💎 Crazy Diamond 💣

531 66 51
                                    

Josuke veía a Kira Yoshikage como alguien misterioso, pero agradable, y lindo, a ratos podía ser gracioso. Siendo consciente de que salía con alguien que le llevaba unos 17 años, estaban las cosas saliendo bien entre ambos, y eso lo sorprendía, siendo que, una relación así sonaba de lo más enferma, pero no resultó ser así en absoluto.

Su mamá ya sabía que se andaba teniendo encuentros con ese hombre, pero nada le podría replicar, ya que ella salió con uno que le sacaba más de 20 años, por lo que no estaba en la posición para regañarle por su nueva amistad. Aparte, no era como si Kira le tratará mal o le insinuara cosas, su relación era bastante casual, podía hablarle de todo y de nada a la vez; no hacían falta muchas palabras en realidad para que pasarán un buen rato, y eso lo apreciaba bastante, siendo un parlanchín.

Cualquiera que viera su relación con aquel hombre de lejos, pensaría que estaba loco, y más que nada viendo que se empezaron a hablar desde que ese hombre le ayudo con las compras, pero a Josuke realmente no le importaba mucho aquello ... No había nada entre ellos más que una solemne amistad entre un asunto y un menor, o eso le gustaba pensar.

La posibilidad de que Kira fuera un pedófilo ahí estaba, súper pequeñita, pero existía, y aunque debía admitir que le perturbara la idea, realmente no sonaba mal tener un romance con él, si es que, tuviera su edad. Amaría tener una relación con alguien que tuviera la misma madurez que Kira, pues, no sonaba para nada mal, pero de ahí a que tuviera una relación con el mismo Kira ... No, absolutamente no, no le va a arruinar la vida al pobre hombre sólo por un enamoramiento.

Las leyes son severas en Japón, por lo que, con que alguien sospechará de su relación con el mayor de edad, ya sería suficiente motivo para que una investigación se montará y la vida de su nuevo amigo se fuera por la borda. Realmente apreciaba a Yoshikage, y por eso, seguía al pie de la letra el como debían encontrarse alguna que otra vez cada que querían verse. El contexto no hacía ver aquellas palabras dirigidas con intenciones de amistad, más bien, parecían un intercambio de palabras entre dos amantes que no pueden amarse en público, por lo que se ven obligados a verse a escondidas.

Quitando eso, realmente sus encuentros eran de lo más casuales, al punto de que sí parecían una pareja, pero claro que no lo eran, más que nada por la brecha larga de años que hay entre ellos. Era raro ser amigo de un oficinista, debía admitir el mismo Josuke, pero no era desagradable, tenía sus cosas positivas; como la calma que rodeaba su estilo de vida, los tiempos libres, y sobre todo la ayuda que le ofrecía con las matemáticas, explicándole sin mucho esfuerzo los temas, ayudándole a comprender mejor de todo un poco.

De hecho, Kira acababa de ayudarle con un simple ejercicio que no entendió, y de ahí pudo impulsarse a hacer los otros problemas.

— Eres muy bueno con las matemáticas, me explicas muy bien. ¿Has considerado ser maestro?. — Comentó al aire, sonriente, sentado al lado del adulto. Se hallaban en el departamento del mismo, tomando un café con algún que otro pan que compraron por ahí.

Su acompañante, miró su taza por unos segundos antes de contestar, soltando una audible risa, casi como si fuese un susurro que sólo estuviera dedicado para el adolescente en la habitación, y nadie más supiera.

— Nunca lo he pensado, pero sería cansado. No soy muy paciente. — Le guiño el ojo, Josuke río un poco, y le tomó un poco más a su café. Miró en una de las decoraciones del apartamento de Kira, un diamante brillante, hermoso, y río un poco para sus adentros pensando en su stand.

Se recargo en el hombro del adulto, disfrutando de algunas de las canción de la radio. Su mano seguía el ritmo de las mismas, taradeando un poco, el adulto no tardó en unirsele. Aquello lo alegró, le gustaba conocer más a aquel hombre, en todos los aspectos, pues le fascinaba.

Movió un poco sus hombros a la par de la melodía, por parte de su contrarió, sólo movía su mano al ritmo. Sonrió un poco, sintiéndose seguro en el lugar, como si nada pudiera romper aquella burbuja de calma que ellos crearon.

— Tarareas bonito, Josuke. — Le halago el adulto, el adolescente le sonrió, un tanto sonrojado, pues nadie la había halagado de aquel modo. Una mano se posó en su mejilla, acariciándola; cerro sus ojos y recargo el peso de la misma en aquella mano, sabiendo de quién era, sosteniendo con su propia mano la del otro, como un gesto de, "no dejes de tocarme".

Aquel contacto estaba siendo de los más usuales entre los dos; cada que pasaba, siempre ocurría lo mismo. Ya sabía que venía, la mano libre de Kira ahora estaba en su cintura, acercándolo lentamente, como si fuera a besarlo. Nunca pasaba eso último, sólo le miraba intensamente, sin decir nada, simplemente besando su frente con afecto y terminaban riendo ambos con unas sonrisas plasmadas en sus rostros.

Eso iba a ocurrir ... O eso creyó. Sentir los labios ajenos sobre los suyos fue algo que no se esperó; abrió sus ojos con sorpresa, pero volvió a cerrarlos, pasando su mano libre el la nuca del adulto. No le disgustaba que le estuviera besando en ese momento ... De hecho, sus besos eran muy buenos, le gustaban, y mucho. No pensó con claridad, no supo ver la gravedad del asunto; su pobre persona sólo podía pensar en una cosa: lo bien que besaba el adulto.

El tiempo no lo sintió, sólo sabía que estaba siendo besado y que le gustaba, tan cual, su chip pareció apagarse por unos momentos, al punto de que el pobre ni notaba que subían de intensidad. Cuando se separaron, el silencio reino, llenado sólo por sus risas incómodas por lo hecho.

[Obsesión Ascendente] (KiraJosu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora