Por Medio De Cartas

Capitulo 16

~~Definición del amor~~

El chico azabache se encontraba sentado en lo que parecía ser la oficina de su tutor, pues el adulto se encontraba en su escritorio escribiendo algunas cosas, contrario al adolescente quién solo tenía su rostro hundido entre el libro que sostenía en manos. Erick lo miraba de reojo en ocasiones sin dejar de escribir, entrecerraba los ojos y alzaba una ceja cuestionando la actitud del chico esperando que fuera él quien sacará el tema, sin embargo al no hacerlo decidió hablar tomando la palabra, aclaro un poco su garganta sin dejar de hacer su trabajo y hablo.

«—¿Todo está bien? —pregunto notando que su hablar lo sobresalto un poco, escucho la silla brincar junto al movimiento del menor —entraste a mi oficina a poner tu cara en el libro, no sabía que te gustaba tanto la naturaleza de las plantas, ni mucho menos sabía que podías leer libros al revés —comento tomándose unos segundos antes de mirarlo, le extraño ver su cara completamente roja y sus movimientos torpes al tratar de voltear el libro como debía, aunque supuso era por vergüenza en ese momento.

—Todo increíble, de echo —hablo con nervios apartando la mirada hacia el estante de libros a su izquierda—¿No había un libro de un tonto romance de fantacia? —cuestiono como una excusa para no mirara su tutor, sin embargo eso creo más sospecha.

—¿El libro que llamaste patético sin sentido y que nadie leería? —inquirió con un poco de burla —puede que esté en la librería, ¿Ahora quieres leer novelas?

—Nunca dije eso.

—Claro que no, solo dijiste: "este tipo de literatura es una basura absurda, no pueden comparar el amor con un tonto aleteo de mariposas, no tiene sentido, ¿Y porqué siempre exageran las cosas?, usan referencias de joyas para describir a los ojos, totalmente estúpido y sin sentido", esas fueron tus palabras exactas en realidad,  ¿Cambiaste de opinión? —solto una pequeña risilla divertida regresando a su trabajo, el adolescente solo se maldijo y golpeó mentalmente al ser exactamente eso lo que ahora sentía y hacia, la vergüenza de burlarse de lo que ahora es fue humillante, pero era verdad, comparaba esos ojos bicolor con joyas preciosas, sentía cosquilleos en su estómago, la sangre subía a sus mejillas, su corazón se celebraba, sus manos sudaban, los celos de ver a su ahora amante tan cariñoso con ese mago eran inevitables, la impaciencia de querer verlo todos los días y de no querer alejarse, la inquietud de ahuyentar al pelirrojo para poder tomar sus manos y besarlo, su parte favorita a decir verdad.

—Solo creo que es lindo —murmullo perdido en sus pensamientos dónde la persona que los dominaba era el castaño, cada parte de su rostro estaba en su mente haciéndolo poner una expresión muy tonta y boba sin darse cuenta de ello.

—¿Que es lindo?, ¿De que hablas de repente? —cuestiono sin entender el porque diría algo así de la nada, lo miro esperando una respuesta que pareció pensar antes de siquiera contestar, los nervios que sentía el menor eran evidentes incluso para una persona siega y sorda.

—El... Amor, ¿Cómo consiste a mamá? —pregunto usando esa excusa, se giró para ver al mayor quien parecía un poco sorprendido, el podría estar igual Pero de cierta manera, también le intrigaba saber sobre el tema —quiero decir, debí tener una madre para existir, ¿Cómo era ella?.

—Oh, bueno, no esperaba que tuvieras curiosidad tan rápido, supongo que estás creciendo muy rápido, ¿No podrías ser un niño de nuevo? —soltó una risa un poco nervioso, rasco su nuca pensando su pregunta y organizando sus palabras por un momento dudando de que debería decir exactamente, respiro ondo recargando su cuerpo en el respaldo de la silla, luego suspiro mirando un punto entre la pared y el techo de esa habitación —Ella... Ella era una persona increíble, a decir verdad tienes su caracter —comento con cierto nerviosismo —siempre fue una mujer muy segura de si misma, siempre conseguía lo que quería, era muy fina y educada, carismática, graciosa, nunca hacía las cosas a la mitad sin importar que fuera, tu madre fue la segunda chica más cautivadora y hermosa que conocí —confesó sonriendo con melancolía tratando de no parecer tan nervioso como el adolescente hace unos instantes.