¿Dónde esta mi novio?

Capitulo Catorce

Mean

Siguiendo a Perth que en todo el camino no ha dejado de hablar, de preguntarnos cosas como la forma en que conocimos a Mark y ese tipo de cosas, no puedo más que fijarme en Plann, quien es más que evidente que está demasiado nervioso a pesar de ser él quien conoce a ese tal Mark, siendo para mi un desconocido.

— Estoy casi llegando —asiento agradecido mirando a Perth —no soy de hablar mucho por lo que veo.

— Hablamos quizá cuando es necesario —me encojo de hombros —Plann es más hablador que yo en realidad, solo que ahora está absorto en sus pensamientos.

Perth mira por unos minutos a Plann, ganándose una mirada por su parte que no dura demasiado antes de volver a agachar su cabeza.

Viendo como nuestro guía sigue andando sin prestarnos atención me acerco un poco más a Plann, pasando mi brazo por sus hombros, acercándole a mi hasta el punto de que podría abrazarle y llevarle entre mis brazos, aguantándome por supuesto las ganas de ello pero sin soltarle durante el resto del camino.

— Plann —hablo en un tono de voz bajo —¿en que estás pensando tanto?

— En mi familia.. siento que están demasiado cerca pero al mismo tiempo que no los encontraré —me mira al igual que yo a él —o que si los encuentro no me aceptarán de vuelta en su casa. Me da miedo que eso suceda porque no tendré donde ir y aún soy menor de edad.

— Estoy seguro de que cuando los encuentres te recibirán con los brazos abiertos. Eres su hijo y además seria difícil dejarte ir ¿sabes?

Plann no dice nada al igual que tampoco se detiene.

Lo que queda de trayecto lo hacemos en silencio, pensando en si podría decirle algo que le reconfortase, no teniendo nada en mente que me pueda servir.

Seguimos andando por varios minutos, sin apartar mi brazo de los hombros de Plann hasta que finalmente parece que hemos llegado, creo que más bien al escuchar un grito, no siendo mucho lo que pasa cuando un chico claramente más joven que yo se abalanza sobre Plann, siendo correspondido al abrazo el extraño.

— Mark siempre tan efusivo —miro a Perth —¿entramos?

Con un asentir de mi parte sigo a Perth al interior de la vivienda, encontrándonos con un chico que si podría tener la misma edad que yo, o tal vez un año más como mucho.

— ¿Quien es el que viene contigo? —ambos me miran a mi —¿tu no serás ese tal Mean?

— El mismo —miro a mi alrededor —¿por qué? ¿Plann ha hablado de mi?

— Algo —mira a mi espalda —sobretodo con mi novio. ¿Feliz Plann de encontrar finalmente a tu novio?

— De encontrar a Mean mucho —sonrío cuando me mira —pero hay mucho que tenemos que hablar.

— ¿Qué ha pasado con ese lunático?

Plann tan solo me señala, queriendo creo decir que sea yo quien lo explique, o a lo mejor tan solo diciendo que soy la razón por la cual él está ahora aquí, libre.

— Ese idiota estaba agrediendo a Plann cuando yo estaba con mis amigos —explico —uno de ellos vive justo cerca de esa casa y lo pudimos escuchar así. No dudé en llevarme a Plann conmigo a casa pero por desgracia mis padres no le aceptaron y huimos.

— ¿Te has escapado de casa de tus padres? —asiento —¿por Plann? Eso si que es amor. ¿Tu harías eso por mi Gun?

— Cariño vivimos juntos —ambos se ponen algo empalagosos —y cuando seas mayor de edad y te gradúes nos iremos a vivir juntos.

Dejando de mirarles, siguiendo a Plann hasta lo que ahora veo es un salón, pequeño tal vez pero sin duda acogedor. Sentándome a su lado en el sofá pienso en lo que me ha dicho antes, cuando estábamos viniendo hacia aquí, en que quizá ahora que está aquí, que estamos más bien, podría serle útil y buscar a sus padres donde sea, tarde lo que tarde, además también conocerle un poco mejor, tratar de comprender todo lo que ahora mismo son una especie de lagunas mentales, como el hecho de ser su novio, que mis padres actuasen de esa forma tan cruel con Plann, con esas amenazas, obligándome a decidir si quedarme y dejar que se lleven a la fuerza a Plann, o simplemente irme con él, que es justamente lo que hice y no me estoy arrepintiendo en absoluto de esa decisión.

— Ahora el que está pensando eres tu —miro a Plann —¿te encuentras bien Mean? ¿quieres que le diga a Gun que ocuparás la habitación que yo ocupaba para que descanses?

— ¿Y tu donde piensas dormir? No quiero quitarte algo que con confianza te han facilitado a ti —intentando levantarme pero me detiene —¿ocurre algo?

Plann niega, acortando la distancia que hay entre su cuerpo el mio. Dándome apenas cuenta de que estamos solos, no sabiendo bien cuando Perth se ha ido, me sobresalto por un momento, más al sentir los labios de Plann sobre los míos, siendo un beso que apenas dura unos segundos, más que suficientes como para despertar una sensación extraña en mi interior, incluso cuando le miro a los ojos, siendo esta vez yo quien le besa sin importarme quienes nos vean, no estar en un lugar que me pueda resultar familiar, abrazando a Plann, cerrando los ojos con tal fuerza que soporto mis lágrimas quedándose estas en mis ojos, siendo solo presente ese revoloteo que siento en mi interior.

— No se acordarán de mucho pero desde luego hacen una bonita pareja —escucho que dice el tal Mark —ojala se solucione pronto todo para los dos. ¿Vas a dejarles que se queden juntos aquí verdad amor?

Ya no escucho ni una palabra más aunque de refilon veo como el mencionado asiente, proponiendo además pedir cena para los cinco.

Abrazando de mejor forma a Plann, sin hacer presión para no hacerle daño, siento su calmada respiración, su cuerpo relajado, creyendo por un momento que se ha quedado dormido, comprobando con cuidado si estoy en lo cierto, viendo que está despierto cuando sonríe, haciendo que quede recostado sobre el sofá, acomodándose mejor sobre mi, entre mis brazos, dejando un pequeño beso en su cabeza al ver como cierra los ojos.

— Recuerdo que muchas tardes estábamos así.. ¿crees que algún día tu y yo..?

— ¿Seremos los de entonces como aseguras? —asiente —no lo se Plann. Deberíamos centrarnos en encontrar a tu familia y tu tienes que descansar también asique no le des vueltas a eso ¿de acuerdo?

Plann vuelve a responder de forma afirmativa una vez más con la cabeza, acomodándose mejor si es posible sobre mi, con una sonrisa instalada en su rostro y los ojos cerrados, moviéndonos unicamente cuando su amigo Mark, el novio de este y Perth que tan amable nos ha traído hasta aquí, vuelven al salón cargando con bolsas de comida que dejan en la mesa, obligando a Plann a que se sienta y cene cuando se niega, pasando una noche con estos tres desconocidos que poco a poco voy conociendo, sintiéndome cómodo en un entorno que no me convencía estar, más que nada siendo que me sienta así por Plann.