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CAPITULO X

POV SUNGGYU

Apreté la bolsa contra mi pecho, deseando que también disfrutara del desayuno, no había pensado en hacerle uno nuevo, pero termine haciéndolo, y era una manera de agradecerle por lo que había hecho ayer, sonreí de alado al recordar la pequeña nota, aun la conservaba en mi pequeña libreta, sonreí de nuevo cuando alguien se colocó enfrente de mí, mis pequeños ojos dando con aquellos ojos cafés que me sonreía, le dedique una sonrisa de alado.

Estar con él, provocaba que mi cuerpo se tensara, la forma en la que me miraba no me gustaba para nada, quería decirle a Yeol, pero no quería ocasionar más problemas de los que había hecho en tan solo dos días.

— Estas aquí, ¿por mí? — pregunto coqueto, negué tratando de alejarme un poco de él —

— Yo espero a alguien más — susurre, mirando hacia otro lado, mientras colocaba la bolsa atrás de mí, no quería que se enteraran para quien era —

— Por qué no vamos mejor a desayunar — comento acercándose a mí —

— Lo siento estoy ocupado —

Susurre nervioso, sintiéndome nervioso al ver como entraba a mi espacio personal, sentí como levantaba mi rostro para que nuestros ojos se encontraran.

— Sunggyu — llamaron, mire sobre el hombro de Choi, para sonreír y alejarme de él —

— Joven Nam — sonreí feliz al verlo —

— Necesito entregarle unos papeles —

Asentí feliz, cuando mire como tomaba mi brazo y me llevaba hacia adentro, siendo detenido por MinHo, WooHyun lo miro con una ceja enarcada.

— Nos veremos luego Sunggyu — me guiño su ojos —

Mire como WooHyun comenzaba a jalarme hasta el elevador, soltándome una vez adentro, su ceño fruncido ¿estaría enojado? Mire como colocaba mi piso, susurrando que después me daría eso documentos, que había recordado que olvidado algo asentí a lo que me decía, mi corazón acelerado, necesitaba darle el desayuno, mire como las puertas del elevador se abrían y WooHyun salía.

— Joven Nam — me apresure a llamarlo, mire como se detenía y me miraba, sentía mis orejas calientes, provocando que mis mejillas se sonrojaran — yo... — estire la bolsa —

Sentí como la tomaba que no dude en presionar el botón para que se cerraran las puertas, no sin antes susurrar gracias, esperando que comprendiera por que le agradecía y de aquel regalo, me recargue en la pared, con mis manos en mi pecho, sintiendo mi corazón acelerado, sintiendo un escalofrió recorrer mi cuerpo.

Las puertas se abrieron para mirar un par de ojos y una sonrisa que conocía muy bien, le mire entrarse susurrando que había una junta y necesitaban de mi presencia también, lo mire con una ceja enarcada para mirarle reír y decir que yo era bueno anotando.

— Algún día sabes que tendrás que demostrarle a tus padres que eres bueno en esto — susurre mientras sacaba mi libreta y mirar a Yeol de reojo —

— Lo sé, pero ya será después — apretó mi mejilla —

Para salir apresurado del elevador una vez que llegamos al piso indicado, me adentre atrás de Yeol, para mirar al señor Lee y realizar una reverencia, me acomode en uno de los muebles, dejando mi mochila en el suelo, cuando WooHyun entro, todos saludándolo, sus ojos se encontraron con los míos y una sonrisa apareció en su rostro.

Agache mi rostro sonrojado por aquellos pensamientos, tenía que olvidarme de WooHyun él ya tenía pareja, deje salir un suspiro para sentir un par de ojos que me miraba curioso y algo burlón, seguí mirando mi cuaderno cuando el presidente Nam, diciendo de un plan de negocios donde participaría su hijo, no vería a WooHyun por dos semanas, comencé a jugar con mi lápiz, cuando escuche un carraspeo.

Levante mi rostro para mirar al señor Lee cercas mío y sonreírme, indicándome que me levantara.

— Sunggyu es excelente hablando japonés — susurro el señor Lee, lo mire confundido —

— Bueno, Sunggyu lo acompañara, me han hablado mucho de ti joven Kim — mire al señor Nam guiñarme un ojo —

— Pero... —

Mire a todos levantarse y salir de la sala de juntas, mire a Yeol confundido, susurrándome suerte e irse con su padre, no dude en tomar mi mochila e ir atrás de él, ¿Qué había pasado? Iba por salir cuando me tomaron del brazo.

— Sunggyu, te recojo para irnos al aeropuerto — le mire confundido —

— ¿aeropuerto? — pregunte confundido, le mire reír y negar divertido —

— Ahora entiendo cuando Yeol dijo que eras tierno, distraído pero lindo —

No sé si estaba soñando, pero ¿WooHyun me dijo que era lindo?, le mire sonreír y apretar mi mejilla diciendo que si de nuevo estaba distraído.

— Lo siento — susurre avergonzado —

— No te preocupes — comento sonriente y encaminarse hasta el elevador, que no dude en seguirlo — por cierto gracias por el desayuno, aun no lo he probado pero sé que estará delicioso — susurro con una hermosa sonrisa —

Sonríe para adentrarme al elevador, mire a WooHyun presionar mi piso y ver las puertas del elevador cerrarse.

— Bueno, mañana mismo nos iremos a Japón, pasare por ti a las 5 ¿está bien? —

Aquello provoco que soltar mi libreta y lo mirara entre aterrado, nervioso, confundido por todo lo que me estaba diciendo, ¿Cuándo había pasado todo esto? Iba a protestar cuando el elevador se de tubo y las luces comenzaron a parpadear.

— ¿Qué paso? — pregunte aterrado, para mirar a WooHyun presionar el botón varias veces —

— Dejo de funcionar el elevador —

— ¿quieres decir que estamos encerrado? — pregunte nervioso, para mirarle asentir —

Mi respiración comenzó a descontrolarse, me pegue a la pared, odiaba cuando me daba este ataque, me hacía recordar aquella vez que me habían encerrado en el gimnasio.

— ¿Sunggyu estas bien? — pregunto preocupado, sus manos tomaron mi mejillas para que mirar aquellos ojos —

Un ruido se escuchó, provocando que gritara, la voz de WooHyun resonando por el elevador, diciendo que me calmara, pero aquellos recuerdo cuando ellos intentaron dejarme en el gimnasio venían a mí, ver su rostros divertidos por la ventana al ver que me quedaría ahí me hacían sentir mal.

— Sunggyu — llamo WooHyun, pero negaba repetidas veces, no quería estar de nuevo encerrados — Sunggyu —

Iba a gritar cuando mis labios fueron atrapados, mis manos cayeron a cada lado de mi cuerpo, mis ojos abierto y sorprendido por lo que estaba ocurriendo, aquel miedo se estaba yendo, mis ojos cerrándose de poco a poco, concentrándome en aquellos labios esponjosos que quería probar de nuevo.