💎 Bold of you 💣

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Josuke se sentía como un verdadero imbécil, nunca antes se había sentido tan estúpido en toda su existencia, estaba arrepintiéndose de tantas cosas que sentía que iba a llorar lo suficiente para llenar una maldita alberca de 10 metros de profundidad, todo después de que encontrará a Kira mal herido y todo saliera a la luz, con esa huida que tuvo y el testimonio de su amigo como el de su sobrino. Estaba simplemente encerrado en su habitación, no tenía ganas de salir para nada, ni siquiera para comer, cosa que preocupaba enormemente a su madre, quien siempre trataba de hacerle platica para descubrir que pasaba, aunque estuviera afuera de su puerta, dejándole la comida a su hijo, y venía a recoger los platos sucios con paciencia, pero nunca sacaba nada, Josuke simplemente se negaba a hablar o contar de lo que le estaba pasando. Ni siquiera Koichi, incluso Okuyasu, lograron sacarlo o de mínimo tener un indicio de lo que le pasaba al otro, parecía que no saldría de ahí en algún momento cercano, nadie era capaz de saber que le pasaba... Bueno, casi nadie, Jotaro ya tenía una idea al respecto, de hecho, creía que eso estaba pasando.

─ Gracias por venir señor Kujo. ─ La madre del mismo le llamo, con la intención de que le ayudará a sacar a Josuke de su habitación, y aunque ya quería venir irlo haciendo por su cuenta, le pareció apropiado que primero su madre le llamará y no verse como un entrometido de mucho cuidado.

─ No agradezca. ─ Y una vez dijo eso, se dirigió plenamente a lo que iba, mientras Tomoko Higashikata tomo un respiro, y fue a hacer las compras, confiando plenamente en el familiar, tratando de no agobiarse con lo que fuera a pasar en ese lapso de tiempo en el que estuviera ausente. Trataba de ser positiva con el asunto y darle el visto bueno, no estar del todo pegada al lado negativo, aunque eso se hiciera más díficil entre más no le hallaba solución al tema.

Por parte de Jotaro, quien ya estaba al frente de la puerta de la habitación de Josuke, se encontraba calmado en cierto modo, la casa se hallaba silenciosa y la única cosa que era audible, era el sonido de un piano, se notaba por el sonido de las teclas que debía de ser uno para infantes, pero aún así, sonaba lindo a su manera, era como una vieja melodía que trataba de seguir existiendo aunque supiera que su final estaba cerca.

─ Josuke, soy yo. ─ En cuanto se pronuncio, el piano se detuvo abruptamente.

─ Ah, Jotaro, eres tú. ¿Te has venido a burlar de mí?, ¿Me viniste a restregar en la cara que me equivoque con Kira y que lo deje ir?. ─ Justo como lo había sospechado Jotaro, ese era el problema, el descubrimiento de que Kira Yoshikage era el asesino de mujeres que tanto estaban buscando. Sabiendo que Josuke salía con él, debido a una charla muy acalorada que tuvieron respecto a la elección de pareja que tenía el de dieciséis años, ya sabía desde el momento que él mismo hizo su huida, el corazón del menor debio romperse de la tristeza.

─ Para nada, no es eso. ─ Pisadas del otro lado de la puerta se escucharon sonar, la puerta se abrió un poco, revelando el rostro de Josuke, no lucía tan demacrado, aún seguía viendosé bello, hermoso, pero era notoria aún así la tristeza en su rostro, el que no comía mucho a pesar de que a veces agarraba de la comida de su madre.

─ ¿Entonces?, ¿Por qué estás aquí?. Tú nunca me vienes a ver si crees que algo que yo haga algo que vaya a afectar la investigación, o me vengas a pedir permiso para ver animales en el acuario.  ─ Sonaba muy herido, se le veía herido, Josuke era ahora, en esencia, una gacela herida que no podría retomar su vuelo y estaba ocultándose para morir en la soledad, sin que venga un depredador, aunque aquello no fuera parte de su comportamiento usual y de hecho, estuviera muy fuera de lugar.

─ Estoy evitando que te arruines, eso hago, tu bienestar es una prioridad para mí. ─ Josuke trato de cerrarle la puerta en la cara, pero Jotaro evito eso apoyandose su peso en su brazo, mantenido la misma entreabierta, y eventualmente, abrió la misma y se adentro al desastre de la habitación de Josuke. Tomando al mismo por los hombros, cerrando la puerta, lo acorralo en la misma y se mantuvo analizando su aspecto. Observo con cierto desagrado ver los chupetones y mordidas aún visibles en el cuello del otro, deteniendosé en cuanto noto que el otro comenzo a sollozar, casi silenciosamente, pero no lograndolo del todo.

─ Sólo- No quería creer que fuera él, no lo quise ver, trate de siempre creer que era inocente y no era un asesino, y me equivoque. ─ A penas logró decir, con la voz queda, sintiendo que se desmoronaba en aquel espacio reducido, sin reaccionar en cuanto Jotaro lo atrajo hacía él, abrazándolo con delicadeza, entendiendo su dolor. Era consciente de que Josuke aún era joven, le faltaba aprender aún de la gente, madurar, ser centrado en lo que quería de la vida; por ende, trataba de ser, el soporte que Josuke necesitaba en aquel momento, un hombro en el que llorar, descargar sus penas, y dejarlo todo salir.

Sería muy atrevido de su parte, decir que comprendía el dolor de Josuke, que ya lo había sentido, pero eso sería una mentira y él odiaba aquellas cosas con todo fervor. Sólo le quedaba estar al tanto de lo que le pasaría a aquel sujeto, y desaparecerlo antes de que Josuke sufra más con su sola existencia... Y pensar que todo lo descubrió yendo a preguntar por el dueño de un traje, cuya sola conexión era un mísero botón, para que así todo logrará salir a la luz y se descubriera la mentira que ese asesino le mantenía a Josuke.

[Obsesión Ascendente] (KiraJosu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora