Las personas estaban intentando ver que pasaba dentro del lugar, la policía intentaba alejar a las personas para no interfieran en nada.
—¿Quien me puede decir por qué aún hay personas afuera?—todos vieron a la mujer que iba llegando con un café.—los quiero lejos de aquí.
Haneul era bien conocida por ser una de las detectives más duras y listas en su rubro.
—¿Qué pasó aquí?—ella se acercó a uno de los oficiales mientras miraba al centro del gran salón.
—Hubo un asesinato, se estaba llevando acabo una terapia grupal.
—¿Terapia grupal?
—Si, la víctima era un psicólogo.—Haneul miró hacia un rincón del salón.
—¿Y ellos son los pacientes?—el oficial asintió.
Al centro estaban exactamente 14 sillas en círculo, 13 para los pacientes y 1 para el psicólogo.
El cuerpo inerte del psicólogo seguía en el suelo, tenía varias heridas de lo que parecía ser un cuchillo el cual estaba a su lado, la sangre se había esparcido por todo el piso.
Haneul miro a los paciente una vez más, la mayoría se miraban tranquilos, nadie parecía ser un asesino, pero por alguna razón todos habían estado en aquella terapia grupal.
—Quiero hablar con ellos y sus expedientes.—Haneul tomó de su café.—nadie sale de este lugar hasta hablar con cada uno de ellos.
