💎 Boomer 💣

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— ¿Me estás pidiendo enserio ayuda para saber que tanto hace Josuke?. — Resonó una voz infantil, que tenía en sus manos una taza de té de frutos rojos, con una mirada confundida mientras escuchaba lo que le pedía el tipo de 1'95 metros sentado en el colchón de su sala de estar. El tipo llevaba más de media hora ahí tratando de sacarle información sobre lo que tanto hacía el adolescente después de las reuniones usuales que tenía con, su grupo raro llamado la Dwang gang o alguna cosa así que a cualquier menor de 10 años no le importaría en lo absoluto. Mientras ella tomaba de su bebida, el contrario parecía no querer perder el tiempo.

No era de menos que la niña a la que tanto le pedían detalles y ayuda, era la misma que tenía un stand que sacaba y convertía el alma en peluches. Su apariencia seguía siendo la misma, su casa era dentro de lo que cabía de lo más usual, aunque fuera extrañamente grande para alguien tan pequeña pareciendo que vivía sola. Ella sabía mucho más de lo que debería acerca de lo que tanto hace Josuke por las tardes, llendo con ese adulto que tenía pinta de David Bowie con ese stand de gato rosado con ojos rojos que tenía la facha de ser delicuente.

Ella sí podía presumir que era cercana con el de cabellos extravagantes, aunque sólo le hubiera explicado porque su tan amado Kira le quiso explotar la cara, el que le contará todo el chisme sin censura estaba de perlas. Si eso no era confianza, ella ya no sabía que era esa cosa, estaba con un privilegio que aparentemente casi nadie poseía, excepto Tomoko, ella sabe lo del adulto ese, sólo porque no puede reclamarle a su hijo ya que ella hizo lo mismo. Podía decirse que estaba a un nivel superior. Y por supuesto, al estar en ese nivel, no le diría para nada al adulto todo lo que sabía, porque aparte de que técnicamente estaría traicionando a Josuke, todo lo que tiene que ver con esa relación definitivamente le caería mal al adulto. Dejando de lado que al mismo le debía un poco de nada, por ser su primer amigo en la vida al ser aquel que logró ver su "stand", como le llamaba él, y paso incontables tardes de diversión junto a su persona.

— Pues no mi ciela, eso debería decírtelo él, no yo. — Y con eso dicho, un bufido de frustración salió  del otro, que ya se estaba cansando de no tener resultados positivos con esto, cosa que le daba risa a la de menor edad, que estaba tratando de contener y no recibir un golpe. Jotaro se oculto en su gorra, con una expresión notable de molestia, mientras ella terminaba su té, y su stand libremente estaba merodeando por ahí creando canciones infantiles para usar luego en su tan lindo ataque especial de peluches. Dejando su taza en la pequeña mesa del comedor.

— Claramente no me lo dirá, sólo es un favor. — Se le notaba cansado, pobre hombre.

— ¿Y cómo sabes qué no?, ¿Tanto temes que te oculte cosas?, ¿O temes que lo termines odiando por lo que esconde?. — Parecía que Jotaro no tenía ganas de responder a nada de lo preguntado, cosa que ya le desvelaba bastante a la menor de edad, que sonrió con un toque de burla al estar en lo correcto, tomando una barra de chocolate de una cajita que estaba en la mesa, dándole un mordisco, tras haber retirado una parte de la envoltura lo suficientemente grande para que le diera uno.

Era divertido estar así, sintiéndose la que sabía más y la que no estaba en desventaja, era mucho mejor que ser una tímida y ser la sin amigos en la escuela, aunque técnicamente fuera amiga del chico más popular de primer año de Preparatoria, y eso le daba un montón de ventaja sobre las niñas de su curso. Lo orgullosa que estaba de su puesto de amiga de Josuke era todo para ella. Aunque eso le haga obtener miraditas asesinas de Kira Yoshikage, lo valía, tener una gran parte de su tiempo dedicado hacía ella hacía ver quien mandaba. Cualquiera desearía estar en su lugar, ser mimada y querida por Josuke es un privilegio que no muchos tienen, aparte de que, podía tenerlo a, casi cualquier hora para hablar de cualquier cosa, lo que era una cosa que no hacía con prácticamente nadie más, lo que la dejaba en un rango único.

Al final, tras ver que nada conseguiría de ella, Jotaro se termino yendo del lugar, y la de dejo a ella ahí, simplemente con una sonrisa victoriosa, que le dejo terminar de consumir sus postres hechos para el invitado. ¿Y eso porqué?, la comida no se desperdicia, dejarla ahí para que se echará a perder no le era una imagen muy agradable, sobre todo al haber pasado días en un ayuno aparentemente largo e interminable durante años, en los que cualquier porquería comestible que pusieran en la mesa era prácticamente el cielo, que jamás se dejaba desperdiciar en ninguna circunstancia. Más allá de eso, de sus experiencias, también era que necesitaba algo de energía para hacer un montón de cosas el día de hoy, porque necesitaba ver un tanto de cosas curiosas que necesitaba aclarar antes de abrir la boca.

— Kira Yoshikage, ¿Qué es lo que realmente buscas en realidad?. — Pensaba ella, mirando cierta foto que había sacado de una cámara de seguridad de cierto supermercado no hace mucho cuando iban a tirar cintas. A simple vista no había nada malo, sólo distinguías a Josuke haciendo las compras, pero si hacías un acercamiento a su cara, había cierta expresión de incomodidad, junto cuando detrás de él se podía ver la figura de, el rubio que tanto se parecía a David Bowie, con un aparente semblante calmado, pero de que había un acercamiento inusual, lo había, aparte de qué, simplemente es raro ver la imagen sabiendo que Josuke debía de tener unos 14 o 15 años, ya que era del año pasado, y no estaba tan crecido como ahora, porque fue más o menos por esos años que se dio el estirón, y ella lo sabía por cuestiones de confianza, ya que sólo pregunto cuando el adolescente se dio el estirón y le respondieron.

Tras dejar los platos sucios en el lavabo para limpiarlos después, dio paso a su exhaustiva búsqueda para comprobar que era lo que realmente buscaba ese sujeto. No se iba a poner a juzgar a Josuke por sus decisiones sobre quien tenía como pareja y mucho menos entraría en la moral de decirle que lo que hacía, sólo porque nadie le pudiera reclamar, era realmente correcto, porque no estaba en la posición de decirle eso siendo que era como unos, 8 u 7 años menor que él, así que técnicamente su opinión no valía en este caso, porque no tenía por donde reclamar o hablar en realidad, ya que, no posee el derecho de hacerlo o de hacerle la de "amiga, date cuenta" porque no había por donde mostrarle el peligro al que se puede exponer estando con alguien que, prácticamente le venía siguiendo desde hacía un año o algo así, iba por ahí.

No era normal, ni le parecía sano, en absoluto, pero ¿Qué podía decir?. Aparte de ese factor, también estaba una cosa que le preocupo un poco que le menciono su amigo no hace mucho. La cosa iba así: Cuando Higashikata se quedo en la casa de ese sujeto en fines no cristianos, como le explico, pues a media mañana había como que una gotera en el lavabo de ese tipo, en buena voluntad, se lo arregla y encuentra un anillo atorado en el mismo. Se lo mostró por foto, y le recordaba bastante a uno que vio en un volante que encontró por ahí de una mujer desaparecida de la que no se sabía nada de nada. Debido a esto, le entró un poquito de mala espina, ya que era MUY reciente esa desaparición, y claro, antes de suponer cualquier cosa, primero a comprobar y quitarse cualquier sospecha, eso iba a hacer. Seguramente le explotaría el cerebro, pero lo valdría, porque se quitaba una duda y preocupación al menos, cosa que sería apreciada y complicaría menos el hablarle cuando se presentará por mera casualidad.

[Obsesión Ascendente] (KiraJosu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora