Lo nunca visto.
Xion Tyrone.
Wow, no me esperé que la ricachona, estuviese tan buena. Se me hizo raro verla con una camiseta blanca de tirantes y unos pantaloncitos rosas cortos. La verdad que tiene un buen cuerpo y no está nada mal. En el momento en la que la vi así vestida me pregunté por que llevaba ropa que no lucía tan bien en ese cuerpo. No lograba entender porque escondía su cuerpo. Tal vez, para seguir siendo la chica en apuros.
Sinceramente no la soporto, todo lo que ella quiere, lo consigue en un segundo. Estoy seguro de que detrás de todos esos lujos, no da ni las gracias, porque claro cómo ha nacido en una cuna de oro para qué se va a molestar. Me molestan tanto las actitudes de los ricachones, en especial las de ella. Tiene a todo el instituto bajo su autoridad, incluso me tiene a mí, solo que ella todavía no lo sabe. Es una chica lista seguramente se dará cuenta. Le preguntará a su papi para no complicarse las cosas.
Aunque debes de admitir que te empalmaste al verla así.
Eso no quita de que sea una niña mimada, que se lo tiene todo ganado porque su papi es el mejor veterinario que hay en la región.
Cada vez que recuerdo la conversación con él me hierve la sangre, pero necesito el dinero, así que haré el trabajo, aunque me joda...
Estoy ocupándome de los caballos, cuando veo al ricachón venir hacia mí. Ruedo los ojos, espero que no necesite que le lleve hasta donde está el animal herido.
— ¿Eres tú Xion Tyrone?
Vaya, incluso me tutea, como si tuviéramos confianza... ¿quién se cree? Me muerdo la lengua, para no cagarla, solo jodería que no ayudara a la vaca herida.
— El mismo. –respondo entre dientes. Él asiente y se me queda mirando. Alzo las cejas. — ¿Desea algo más señor?
Espero que no.
— Sí... necesito que seas mi espía... - ¿cómo?, ¿he escuchado bien? ¿Su espía? ¿Qué es ahora un agente secreto? No sé qué cara estoy poniendo, pero el ricachón habla rápido: — El espía de mi hija... no quiero que le pase nada.
Oh vaya que tierno, si hasta parece que tiene sentimientos... vacilante le pregunto: — ¿Por qué yo?
— He hablado con tu padre y necesitáis dinero. Te pagaré bien.
Oh vaya gracias papá. Resoplo internamente, esto no me puede estar pasando. Conozco bien a su hija y no es que me caiga muy bien que digamos, nadie de su calaña me cae bien. Es que aparentan que su vida es genial y que no tienen ningún problema y no me gusta la gente así. Pero el problema es que no tenemos dinero y los ricachones sí. Por mucho que no me guste, no voy a dejar pasar la oportunidad.
— Está bien.
— Genial, solo debes cuidarla en el instituto. Al salir ya tengo a otros chicos vigilándola.
¿Perdón?, ¿a cabo de escuchar bien? Vaya, sí que tiene miedo el señor ricachón. Tengo curiosidad por saber quiénes son los demás. Tal vez los conozca o tal vez no.
— Voy a curar a esa vaca, hasta luego muchacho.
Le sonrío forzadamente y sigo con mi tarea de limpiarles las pezuñas a los caballos, aunque debo admitir que después de la conversación que tuve con el ricachón, no dejaba de darle vueltas a lo que me había contado.
Llego al instituto en la furgoneta que me ha dejado papá, no es la gran cosa del mundo, pero por lo menos se puede conducir y eso es lo importante. Es una furgoneta negra. Espero que con el dinero que gano con la ricachona, pueda cambiarle el motor, las ruedas...
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El espía de mi padre
Romance- Te dije que no era una buena persona, que no te iba a tratar bien, ¿por qué aún así sigues a mi lado? Me mira entre expectante y curioso. Quiere que le dé una respuesta. Bien, pues se la voy a dar. Le voy a decir lo que realmente siento y pienso...