—¿Están seguros?—el oficial asintió.—¿cómo porque uno de ellos usaría guantes? Nadie anda por la vida con un par de ellos.—Es la única explicación qué hay o que limpiaron el arma.—Haneul miro a los 13.—si usaron guantes deben estar por aquí, no pasó mucho tiempo antes de que llegáramos, no pudieron deshacerse de ellos tan rápido.
Haneul se acercó a donde estaban todos lo que hizo que la vieran, entre ellos estaba el asesino y lo estaban ocultando bien, pero como decía el oficial, no podían deshacerse tan rápido de los guantes aparte no habían muchos lugares donde esconder cosas pues estaban en un gran almacén donde solo había una pequeña oficina, pero estaba cerrada.
—Quiero que vacíen sus bolsillos.—dijo Haneul imponiendo su poder en ese momento.—todo lo que traigan lo quiero ver.
Ninguno renegó más bien todos estaban haciendo lo que había pedido.
Algunos llevaban goma de mascar, dinero, audífonos, cosas normales.
Todo parecía normal, pero Seungcheol había sacado un par de guantes de uno de sus bolsillos del pantalón.
Haneul por fin se miraba ganándoles, él había sido y todo aquel rato habían intentando salvarlo.
—Haneul.—el oficial apuntó a los demás.
Todos tenían en sus manos un par de guantes iguales que los de Seungcheol.
—¿Busca algo?—dijo Soonyoung sonriendo.
¿Cómo era posible que todos tuvieran guantes? ¿Todos habían sido parte de aquel asesinato?
—¿Por que tienen guantes?—cuestionó Haneul.
—El psicólogo nos lo dio, íbamos a hacer algo con ellos después de la terapia de relajación.—contestó Jihoon.— ¿por qué?
—Necesito tomar aire.—dijo Haneul mientras cambiaba lejos de ellos.
Todos vieron como Haneul iba hacia la salida, había creído rápidamente que Seungcheol era el culpable, pero ahora no tenía nada.
—¿Por qué no dicen la verdad?—todos vieron a Jeonghan.—así podremos irnos.
—Siéntate Yoon.—dijo Seungcheol.— aquí nadie se irá.
—Están haciendo que Haneul pierda el tiempo.—Junhui se puso de pie.— no podremos seguir mucho tiempo protegiéndolos, ella es lista y al final descubrirá todo.
—Entonces solo pagarán los que lo hicieron.—agregó Chan desde la esquina donde estaba sentado.—dejen que ella siga jugando a la detective.