Kira sentía demasiada ansiedad; desde aquel arrebato de consciencia que tuvo al besar al menor de edad, su consciencia no dejaba de estar ansiosa; aunque Josuke buscará que las cosas entre ambos no fueran tan incómodas después de ello, era inevitable no recordar aquella sensación, o en no pensar en repetirla, aunque supiera que estaba mal ... Debía ser normal, a su parecer, después de todo, era la primera vez que Kira no sólo deseaba las manos de una persona. Estaba cautivado por, básicamente todo el cuerpo como personalidad de una persona, y ello era una sensación nueva, adictiva, que no podía dejar como si nada.
Kira no sólo deseaba las manos de Josuke para sus fines, si no, lo deseaba todo de él. Cuando decía todo, realmente decía todo; quería sus sonrisas dedicadas hacía él, deseaba ser aquel que las pusieras, así como, ser el causante de que desapareciera, de ser el que logrará conocer cada faceta, cada expresión, cada tono de voz que el otro pudiera ofrecer ... Quería todo de ese chico, sólo para él, y sabía que el sólo buscar eso era más daño que bien, más que nada para Josuke que para su persona, hablando con la total sinceridad.
Era enferma la sola idea de partir a una persona en cualquier modo para que te quedarás con todo, él lo sabía, y sin embargo, no dejaba en paz la sola idea de poder tener a alguien tan especial como ese chico de copete, al punto de que podría considerarse un obsesionado con la misma. Le era tentadora, muy tentadora, la idea de simplemente quedarse con todo de él. Estaba enfermo, lo sabía muy bien desde el primer homicidio, pero ahora estaba avanzando a un adjetivo incluso más peligroso que ese, uno sería demente, otro más sería loco, capaz e incluso obsesivo era el que buscaba, aunque fuera más "aceptable" ese último, a decir verdad.
Menuda pena daba, él, un asesino, cayendo simplemente en los encantos de un adolescente. El punto de no retorno estaba a la vuelta de la esquina, y sin embargo, seguía caminando hacía él, sin poder poner trabas en su camino. Como si estuviera destinado a caer en esa obsesión sin retorno alguno, que esa simplemente aumentará, que sólo fuera en ascenso.
¿Fue la soledad quién impuso tal necesidad?, ¿Tan necesitado estaba de compañía decente?, ¿Necesitaba tanto preocuparse por alguien?. La respuesta siempre sería no, al estar aún con algún que otro asesinato, alguna mano, aunque durarán poco ... No era exactamente lo mismo que estar con el otro, pero le gustaba pensar que debía poner un alto a sus pensamientos, aunque fuera de forma temporal, y no salirse de control, o lastimar al otro.
La idea de hacer algo tan simple como lastimar le aterraba un poco, siendo que, simplemente conocer una faceta más que el otro no le mostrará a muchos, no haría nada bueno más que simplemente darle ese pensamiento de querer explotar aquello hasta que se aburriera. No veía posible eso, pero así usualmente eran las cosas.
¿Qué más se podía esperar de un asesino, de todos modos?; No sabía cuidar de otra persona, amar a alguien más que no fuera su seguridad, o conocer lo que es una relación saludable en realidad, sólo sabía fingir cortesía como amabilidad, alguna que otra aptitud que forma parte de eso, pero nada más. Realmente no sabía cómo expresar el afecto de forma saludable.
Su afecto podría considerarse destructivo; por más que le doliera admitirlo, esa era una verdad, simplemente podría romper al pobre Josuke en cualquier momento y él pensaría que está bien.
Suspiró, cansado, conociéndose. Sólo tres meses de hablarle y ya sentía que todo se iría cuesta abajo; lo mínimo que podría hacer para evitar el peor escenario que pudiera recrearse en su mente, era el de alejarse progresivamente hasta que el otro se cansará, pero parecía que no podría hacer eso, al verlo siempre buscándose un espacio entre tantas tareas y estudios para verle y estar a su lado.
Justo como en ese momento, que se hallaba su bella obsesión recostado en su regazo, tranquilo, calmado, descansando plácidamente tras ver una película de comedia romántica y haberle ayudado con algún tema. Paso sus manos, nervioso, por la cabellera despeinada del contrario, que simplemente se echó para abajo cuando logró acostarse. Si no fuera porque su musculatura resaltará su masculinidad, hubiera pensando a primer vistazo, de haberle visto de esta manera, que fuera una chica, al tener larga cabellos.
No eran tan largos, pero si lo suficiente para hacerle creer que fuera una con el cabello corto. Era una imágen linda la que tenía enfrente, trataba de memorizarla como pudiese para que, no se le olvidará del todo. Paso su pulgar por la comisura de los labios del otro, en aburrimiento, obteniendo una reacción inesperada del otro, quién pareció abrir la boca para meter su dedo a la misma.
Incómodo, simplemente quitó el pulgar; la boca de Josuke parecía cálida, y húmeda, como cualquier otra, pero esas características sonaban muy, muy sugestivas en cuanto les daba un contexto equivocado, subido de tono. ¿Y si Josuke hubiera hecho lo mismo, pero con otra cosa que no fuera su pulgar? ... La pregunto dejo a su mente fabricar alguna que otra idea, pero sólo eso, ideas, ningún plan que realmente fuera a ejecutar para hacerlas realidad.
A menos que, su contrario se lo pidiera; en ese caso ahí si no tendría de otra, pero vamos, eso nunca pasaría. Sólo es un adolescente, y aunque esas cosas tuvieran las hormonas hasta arriba junto a los cambios emocionales, no deberían ser tan estúpidos como para ir de calenturientos a acostarse con cualquiera. Eso sería estúpido, de hecho.
Y Josuke no era estúpido, él era un tanto lento, pero no tonto como para hacer tremenda tontería. Él era más que eso, por algo era su nueva diversión, si él hubiera sido como las demás personas, no estaría acostado en su regazo, al contrario, se hallaría totalmente muerto.
Nota de autora: 👏lean👏la👏 descripción👏antes👏de👏llevarse👏la👏decepción👏de👏su👏vida👏en👏una👏 historia👏
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[Obsesión Ascendente] (KiraJosu)
FanfictionKira Yoshikage sólo deseaba una vida pacífica, mientras Josuke Higashikata buscaba pasarla bien en los bullicios. En cuanto le conoce, su ritmo de vida se ve amenazado, porque sus manos ahora están en la mira. Y más porque él no deja de acercarse. ✓...