—¿Crees que vayan hablar?—Wonwoo miro a Junhui.—no podemos estar aquí todo el día.—Sabemos bien que hablaran solo cuando él se los diga.—Junhui se miraba aburrido.— y no creo que lo vaya hacer pronto, está disfrutando ver a Haneul estresada.
—¿Por qué no hablamos nosotros?—cuestionó Wonwoo.
—Sabes bien porque no podemos.—respondió Junhui.
—¿Por qué lo prometimos? Sabes que podemos meternos en problemas si seguimos apoyando esto.—Junhi estaba de acuerdo con lo que Wonwoo decía.
—Ellos también prometieron que lo dirían todo.—Junhui miró hacia donde estaba Jihoon.— y si no lo hacen entonces hablaremos nosotros.
Wonwoo no podía esperar porque hablaran y los dejaran irse.
—¿Por qué crees que lo hicieron?—pregunto Wonwoo.
—Creo que todos aquí tenían muchas razones para hacerlo, bien sabemos de los problemas que Jeonghan tenía con él porque ya no quería seguir viniendo.
—Chan siempre se quejó de que no servía como psicólogo.—agregó Wonwoo.
—Y no olvides cómo Seungcheol durante varias semanas le reclamó que quería acabar con el.
Ambos vieron al resto del grupo, algunos estaban sentados observando cómo algunos oficiales iban y venían, mientras otros conversaban entre sí.
—Sabes no creo que puedan seguir fingiendo por mucho tiempo más, sus trastornos no los van a dejar, al final todo lo horrible va a salir a la luz.—dijo Junhui seguro.— no podrán aguantar no decir lo que hicieron.
Junhui era el único que sabía lo que él asesino podía estar sintiendo, cada minuto que pasaba él se moría por decirlo todo, porque era su obra de arte, todos estaban ahí por él y quería que todos lo supieran, necesitaba ese reconocimiento, lo podía ver en la forma en que estaba sentando viendo a los demás mientras jugaba con sus manos.
Él los estaba controlando a todos, porque si seguían ahí era por una promesa que habían hecho minutos antes de que llegaran los oficiales.
Lo cuidarían y protegerían hasta que él mismo dijera todo.