Su cara cambio al instante. No estaba segura si había pasado un instante o un siglo desde que nos reinó el silencio. Miles de pensamientos se arremolinaron en mi mente, y, de entre todos ellos, sobresalía el recuerdo de una frase pronunciada hace un minuto.
Si algo detesto es que me mientan.
No sabía que pensar, y por lo visto él no sabía que decir. Creo que por fin ya estaba comprendiendo la magnitud de la situación en la que me había involucrado.
No es un hombre normal, es un dios, un dios que si quiere te asesina en el momento. ¿Me entiendes?
MI consciencia no estaba ayudando mucho en el momento.
-pero… - me repliqué a mí misma.
Era demasiada confusa la situación para entenderla. Me levanté de su regazo y me recargué en el sillón echando la cabeza en el respaldo. Cerraba los ojos y aspiraba, como si de alguna forma el aire fuese a clarificar mi mente.
A través de la conexión comenzaba a sentir su desesperación. Buscaba como acercarse, tomar mi mano o hacer que me calmara, pero no encontraba manera.
Más vale que me vaya- Le dije. Me levanté y caminé ligeramente aturdida hacia la puerta. Esta vez no me detuvo. Cuando empezaba a bajar las escaleras escuché un estruendo horrible viniendo del apartamento, como si se hubiesen estrellado varios objetos contra el suelo pero no me detuve hasta llegar al primer piso y pedirle al guardia que me pidiese un taxi.
Al cabo de unos minutos arribó mi transporte y le pedí que me llevase a casa. Desde que crucé la puerta había dejado a sentir a Loki en mi mente, y aunque en ese momento creí que era lo mejor, ahora me tenía desconcertada. Sólo habíamos pasado unos minutos de conexión mental pero ya me estaba acostumbrando, y dejar de sentirla de pronto únicamente acrecentaba los vacíos en mi interior. Era como haber perdido una pierna, que había estado conmigo toda la vida y me hacía falta.
Cruzar la puerta de mi casa tampoco ayudaba. Supongo que nunca la consideré un hogar, pero ahora con la muerte que allí suscitó, sentí que se había impregnado de hedor a muerte.
Sin pensarlo mucho me dirigí a mi habitación. Después de todo no había nada mejor para relajarme que dormir. Lamentablemente, apenas rozaba el reloj el medio día, y no tenía sueño. Intenté un par de horas, pero no lograba conciliar el sueño. La batalla en mi mente continuaba. Mi razón me decía que me alejara totalmente de él, pero mi intuición me decía que no podía juzgarlo, pues no lo conocía. Después de largo rato de debatir, cerré los ojos un momento y no los volví a abrir hasta que estaba oscuro de nuevo.
Me senté un rato en el comedor, tratando de terminar de pensar. Estaba desesperada intentando elegir, cuando me convencí a mí misma de que jamás me perdonaría el no haberle dado una oportunidad. Aceptaste un año, no lo olvides. Mi intuición volví a hablar.
Busqué rápidamente un suéter, tomé las llaves y un poco de dinero de mi cajón. Tenía que volver con él. Caminé un par de cuadras hasta que un taxi se detuvo. No recordaba exactamente la dirección, pero una vez que entramos a la calle pude reconocer el edificio. Le pagué al chofer y pregunte al guardia que si me dejaba pasar. Me preguntó que si era la chica de la mañana y le respondí que sí. Una vez dicho eso, me dejó entrar. Nerviosa subí las escaleras. No puedes detenerte. Entré tratando de no hacer mucho ruido.
La mesa de centro estaba hecha trizas y algunos adornos estaban despedazados en el suelo. No podía verlo por ningún lado. Estaba por ir a buscarlo a su recamara cuando me llamó por mi nombre. Volteé de nuevo a la sala y Loki se apareció en el sillón.
-No sabía si volverías. – Su mirada reflejaba profundo pesar. – Yo… - Lo callé poniéndole un dedo en la boca. Dejé que mi intuición hablara totalmente por mí. No pude comprender porque estaba por decir lo que iba a decir.
-Sólo necesito saber que no mentiras. Eso es todo lo que quiero saber.
Para mi sorpresa, tomó mis manos con las suyas, las acercó a su boca y las besó. Su mirada no se apartaba de mis ojos.
-Le puedo mentir a todos, pero jamás a mi reflejo. Y mi reflejo desde que te conocí no está en el espejo, sino en tus ojos.
Aquellas palabras además de hermosas, las podía sentir adherirse a mi palpitar mientras se desvanecían para fundirse con mi sangre.
-Sé que aún no sientes nada por mí. –Me dijo. – Pero quiero estar ahí cuando lo sientas.- Lentamente entrecerró los ojos. De nuevo se adentraba en mi mente y yo en la suya. Ya me había dado cuenta de que él podía escuchar mis pensamientos, pero yo no podía escuchar los suyos a menos de que me hablaran directamente a mí. Sin embargo, yo podía sentir sus emociones, y él no las mías.
¿Cómo es posible que habiéndolo conocido apenas hace unos días me haya podido desarmar tan pronto? Con unas frases había resquebrajado la coraza con la que me defendía de la miseria del mundo. Sin embargo, podía sentirlo, podía sentir que me era honesto. Quizá como jamás lo había sido antes.
Me solté del agarre de sus manos y él abrió los ojos en sorpresa. Enredé mis brazos en su cuello y lo abracé con fuerza. Le tomó un par de segundos reaccionar, pero correspondió a mi abrazo sujetándome de la espalda. El calor que emanaba y sus latidos paulatinamente calmándose me tranquilizaba. Creí haberme dado cuenta que se la habían escapado las lágrimas, y me aferré al aún más.
Tenía miedo de lo que pudiese pasar en un futuro pero aunque lo negara, comenzaba a tener más miedo de imaginarme un futuro sin él.
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Romance con el dios del engaño Loki
FanficLoki decide esconderse en Midgard para fingirse muerto y alejarse de Asgard. Una continua batalla contra sus emociones y su realidad se gestará cuando se cruce en su camino Valerie, una joven de Midgard que esta tan desamparada como él. (AU Post Tho...