Mi primer amor

LA PREGUNTA

-Se va a querer pasar contigo, así es con todas.
-Te va a querer besar, eso es seguro, no lo vayas a dejar.
Fueron las cosas que más me repetían Mónica y Andrea, no podía dejar de pensar en eso, ya que incluso, Raúl y Eduardo, se irían conmigo, mi papá pasaría por nosotros y a ellos los dejaría cerca a su casa.
Mientras iba caminando afuera de la escuela, crucé la puerta principal y ahí estaba un chico muy alto y guapo con un ramo de rosas y un oso de peluche gigante... ¡Alto! Yo lo conozco y él era...
-¡Manuel!
Marqué lo más rápido que pude el número de Katia para que ella también saliera pronto, llegó justo a tiempo para yo observar como mi mejor amiga le contestaba que sí a su chico.

Estaba demasiado emocionada por Katia que noté poco que Eduardo me hablaba para ya irnos.
De regreso a casa, comencé a tomar videos graciosos de él, hasta que él se bajara, me dejó su sudadera un poco más y se despidió diciendo
-"Nos vemos más tarde."- Seguido de un guiño de ojo.

5:30: Detuve todo lo que hacía para dirigirme a la puerta... Me tardé cerca de 2 horas eligiendo ropa para ese día, terminé con un pantalón de mezclilla, zapatos bajos y un top púrpura, me sentía demasiado rara y eso que estaría en mi casa... Abrí la puerta y ahí estaba él, me dio un beso en la mejilla y entró,  lo lejos me despedí de su mamá, quien a pesar de todo era de lo más linda.
Eduardo se dirigió a la cocina y saludó a mi mamá, unos segundos más tarde, volvió a la sala conmigo para elegir la película juntos, aunque claro, antes se dispuso a ver todas las fotos mías que pudo encontrar.
Nos decidimos por una película que ambos nos gustaba, pero para ser sincera poco vimos, más estuvimos jugando entre nosotros, molestandonos, tomando fotos del otro o juntos. Así pasaron las horas, hasta que tuve que empezar a arreglar mis cosas para mi examen de esa noche, eran 7:30 y mi examen era a las 8:00, media hora más para nosotros.
Cambiamos la película por música, hasta que él la detuvo.
-Tenemos qué hablar.- Dijo en tono serio, cosa que me desconcertó mucho
-¿Qué pasa?
-Esta semana hemos estado hablando por mensaje, te he dicho cosas como 'Te quiero' o que estás muy hermosa y la verdad todo esto es verdad...
-Muchas gracias, creo- Para ser sincera y justificarme un poco, me tomo por sorpresa y además, era el niño que me gustaba, me ponía nerviosa cada vez que hablábamos, diciendome esto mucho más.
-Escucha, puede que tengas muchas dudas, te entiendo estás muy nerviosa, puedo sentirme temblar...- ¿En serio? Esto no puede ser más incómodo... Ven, acércate, (tomó mi rostro en su manos y me acercó a él, quedando nariz con nariz) todo lo que te he dicho es verdad, te quiero, te quiero lo suficiente, no sé si me creas, pero llevo tiempo queriendo decirte todo esto, cada día contigo se ha hecho mejor, la verdad, por ti he cambiado, ya hace mucho tiempo no sentía esto... pero por lo visto, estás demasiado nerviosa, ¿quieres dejarlo aquí ahorita?...- Asentí con la cabeza solamente, tratando de sentirme tranquila, porque para ser sincera, me sentía hasta con escalofríos por todo.
-Sigamos escuchando música, deja te enseño esta que he escuchado y quiero que la escuches.
Creo escuchar música me distraería un rato. Eduardo escribía el título de la canción, solo revisé en mi celular la hora y al volver mi vista al televisor estaba escrito ahí

¿QUIERES SER MI NOVIA?

-Esto era lo que te quería preguntar- Contestó, dándome el control remoto- Ahora tú escribe tu respuesta.
Sin más ambos guardabamos silencio. Mi cabeza daba mil vueltas, le decía que sí o que no... No tenía permiso de mis papás, pero era Eduardo, era mi pareja de baile que sin querer me empezó a gustar, que sin querer adoraba llegar a danza y ensayar con él, era él... Me acerqué a su oído pero me detuve, ¿y si no funciona?, ¿qué pasará si terminamos?, nada volverá a ser como lo es ahora, pero podría ser mejor, yo quiero y él está aquí pidiendomelo. No me di cuenta en qué momento tomé el control remoto y escribí la palabra

"SI"

-¿Nada más?- Preguntó él muy serio
-Sí, nada más

Se levantó, me tomó de la cintura y me dio un beso.
Eduardo, mi pareja de baile, el niño rubio de ojos café claro ahora era mi novio y eso sin duda era la mejor sensación del mundo.