Nita se aleja del bosque para ir directamente hacia su casa, está impaciente por ver como se lo tomará su padre.
Al entrar lo encuentra cenando en al comedor, llama a la puerta para anunciar que está presente, entonces su padre voltea.
- Ah eres tú, ¿ que tal te ha ido? - dice sin apartar la vista del plato.
- Muy bien, he conseguido matar a un lobo, aquí traigo su cabeza como te dije - dice emocionada.
Su padre no parece hacerle mucho caso, sigue concentrado en su plato y con otros pensamientos.
- Entonces deja la cabeza fuera, luego la cuelgo. Ahora vete a la cama, mañana estaré muy ocupado y no tengo tiempo para tonterías, así que no te metas en líos, ¿ si? Y ya sabes, lejos de los chicos - le dice sin mucho interés.
Nita suspira, lleva unos cuantos días así, su padre está más atento por la tribu que por ella. Deja la cabeza fuera y se va directamente a la cama, está muy cansada, entonces intenta recordar otra vez, ya se acuerda de como se conocieron pero no de lo más importante.
Es una promesa.
Eso es exactamente lo que más le fastidia, si de verdad se acordara de todo seguro que la relación entre Leon y ella, tiene que ser algo gordo si de verdad le molesta tanto al chico, ella no sabe lo que en realidad sufre por dentro.
Nita se despierta temprano, le parece haber escuchado ruidos, se levanta con cuidado y se dirige hacia donde provienen los ruidos, ve que su padre no se encuentra en casa.
- Habrán sido imaginaciones tuyas Nita. - se dice a sí misma.
Se dirige hacia la cocina para prepararse el desayuno, entonces se encuentra algo que la impacta mucho. Encima de la mesa hay un shuriken de color azul, lo coge con cuidado y mira su forma, entonces en una de sus puntas se encuentra el digno de la tribu sigilo.
- Pero que... - dice extrañada, ¿ que hace un shuriken de la tribu sigilo encima de su mesa? A no ser...
Le abrazan la cintura por la espalda, ya sabe quien está ahí. Se gira y se encuentra cara a cara con Leon, el chico tiene una sonrisa pícara estampada en la cara.
- ¡ Leon, ¿ que haces aquí, no sabes que si te cogen podrían matarte?! - dice intentando no gritar.
- Tranquila, he estado más veces aquí de lo que tu crees. - le dice sin soltarla.
- ¿ Me has estado espiando? - pregunta un poco enojada.
- Espiar no sería la palabra que yo utilizaría. - dice pensándolo un poco pero sin quitar la sonrisa pícara.
- ¿ Entonces? ¿ No me digas que me estabas "estudiando"? - dice poniendo comillas a la última palabra.
- Se podría decir - dice divertido.
- Para que habré dicho nada - murmura enfurruñada.
Leon la abraza con más fuerza atrayéndola más hacia él, Nita corresponde a ese cálido abrazo.
- Yo jamás te dejé ir, ni lo pienso hacer Nita - le susurra el camaleón.
- Pero yo sí, no sé que pasó realmente. Mi padre me quitó la memoria y no se por que, se supone que tuvimos una última aventura juntos antes de que cambiaran mis recuerdos, son extraños susurros que se meten en mi cabeza, intento abrir mi mente pero duele, duele mucho. - dice con un nudo en la garganta, le duele no poder recordar, su corazón pide algo a gritos y no sabe que es exactamente.
La osezna se aferra más a Leon, sin querer soltarle, quiere que esté junto a ella, quiere que se quede para siempre. El chico corresponde, después se separa para mirarla a los ojos.
- Debes desayunar, si quieres hoy también podemos ir al bosque - le dice animado.
- Vale.
Nita le dedica una tierna sonrisa haciendo que el camaleón se sonroje, sólo que ella no se da cuenta por que se a puesto a prepararse el desayuno.
- ¿ Quieres algo? - le pregunta sin voltear a mirarlo.
- No gracias, no quiero molestar - dice moviendo las manos en forma de negación.
Después de que Nita desayunase, ambos chicos se dirigen hacia el bosque, sólo que Leon está invisible por si acaso alguien lo reconoce. Cuando ya se han metido en el bosque Leon vuelve a ser visible, se pone enfrente de Nita para hablarle.
- ¿ Que es lo que quieres hacer? - le pregunta.
- Bueno, se podría decir que no soy muy fuerte, contra los de mi tribu sí pero contra ti ayer estuve vendida - dice un poco avergonzada.
- Bueno, lo primero que tienes que hacer es practicar lo que peor se te da. - dice rascándose la nuca nervioso.
- En ese caso debería empezar con los temblores.
- Bien, pues tirame uno - dice mientras se pone en posición de combate.
- Voy.
Nita hace crear un temblor bastante fuerte, Leon se queda quieto y el temblor le da de lleno tirándolo al suelo.
- ¿ Estás bien Leon? - dice preocupada.
- ¿ Cual es el problema? Por que son bien fuertes - dice sobandose la cabeza.
- Que van en linea recta, tengo que ser más rápida para poder atacar bien a mis enemigos - le explica la chica.
- Entiendo, en ese caso intenta darme, iré más despacio - se limita a aclarar cuando Nita le pone cara de pocos amigos.
- Mientras no te burles de mi - murmura para que no le oiga, cosa que el chico hace.
Nita empieza a tirar varios temblores, Leon los esquiva con velocidad, entonces Nita se da cuanta de que hay veces que necesita saltar, se le ocurre una idea.
Lanza varios temblores muy fuertes, Leon los consigue esquivar por los pelos, entonces Nita aprovecha la ocasión y le pega un puñetazo en todo el pecho mandándolo contra un árbol.
El chico se levanta sin problemas aunque un poco a dolorido, entonces mira a Nita sonriendo mientras se sacude un poco.
- Con que esas tenemos, ¿ eh? - dice poniéndose en guardia para atacarla.
- Sólo estaba probando - replica con una sonrisa traviesa mientras se prepara.
- Preparate, no tengo miedo a darte - le dice, entonces la sonrisa pícara se borra de su rostro y se lanza a atacar.
Va directamente hacia Nita, esta se echa a un lado pero Leon pone el pie y le va a dar un puñetazo, Nita lo interfiere y le intenta dar una patada, en eso Leon es más rápido y le barre haciendo que la chica caiga al suelo, se pone encima suya y la sujeta de las muñecas.
- Fin del juego - le dice Leon con voz severa.
El chico la deja libre y se levanta dejando a la chica confundida, Leon le tiende la mano para ayudarla a levantarse, Nita la acepta. Cuando ambos están de pues Leon se vuelva a poner en guardia.
- Vamos, esto no a hecho nada más que empezar. - dice el chico para ponerse en guardia.
Nita asiente y ella también se prepara.
ESTÁS LEYENDO
Leon x Nita. Tribus En Guerra.
ActionTodas las tribus están en guerra, alguien ha estado robando los bienes de cada tribu, entonces se proclamó la guerra. La leyenda cuenta que unas tribus que están en guerra en cada bando hay un hombre y una mujer, ambos enamorados pero no se puede c...