"Batalla"

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Antes de comenzar el capítulo, se recomienda leerlo escuchando Secret de The Pierces para mejor ambientación

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Antes de comenzar el capítulo, se recomienda leerlo escuchando Secret de The Pierces para mejor ambientación.

Wanda P. O. V.

Entonces, ahí comenzó todo. Peleando y luchando contra Greta Evans, quien te quiere matar, y yo defender, ella me golpea con aquel pedazo de madera (el cual tomó de un pedazo de pared que estaba roto) haciendo que caiga al suelo, mientras yo, trato de hacer lo posible para golpearla y defenderme a mi y a ti. Ella se aventaba encima mío y yo trataba de ahorcarla. Pero no funcionó, ella solo me golpeó en el rostro provocando que mis ojos se sintieran cansados, mi cuerpo se encontraba sin poder reaccionar, mi vista se encontraba borrosa. Ella se alejo por un momento de mi, para recoger el arma que estaba lejos de nosotras antes, ¿dónde mierda estabas? No estabas en wurl lugar, ni cerca, ni siquiera sé si en verdad te importaba.

Me levante del suelo con dificultad y camine hacia las escaleras, me dolía el cuerpo en ese momento, podía sentir el calor recorrer por cada lugar de mi cuerpo viviente, pero también el frío del aire que entraba por algunas ventanas abiertas o mejor dicho, rotas. La sangre no paraba, y creía que en algún momento moriría, pero aún así, seguía luchando, mientras ella gritaba a mi dirección, ni siquiera sé dónde estabas, te habías desaparecido, y eso me provocaba un miedo terrible; subí las escaleras intentando ser rápida pero no podía, seguía cayendo, ¿por qué diablos sigo luchando contra ella? Debería dejar de luchar, dejarme ir y dejar que ella vaya por ti y te mate, que te torture como tu lo hiciste conmigo.

Debía dejarme ir también.
Debía, debía haber dejado que me matará en aquel momento...

Pero no lo hice, seguí ahí luchando por ti, y mis ojos se encuentran cansados, parpadeaba ya con lentitud, mientras escuchaba un arma comenzar a cargarse (una vez más), llegué a una habitación y la cerré detrás de mi, necesitaba descansar por lo menos un rato, cerré los ojos con cuidado, soltando un suspiro, lo último que pude ver fue la luz de la luna entrar por la ventana, y escuchar gritos y golpes, mientras de fondo estaba el canto de la lluvia de afuera.

La puerta me golpeó, y eso provocó que soltara un quejido, mire la puerta, seguía siendo de noche y la luz de la luna seguía brillando toda la casa, y la lluvia seguía cayendo, la puerta se encontraba siendo golpeada, gritos de ella estabas al otro lado de ella, me levante reteniendo la puerta para ponerle seguro, me aleje de ella retrocediendo en aquel momento hasta que sentí un cuerpo detrás de mí, voltee a verte, y tu me tomaste por los hombros, me miraste de arriba a abajo, preocupado, me estabas revisando, revisando que estuviera bien, pero no lo estaba, me encontraba con golpes, un disparo y heridas abiertas en algunas partes de mi cuerpo, pero seguía de pie por el miedo de morir.

—Vete, Eva —comentaste por fin, yo te observe confundida, ¿qué querías decir exactamente? Me tomaste del rostro y me besaste en los labios por última vez, o en aquel momento pensé.

Negué con la cabeza, lágrimas comenzaron hacer que mi vista se volviera algo borrosa—. No, no te dejaré solo. Yo...

—¡Eva! —exclamaste haciendo que te mirará fijamente a los ojos, acariciaste mi mejilla con una sonrisa pequeña, y lo sabía que no tenías la máscara puesta—. Por favor, pierde el miedo. Vete de aquí, quiero que te vayas de esta casa, de mi casa, porque quieras o no, sigue siendo mía, y quiero que te vayas lo antes posible...

—No, no y no... ¡No te dejaré, Brahms! —grité tomandote de las mangas de tu cardigan, tu rostro se transformo en uno sin sentimientos, tu sonrisa ya no estaba, me tomaste de los hombros con fuerza y me empujaste con una de las paredes, comencé a tenerte miedo.

—¡Quiero que te vayas de aquí, Eva! ¡Ya no te quiero conmigo! ¡Quiero que te larges y no vuelvas nunca más, vete, y no regreses hasta que se haga de tarde y ya no escuches ruidos. ¡Vete! —gritaste, tu agarre me comenzaba a doler, quizás, era bueno irme, pero te amaba tanto en ese momento como para querer dejarte ir—. Ella está en los pasadizos —comentaste cuando ambos escuchamos ruidos entre las paredes—. Vete ahora.

Y me soltaste, y yo, solo te mire, quería quedarme, quería decirte muchas cosas en ese momento, pero no salían, solo me abriste la puerta y yo salí disparada para afuera de la casa. Corrí por los pasillos, lágrimas caían de mis ojos, recorriendo mis mejillas hasta caer al suelo o a mi cuello, la sangre seguía saliendo como también me encontraba manchada de ella de las manos y parte de mi vestimenta y rostro. Disparos se comenzaron a escuchar cuando llegué abajo de las escaleras, abrí la puerta principal y la cerré detrás de mi, bajé las escaleras de la entrada y seguí corriendo, alejándome de la casa.

Quería regresar, quedarme a tu lado, pero no lo hice... Y quizás fue porque en realidad me quedé con tus palabras en la mente, me las tomé muy en serio, tu "no te quiero" había atravesado mi corazón como cuando descubres que la personas que amas se encuentra comprometido o besándose con otra persona, y dentro de ti sabes que aquella persona es mejor que tu pero para evitar pensar en eso, solo enfocas tu odio hacia aquella persona.

¿En realidad lo que me dijiste fue cierto? Había sido engañada todo este tiempo, y nunca me di cuenta. Los disparos seguían escuchandose, la lluvia seguía cayendo y escuchandose los truenos, entonces tropecé, caí al suelo en donde volví a cerrar los ojos, y me deje llevar.

Unos pasos me hizo despertar, no sabía que hora era pero seguía siendo un poco de noche, y yo seguía escondida detrás de una pared que estaba a lado de un árbol, me quedé ahí y me tape la boca con mis ambas manos, estaba temblando pero hacía lo posible para no hacer ruido, pero entonces observe sus pies, estabas delante de mí, y yo levante la mirada, estabas sangrando, y demasiado, tenías sangre en tu abdomen, te habían disparado ahí, te caíste de rodillas y yo solo me acerque a ti para tomar tu rostro, recosté tu cabeza en mi regazo, y levante tu camisa para poder ver la herida.

No había cura.
Ibas a morir en ese momento, y mis lágrimas caían hacia tu rostro, intente quitartelas pero me tomaste de la muñeca, estabas sin poder hablar, pero juntaste todo el valor para hacerlo por fin.

—Te amo, Eva —confesaste, y yo negué varias veces, tomé tus dos manos, y con una, la lleve a mi mejilla, quería sentir tu tacto—. E-ella... Esta, muerta —tartamudeaste, estabas temblando tu también.

Junte nuestras frentes.

—Yo también te amo, Brahms —y te besé en los labios por última vez, tu cerraste los ojos y un último suspiro salió de tus labios, y yo solo grite ante tu partida.

Y ahora me encuentro aquí, delante de un oficial, en la comisaría, hablando de lo sucedido cambiando las cosas, cambiando la historia. Al parecer, teniendo tu muerte y la de Greta, eso hizo que sólo pusiera verme como la única víctima que pudo salvarse.























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Y fin, acabamos con la historia.
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𝐏𝐢𝐞𝐫𝐝𝐞 𝐞𝐥 𝐌𝐢𝐞𝐝𝐨 || ʙʀᴀʜᴍꜱ ʜᴇᴇʟꜱʜɪʀᴇ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora