My twisted games

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Haneul había ido hacia Seung. Odiaba esa sonrisa que tenía en su rostro, de seguro le habían dado dinero para que hiciera aquello o alguno de los altos mandos.

—Afuera los esperan sus familias.— todos se miraban entre sí.— vamos.

Ellos se miraban dudosos, pero aún así se pusieron de pie y se acercaron a la salida.

El primero en salir había sido Soonyoung quien literal solo había corrido y estando afuera se pudo escuchar como gritaba al ver a su familia. Joshua y Seokmin habían salido juntos, de hecho Seokmin casi arrastraba consigo al chico. MingHao dio una mirada a los que faltaban por salir, era como si intentara decirles algo, pero no lo dijo y solo se fue. Hansol salió en silencio al igual que Jihoon.

—Vámonos.—dijo Wonwoo a Mingyu.

Ambos salieron juntos. Junhui estaba en medio del lugar observaba el piso, estaba pensando.

—Ya terminó todo, es hora de irnos.—Jeonghan tocó su hombro.

—¿Solo así?—Junhui no parecía muy seguro.—¿podemos irnos?—él le había preguntado a Haneul.—¿de verdad?—ella quería decirle que no.

—¡Claro! El caso fue cerrado.—Seung sonreía

Jeonghan solo jalo a Junhui con él hacia la salida. Chan miró a Seungcheol y Seungkwan una última vez antes de también salir del lugar.

—Este es el final Kim Haneul.—Seungcheol se había acercado a ella con una sonrisa de victoria.— espero no tenerla que verla, bueno no en otra situación cómo está.—¿acaso él estaba coqueteando con ella?— fue un placer pasar mi día con usted.

—Eres detestable Seungcheol.—Haneul por fin podía decírselo.—eres de lo peor que he visto.

Seungcheol ignoró aquello y se dirigió a la salida, pero se detuvo para ver a Seungkwan quien estaba a la mitad del camino de la salida. Miraba a Haneul.

—¿Pasa algo?—Haneul creía que aún podía ganar en aquel caso.

—Por favor continua.—dijo Seung aún con una sonrisa en su rostro.

—Yo.—la voz de Seungkwan parecía nerviosa.— quiero decir algo.—él miraba hacia Seungcheol, había temor en su mirada.— realmente lo que pasó fue que.

—¡Tú familia te espera!—Seungcheol lo interrumpió asustando a ambos detectives.— ¿no los quieres ver? Pasamos mucho tiempo aquí.

—Pero.— Seungkwan ya estaba siendo jalado por Seungcheol.

—Vete a casa Haneul.—dijo Seung antes de irse.

El lugar estaba vacío, a fuera aún se escuchaban algunas voces y el ruido que hacían las patrullas. Haneul no podía creer que ya todos estaban afuera y podrían andar libres por el mundo a pesar de que alguno de ellos había asesinado a su psicólogo y todos habían sido cómplices.

—¿Aún no se irá?—Haneul escuchó la voz de uno de los oficiales.— quieren que cerremos el lugar.

—En un momento salgo.—dijo Haneul viendo hacia la oficina.

Durante todo el día no se había dado cuenta realmente de que existía ese lugar a pesar de que algunos se la mencionaban, ahora realmente tenía tiempo de ir y ver qué había dentro.

La oficina de verdad era pequeña, había un escritorio café oscuro, una silla ejecutiva de color negro algo gastada, un librero que tenía títulos que Haneul jamás había visto y un pequeño sofá.

—ChungHee.—leyó Haneul una pequeña placa.— ni siquiera me tome el momento para saber su nombre.—ella se sintió culpable por aquello.

Sobre el escritorio había una caja de guantes, los mismos que todos tenían cuando Haneul pidió ver que tenían en sus bolsillos así que realmente ChungHee se los había dado. Había una fotografía de una familia, parecían felices. Algunas hojas con los perfiles de los 13 chicos. Un pequeño frasco con pastillas. Plumas y un cuaderno pequeño color negro. Aquello llamó la atención de Haneul.

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