Los sicarios (parte 3)

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La zorra tenía una arma apuntando al camaleón morado, mientras era sujetado, los demás del restaurante, es decir los clientes ya habían sido evacuados, el erizo veía fijamente a la zorra, debía buscar un punto débil en ella.

Y una idea se le ocurrió.

ー Catherine, no debes hacer esto, baja el arma.ーdijo el erizo verdoso, algo que nunca creyó a decir.

ー No, él sera mi boleto de huída.ーdijo la zorra, con una sonrisa.

ー Tenemos a tu padre, entrégate y podrás verlo.ーdijo el erizo verde, ella se sorprendió.

ー ¿Él está aquí? ¿L-lo trajeron?ーpregunto ella casi tartamudeando.

ー Si, está en el auto, sólo debes entregarte.ーdijo el erizo verdoso.

ー Sólo si el señor The Chamaloen me escolta.ーdijo ella con una sonrisa tirando el arma y dejando suelto a el camaleón, él cogió las esposas y se las puso en las muñecas, caminado hacia la puerta, saliendo de el restaurante.

ー Espera,ーdijo la zorra deteniendo la marcha, cogió aire.ーya estoy lista.ーagregó y siguieron el camino, cuando abrieron las puertas del vehículo, no había nadie.

ー Me mentiste.ーdijo ella sentándose.

ー Juro que lo busque, pero no lo hallé.ーdijo el camaleón morado.

ー Yo saldré.ーdijo ella, la zorra de pelaje negro.

ー Si, en unos 20 años.ーle dijo el camaleón morado.

ー Y cuando lo haga, yo te recordaré pero tú no a mi.ーdijo ella con una sonrisa, el camaleón morado se bajó, viendo como se la llevaban.

ー ¿Estas bien?ーpregunto el erizo verdoso.

ー Si, lo estoy, gracias a ti, gracias...ーle agradeció el camaleón morado.

ー ¿Un Zone Cop agradeciendo a un criminal? Vaya, que halago.ーdijo el erizo verdoso.

ー Eras un criminal, ahora eres de los nuestros.ーdijo el morado, para despedirse con la mano y correr hacia otros policías.

El erizo verde, se quedó mirando hacia donde habia corrido el camaleón morado, con las palabras dicho por él en su cabeza "Eres de los nuestros".

ー ¡Scourge vamos! ¿¡O te quedarás aquí?!ーoyó gritar de una voz femenina, giró la cabeza encontrándose con Rosy The Razcal, él sonrió disimuladamente y corrió hacia allá.

ー ¡Ya voy!ーgrito mientras corría hacia ella con una sonrisa.ー¿Me extrañaste tanto?ーdijo con un tono burlón, mientras se recostaba en la puerta abierta, la eriza estaba adentro del auto.

ー Si, si te extrañe tanto. Ahora sube al autoーdijo ella bufando, él rió y se metió en el auto.

[...]

Veía desde la ventana como los autos pasaban y las hermosas luces de la ciudad parpadeaban, todo era hermoso, atraparon a los sicarios y enserio hicieron un buen trabajo actuando, miro denuevo hacia el asiento de al lado, donde estaba el erizo verde, durmiendo, parece que tenía sueño, se sonrojo, ahora ese erizo ocupaba el 100% de su cerebro todo el tiempo y cuando lo veía su corazón latía, latía, latía y latía, loco como si explotaría en cualquier momento. Sonrió y se acercó a él, lentamente acerco sus labios a los de él, rozandolos hasta que lo beso, un beso suave, cálido, se separó y encontró una mirada azulada penetrante viéndola, se sonrojo más al darse cuenta que fue pillada con las manos en la masa. El erizo no dijo nada y se acercó a sus labios, uniéndonos, ella se sorprendió pero correspondió, era suave y lento, como si el tiempo bastará para siempre.

Se separaron y sonrojados, apartaron la mirada para la ventana, si se vieran ahora no sabían que palabra o que cosa hacer, ni razón había para ellos para besarse, se "odiaban", ¿verdad? La eriza tocó sus labios, se sonrojo, por pensar en eso, pero siguió viendo las luces, hermosas de la ciudad, esperando que en su "apartamento" no hubiera tanta incomodidad y pudiera irse a dormir.

El erizo estaba todo rojo, algo o mejor dicho alguien lo despertó de su sueño y cuando abrió los ojos era la eriza rosada con sus labios, la miraba fijamente, estaba un poco en shock, pero sólo la veía fijamente por lo hermosa que se veía y el placentero tacto de sus suaves labios en los suyos, cuando se apartó quiso seguir con ese beso, ese beso calmado y suave, él la "odia" ¿verdad?Suspiro cansado y frustrado, su mente y la cosa que esta palpitando como loco no se entienden en absoluto, sólo quería meterse en la cama y no pensar nada de esto, él era el típico mujeriego que sólo buscaba placer en las chicas, en cambio con ella, han pasado cosas distintas, él ha sentido su corazón latir fuertemente, sólo por verla o por tenerla tan cerca de él.

Enserio no lo entendía, giró su vista denuevo, viendo a la eriza, estaba miraba por la ventana, su hermosos jades resplandecientes, su pelo rosado oscurecido más de lo común por la poca luz que habia en el auto, su vestido rojo, que llevaba con una chaqueta negra, con sólo esas cosas se veía estúpidamente sexy, sus tacones negros, resaltaba sus hermosas piernas, apartó la mirada, si seguía viendo su amiguito estaría sufriendo en el pantalón, con sólo una mirada estaba excitado, sin ella haber hecho nada, dejo el peso de su cabeza en su mano mientras veía las luces de la ciudad, como la gente pasaba, muy pocos animales por las horas que eran, como habían negocios cerrados, todo eso hizo que se fuera de sus pensamientos y viera el paisaje.

[...]

Llegaron al "departamento", la eriza fue al baño, se quito el maquillaje que ya no soportaba, no era la típica chica que le gustaba tener millones de cosas en la cara para lucir fabulosa. Cuando iba a quitarse el vestido, no podía llegar al cierre, intentaba, pero era un caso perdido, sólo debía llamar a el único que se encontraba en el cuarto, si, Scourge. Se moriría de vergüenza si hiciera eso pero no dormiría con el vestido ese, era muy apretado en la cintura y eso restaba su cuerpo, pero era sumamente incómodo.

ー ¡S-Scourge!ーgrito ella tartamudeando, escucho unos pasos y pararon en la puerta. Vaya, que caballeroso no entrar así como loco.

ー ¿Si, que quieres?ーpregunto él atrás de la puerta.

ー Necesito ayuda, puedes entrar.ーdijo ella, sus mejillas estaban rojas.

El erizo verde, paso y la miro, con una cara dudosa, esperando que ella dijera la ayuda que necesitaba.

ー ¿Me ayudas con el cierre?ーpregunto ella bajando la cabeza, sus mejillas estaba... digo toda su cara estaba roja como un tomate, ya se parecía a Znuckles The equidna.

ー ¿Eh?ーél la vio incrédulo, sus mejillas se pusieron rojas, pero suspiro.ーDe acuerdo.ーdijo él para pasar atrás de ella, tomo el cierre y lo bajo, ella se estremeció, el pequeño toque que se daban al bajar la cremallera del vestido, la hizo estremecer y sus mejillas empezaron a arder.

El erizo verde, también estaba con sus mejillas calientes, ver la piel rosada de la espalda de la eriza, lo provocó, era una vista maravillosa, para él. Su pequeño cuerpo, su espalda toda brillosa por la luz de el baño, le daba una vista perfecta, giró la vista hacia otro lado al ver el rumbo de sus pensamientos, terminó de bajar el cierre hasta abajo, por la cintura muy cerca del trasero de la eriza, tenía que calmarse, esa vista le producía excitación sólo con ver, él ha visto una pila de espaldas desnudas. ¿Cómo esta en específica podía provocarle esto con sólo verla...?

ー Listo.ーdijo él, debía salir de ahí, antes de coger a su compañera y violarla o algo peor, salió de la habitación dejando a la eriza adentro, fue a su cama y se metió en ella. Suspiro, vio el techo y el beso que se dieron en el auto, lo hizo sonrojar, no sabía el porque, pero extrañaba los besos de esa eriza, sus cálidos y suaves labios en los suyos.

Se giró y se metió bajo la sábana que lo tapaba, quería dormir y olvidarse de esos sucesos y de la calentura que sentía en ese momento, cerró los ojos cayendo en los brazos de Morfeo.

Continuará●

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