💎 Fort! Da! 💣

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"Dicen que las verdades te golpean como un tren".

Josuke esta vez iba sólo por las calles, sin ningún destino en general en particular en su mente, únicamente caminaba disfrutando la brisa del ambiente que daba el parque de su amado Morioh aprovechando que era fin de semana y no había nada más que hacer en particular en este día en específico, pues no había planeado una cita con Kira, no con sus amigos, mucho menos con Jotaro ... Aunque, seguro que ahora se le hacía más fácil hablarle, sobre todo porque en la exposición de aquel tiburón estuvo presente ayudando. Eso fue lo único bueno que salió de estar en busca de un asesino, cuyas huellas parecerían que jamás harían actos de presencia. Lo único que les dejo Shigechi, fue un botón, pero de su pequeña amiga, no se hubo hallado rastro, no dejo nada y sólo estaba su cara en un volante como una desaparición más; necesitaba un respiro de todo lo que estaba ocurriendo, perder a un número considerable de la gente que más consideraba cercana pero, eso no era lo peor, era que ese botón le era demasiado familiar, juraba verlo visto en algún lugar, y justamente, Kira viene diciendo que mando a arreglar su saco porque le faltaba un botón sospechosamente, al mismo tiempo que, Shigechi dejó justamente un botón como una pista del asesino. Sería muy pronto tomar sospechas, y realmente no quiere tenerlas, si Kira realmente fuera ese asesino, todo su mundo se derrumbaría sobre él. No podría con algo así, sentirse engañado de esa forma, sería de lo más humillante para su pobre persona y no podría soportarlo mucho, su corazón se rompería si dichas sospechas como casualidades fueran una cosa que no estuviera ahí para nada, y realmente esa persona que amaba fuera ... El sólo pensamiento detuvo su caminata, y mejor busco un lugar donde sentarse.

Todos son inocentes hasta que se demuestre lo contrario, eso es algo que le dejaron en claro hacía bastante tiempo, pero ¿Acaso aquellas cosas que lo estaban llevando a sospechar no era suficiente prueba para poder considerarlo como un fuerte sospechoso?, ¿O sólo estaba siendo paranoico?. Fuera cual fuera el caso, definitivamente no le hacía bien pensar sobre ello, le estaba bajando bastante el humor y no quería eso, le traería arrugas a la cara y no quería que aquello le pasará. Un simple suspiro fue de las pocas cosas que salieron de su boca, seguido de un quejido muy suave al ver una presencia que ya conocía muy bien venir. Esa vestimenta blanca le era muy conocida, familiar, sabía de quien era pues reconocería aquella vestimenta donde fuera que la viera.

─ Hey, Jotaro. ─ Saludo en cuanto vio que tomo asiento a su lado aquel adulto, sus miradas cruzaron un momento, la mirada inquisitiva de Jotaro, contra aquella tan inquieta del adolescente, y fueron separadas por aquel cuyos pensamientos no estaban del todo en orden y necesitaban tiempo para ordenarse y permitirle decidir que hacer.

─  No te ves muy bien Josuke, ¿Ocurrió algo?, no es muy propio de ti andar sólo por ahí. ─  Pareciera que Jotaro si se tomaba la molestia de al menos preocuparse por él, ¿Sería por pedirle ayuda con el nombre del tiburón?, posiblemente, de otro modo no lo tendría ahí preguntando si estaba bien, mal, o algo parecido, porque no era tan importante alguien que era más un bastardo en la familia de los Joestars que causo un escandalo en la misma por el simple hecho de ser la prueba viviente de que Joseph tuvo un amorío.

Usualmente Kira le animaba diciéndole que su existencia fue lo mejor que pudo haberle pasado en la vida, pero muchas veces, aunque el mismo se lo dijera una incontable cantidad de ocasiones, simplemente no podía evitarlo.

─  Es una tonta cosa de adolescente, no te preocupes mucho por ello.

─  Me preocupa inmediatamente si te afecta. No puedes andar por tu cuenta en estos días considerando al asesino.

Josuke soltó una risa leve, una lágrima traicionera surco su mejilla de forma rápida y efímera, que termino en el suelo de forma inmediata. Jotaro se alarmo un poco, parecía que atrapo a su tío en medio de un bajón, pero un bajón muy fuerte a su parecer. Nunca había visto a ese adolescente soltar una lágrima en todo lo que llevaban de conocerse. Josuke sonrió de forma dolorosa y forzada, pues- si lo que pensaba era cierto, entonces, ¿De qué se preocupaba? si realmente era la cosa más preciada de ese asesino, si no estaba equivocado en sus suposiciones, entonces estaba más que a salvo.

─  Creo que esa es la menor de mis preocupaciones.

─  Y yo creo, que necesitas decir que tanto te pasa.

Un brazo rodeándole le hizo sorprenderse, miró la cara relajada del adulto, y se sintió protegido; tembló un poco antes de terminar abrazándole fuertemente, lágrimas de incertidumbre, miedo, decepción salían de él. Jotaro sólo se mantuvo al margen, era de mínimo lo que podía hacer, no podía abrazarlo con la misma fuerza sin saber que cosa le dio tal bajón al adolescente que estaba abrazándolo en ese mismo instante, aún así, estaba bien con ello. Tratar con adolescentes no era tan sencillo, lo mejor era dejarlos equivocarse y vieran sus errores por su cuenta, sólo guiarlos a que tengan mejor visión de que quieren hacer y corregirlos cuando hacía falta ya bastaba.

Josuke ocultaba tantas cosas, pese a tener una apariencia de maleante, tenía un corazón amable y lleno de bondad; ¿Qué tanto habrá aguantado?, puede que no haya sufrido tanto como otras personas que había conocido a lo largo de su vida, pero minimizar su sufrimiento no era algo que iba a hacer, ni iba a empezar ahora, por ende, sólo estaba ahí, consolando de alguna manera la incertidumbre de aquel adolescente tan lejano y cercano a la vez. Le daba curiosidad saber a que se debía la misma, pero no parecía ser el momento de ir preguntándole, era cuestión de esperar.

NotaDeAutora: Los muertos reviven, yo revivo.


[Obsesión Ascendente] (KiraJosu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora