TE QUIERO

7 1 0
                                    

Ha pasado, 1 mes desde que él se enteró de mi situación de sentimientos hacia él, aunque había decido poner una barrera entre nosotros, las cosas realmente no cambiaron, o bueno si cambiaron, pero ahora eramos todavía más unidos, no sé que era lo que pasaba pero cuando queriamos alejarnos días después todo cambiaba y la relación se volvía más estrecha a pesar de todo yo a él le tenía un inmenso cariño y al parecer él me apreciaba.
Faltan tan solo un par de días para nuesteo concurso, pero el asistir por las tardes-noches a mis ensayos se me complicaba demasiado, tanto que Eduardo se ofreció a pasar por mí y en efecto, él venía a mi casa para llevarme a la escuela, también conocí a su mamá, una mujer de tez clara, con cabello castaño claro y ojos de color entre verdes y grises, la verdad no era muy diferente fisicamente a Eduardo o a su hermano Manuel quien también ensayaba con nosotros pero al ser un año mayor, casi siempre faltaba entonces no convivía gran cosa con él, sin embargo, Katia sí ya que así como Eduardo y yo, ellos también terminaron siendo pareja de baile.

Realmente esto si era muy estresante, tan pocos días y la presión de todos estaba al límite...
-¡Demonios!- Sí, hasta para esto tengo mala suerte, faltando 2 días para el concurso y tenía que llegar mi periodo justo ahora, una preocupación más, tengo exámenes, proyectos, los dos bailes, y ahora lidiar con esto y los colicos de los primeros días.
-¿Qué pasa?- Sí, por supuesto, Eduardo que ya me conocía mejor que a nadie, se había dado cuenta que me sucedía algo más. Pero por alguna razón no podía decirle literalmente lo que me sucedía, tan solo me giré a ver a Katia para que me salvara de esto, pero se me adelantó a darle una respuesta que para ambos fue de lo más informativa.
-Verás, antes de venir le llegó Andrés y ahorita le están dando cólicos muy fuertes, además de el dolor de cabeza, lo normal en estos días del mes, o al menos es lo que siempre le pasa cuando le baja.- Las mejores amigas no son lo más discretas del mundo.
------------------------------------------------------------------
Más tarde al casi terminar el ensayo, ya no podía con esto, estaba frustrada, ningún baile pude terminarlo sin equivocarme. El profe Juan decidió que realizaramos un ensayo más, pero ni en este último pude hacerlo bien, confundir derecha e izquierda, dar más vueltas, menos, no, no puedo más... Exploté.
Me tengo que apartar de todos antes de comenzar a llorar de enojo, hasta que escucho una voz detrás de mí. Eduardo le decía a Katia que el se encargaba, que él se quedaba conmigo.
-Ven, ven, no te aguantes nada... Mírame, yo estoy aquí, no te dejaré sola...- trataba de consolarme mientras me abrazaba y claro yo no pude más que tan solo cerré mis ojos y lloré hasta no poder más, él de lo más lindo, tranquilizandome, diciendome que todo estaría bien... Pasaron 10 o 15 minutos desde que comencé a llorar hasta que volví a escuchar su voz.
-¡Hey! No ya no llores, tú puedes más que esto eres una niña maravillosa, no te dejes caer. Voltea a verme por favor.- No pude hacerlo, solo veía sus labios, a nuestro alrededor ya no había nadie e incluso estabamos a oscuras en medio de la cancha principal de la escuela, abrazados.
-Está bien, si quieres no me veas, yo tampoco lo haré...- mientras volvía a abrazarme -Te digo aquí que yo a ti te a...-
Dejó la última palabra a medias, con la voz entre cortada, decidí separarme para ahora si ver sus ojos en la oscuridad
-Yo te quiero.- Me dijo mirandome a los ojos, a los que yo solo le pude responder sonriendo
-También te quiero.- Terminando de nuevo con un abrazo antes de ir con el resto del grupo.

Mi primer amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora