para seguir escribiendo —

— Oh, vamos no te quitare mucho tiempo — comento con cierto puchero — por cierto aun sigues luciendo sexy — me guiño de nuevo su ojo—

— Choi, el jefe quiere verlo — se apresuró a decirle su secretaria, rodo los ojos para asentir —

— La siguiente vez no te escaparas —

Acaricio mi mejilla, girándome con su secretaria y tomar la carpeta, le mire encaminarse hasta el elevador y adentrarse, seguí con lo mío cuando mire a alguien enfrente de mí. Deje salir un suspiro al saber quiénes eran, mirando a otra chica jalarme del brazo y colocarme enfrente, recibiendo un fuerte golpe en la mejilla, provocando que mi cabeza se girara.

— Ya vas andar de puta barata — le mire sin comprender, sentí como tomaba mi cabello y levantaba mi rostro — primero el joven Lee y ahora quieres meterte con mi jefe — comento molesta —

— Estas equivocada — dije tratando de zafarme de su agarre —

— Aunque vistas ropa con elegancia, jamás dejaras de ser un muerto de hambre — comento con voz burlona, provocando que me soltara de su agarre y la mirara con molestia —

Sintiendo las inmensa ganas de gritarle, de levantarle la mano, pero mi madre me había enseñado que debía de respetar a las mujeres, de jamás levantarle una mano a ellas, sentí mis ojos arder cuando siguieron insultándome de que aún me metía con Yeol, de lo patético que era mi vida mendigando por un poco de sexo, sabía que debía de mantenerme callado, de no decirle pero ese era mi problema decía mi madre.

— Prefiero ser un muerto de hambre que ser una puta como tú — susurre, mirando a la otra secretaria mirarla confundida —

Cerré mis ojos cuando mire sus ojos molestos, y sentir aquel líquido, recordando aquel día de la escuela cuando uno de mis compañeros me arrojo aquel líquido de desperdicios, provocando que el olor me durara por semanas, sentía que pronto mis ojos comenzarían a llorar, pero no quería hacerlo enfrente de ellas, cuando lo escuche.

WooHyun

Levantando mi rostro cuando mire a la señora Park mirarme molesta, la había despedido, su mano entrelazándose con la mía para llevarme hasta el baño, dejándome guiarme, aun ido por todo lo que había pasado, pensé que los de la ciudad iban hacer diferentes. Pero me había equivocado, sintiendo que por fin podía llorar, no me importaba que estuviera él, sabía que él no me diría nada o se burlaría, o eso es lo que quería creer.

— ¿Por qué yo? No tuve la culpa... no pedí ser pobre — confesé sintiendo como mis lágrimas resbalaban por mis mejillas —

— Sunggyu —

Negué, no quería que me comentara nada, no quería saber lo patético que me miraba en ese instante, cuando sentí como sus brazos me rodearon mi espalda, no dude en seguir llorando, sintiendo como comenzaba acariciar mi espalda tratando de tranquilizarme, y lo estaba logrando. Separándome cuando ya me había tranquilizado, sus manos acariciando mi mejilla y mirarme, sus pulgares limpiando el rastro de mis lágrimas, aquella sonrisa apareciendo en su rostro.

— ¿ya estas mejor? — pregunto, lo cual asentí, sintiendo aun su mejillas acariciando mi rostro— ya no te molestara más, no te dejes intimidar — susurro con una débil sonrisa —

Asentí aun mis ojos puesto en los suyos, cuando mis ojos se desviaron a sus labios, quería probarlos de nuevo, quería saber a qué sabían, sintiendo como el miraba los míos, su rostro acercándose, cuando escuchamos la puerta del baño abrirse, que no dudo en separarse, mi corazón agitado por lo que pudo haber pasado, mire a Key entrar con una bolsa.

— He ido a la tienda cercas y te he comprado esa nueva camisa —

Le susurre un gracias para tomar la bolsa y mirar a WooHyun mirando al pared, Key lo miso confundido.

— ¿estás bien? — pregunto Key —

— Sí, yo... solo revisaba el azulejo — susurro ,para mirarme y con rapidez salir del baño —

— ¿le paso algo? —

Pregunto curioso, lo cual negué con una sonrisa y adentrarme al baño para cambiarme, dejando salir un suspiro, recordando aquellos ojos hermosos que tenía puesto en los míos, en lo cerca que él estaba de mí, aquel anillo viniendo a mí.

Él estaba comprometido

Sonreí de alado al saber que él nunca se fijaría en mí, como alguien cambiaria a alguien que era más lindo, y sobre de todo de la misma clase que él debía de ser, una persona perfecta para WooHyun, termine de cambiarme para mirar unas pequeñas toallas húmedas, viendo la bolsa que traía Key, no dude en tomarla y comenzar a limpiar mi rostro, esperando que se quitara lo pegajoso. Volviendo a mi escritorio para mirar a las chicas que seguían con su trabajo, ignorando mi presencia, como en un principio debieron hacerlo.

Mirando aquella bolsa que le había entregado a Nam, saque el molde esperando que estuviera vacío, una sonrisa apareciendo al ver la pequeña tarjeta, diciendo un "Gracias >u<, estuvo delicioso" no dude en aguardar la bolsa y aquella nota en mi blog. Pensando en hacerle otro desayuno a modo de agradecimiento por defenderme, pero, ¿sería lo correcto?