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Los gritos se hacían cada vez más cercanos, lo sentía cerca.

—Te juro que si no sales te irá peor.— su novio se escuchaba molesto y sin duda con eso sus ganas de seguir escondido aumentaban. —Por favor amor, sal.— la pequeña frase y el suave tono logro que un escalofrío recorriera toda su espina dorsal.

Lo pensó unos segundos para luego salir jugando nerviosamente con sus manitas, logró divisar la espalda de su novio.

—S-sam.— el pelinegro giró al instante, su respiración estaba agitada.

—Doblas. ¿Por qué te escondiste?— una sonrisa torcida se presentó en el rostro del mayor. —No te voy a hacer nada, ven.— extendió sus brazos invitando al tintado a acunarse en ellos lo cual funcionó ya que en segundos el menor estaba pegado a su cuerpo. —Sabes que tengo que hacerte entender, esconderte de mí no esta bien.— Rubius simplemente asintió lentamente separándose de su novio y cerrando los ojos fuertemente.

Pronto un dolor en su ojo se hizo presente junto con un ardor, después lo sintió en su nariz que comenzó a sangrar al instante. Abrió los ojos sintiendo que la hinchazón en el izquierdo se estaba haciendo cada vez mayor y le dificultaba la vista. Vegetta lo miraba neutro, la sangre y los hematomas en el rostro del menor habían dejado de provocarle sentimientos así que solo se dedicaba a admirarlo.

El blanco piso de la cocina cambió de color en unos segundos por lo que Rubén solo cubrió su nariz con cuidado, su novio no había medido su fuerza y podía asegurar que le había roto la nariz. Intento respirar por la boca para evitar ahogarse con el líquido escarlata que corría sin parar, un gran suspiro se escuchó por parte de Samuel que solo miraba el piso estropeado.

—Lo has manchado.— fue lo único que soltó antes de encaminarse a su habitación. —Te espero arriba.— susurró al pie de la escalera pero paró a medio camino. —Fuiste un buen niño.

Las palabras lograron que Rubius sintiera miles de mariposas en su estómago y un calor subiendo por sus mejillas.

—Te amo.— susurró sonriente caminando al lavabo de la cocina dejando que toda la sangre que sus manos escurriera por el drenaje.

cherry wine ∆ rubegetta ∆ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora