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Epílogo

—¿Aún no tienen información sobre el asesino?— una chica rubia apunto con el micrófono al jefe de la policía, justo después de terminar su pregunta.

—Como lo hemos estado diciendo las últimas semanas, las pistas que dejó el asesino no son suficientes para capturarle, estamos haciendo todo lo que está en nuestras manos pero lamentablemente estamos ante un criminal organizado. Creemos que fue alguien con razones personales ya que, no ha habido ningún otro asesinato de la magnitud del señor De Luque. Lamentamos mucho la perdida y no duden en que haremos todo lo que está en nuestras manos.— Alexby dió una última mirada a la cámara que le apuntaba y bajó del atril, dándole paso a Cerdus Gil.

—Como dijo nuestro comisario, no descansaremos hasta que el asesino este en la cárcel.

Rubius apagó la TV y se levantó del sillón para ir hasta la cocina por algo de comer; había visto una receta de ramen hace unos días y parecía muy simple así que se dispuso a hacerla.

—Lo puedo explicar.— se levantó rápidamente mostrando sus manos.

Alex se quedó en silencio mientras inspeccionaba toda la habitación.

—Arruinaste tu regalo de Navidad.

—¿Qué?— antes de que pudiera decir algo más, el de la gorra sacó su teléfono y comenzó a escribir. "Alexby, no es lo que...

—¿Cómo que todo se arruinó?— Lolito entró en la casa acompañado de Auron y Fargan. —Mierda.— dijo al ver el cuerpo del ojimorado en el sillón.

—¿Ahora que hago yo con estas mierdas?— el del mechón lanzó un cuchillo al suelo, suspiró y se acercó al ojiverde que seguía sentado en el piso.

—N-no entiendo.— Auron le ayudo a levantarse, mientras su amigo pájaro inspeccionaba el cadáver.

—Esta muerto, no hay más.

—¿Seguimos el plan?

—Obviamente Lolito.— Alex rodó los ojos extendiendo la mano a Fargan que le dió la mochila que cargaba. —Bueno, todo igual, solo algunos cambios, detalles pequeños.— sacó unos guantes de plástico de la mochila.

—Igual podemos divertirnos.— Auron se había ido del lado de Rubius para caminar alrededor del sillón.

—Me gusta esa idea.

—¿¡Me pueden explicar!?— gritó el tintado llamando la atención de todos.

—Íbamos a matar a Vegetta.— la simplicidad con la que Lolito habló logró asustarlo, Alexby le tendió unos guantes y el pelinaranja se los colocó.

—Ese puerco no debía estar cerca tuyo.— la mochila llegó hasta Auron que sacó una navaja y más guantes. —Le prometí a Luzu que nadie te haría más daño.

—Tu pantalón, por favor.— Fargan se colocó sus guantes y extendió las manos.

—¿Qu-qué?— Rubius retrocedió un poco, abrazándose a si mismo, tenía algo de miedo por las personas frente a él.

—Esta lleno de sangre, no queremos que te veas involucrado.— el búho dió unos pasos y se quitó la chaqueta, dejándola dentro de su mochila. El tintado solo asintió un poco y se quitó la prenda, sintiendo la mirada de todos. —Ve a casa, nosotros nos encargamos.— le guiñó un ojo y lo empujó un poco de la cintura.

Rubius camino a tropezones hasta la salida, no sin antes haber sacado un jogger de su mochila. Dió una última mirada antes de cerrar la puerta; Lolito sacaba distintos cuchillos, poniéndolos sobre el suelo, Auron inspeccionaba el cuerpo y Fargan solo hablaba con Alex.