"Memorias"

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Antes de que comiencen el capítulo, me encantaría que lo hagan escuchando la canción Sober de Demi Lovato para darle más ambiente al capítulo

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Antes de que comiencen el capítulo, me encantaría que lo hagan escuchando la canción Sober de Demi Lovato para darle más ambiente al capítulo.

Wanda P. O. V.

Me dolía el cuerpo, podía sentir el calor recorrer por cada lugar de mi cuerpo viviente, pero también el frío del aire que entraba por algunas ventanas abiertas. La sangre no paraba, y creía que en algún momento moriría, pero aún así, seguía luchando, mientras ella gritaba a mi dirección, ni siquiera sé dónde estabas, te habías desaparecido, y eso me provocaba un miedo terrible subí las escaleras intentando ser rápida pero no podía, seguía cayendo, ¿por qué diablos sigo luchando contra ella? Debería dejar de luchar, dejarme ir y dejar que ella vaya por ti y te mate, que te torture como tu lo hiciste conmigo.

Fui violada por ti, fui acosada por ti, pero estoy aquí luchando por ti, y mis ojos se encuentran cansados, parpadeo ya con lentitud, mientras escucho un arma comenzar a cargarse, llegué a una habitación y la cerré detrás de mi, necesitaba descansar por lo menos un rato, cerré los ojos con cuidado, soltando un suspiro, lo último que pude ver fue la luz de la luna entrar por la ventana, y escuchar gritos y golpes, mientras de fondo estaba el canto de la lluvia de afuera.

Abrí los ojos y lo primero que vi fue a la perra, estaba a mi lado de la cama, enfrente mío, lambía mi rostro mientras soltaba algunos ladridos, se incorpore en la cama, mientras la perra saltaba a mi regazo para que la acariciara. Y así fue, pero había algo en mi inconsciente que me hacía preocuparme por ti, me levante de la cama y comencé a caminar hacia la puerta, la abrí y seguí caminando hasta bajar las escaleras, al llegar a la cocina, ahí estabas tu, tomando una taza, la llevaste a tus labios verdaderos y bebiste de lo que había adentro, dejé a la perra en el suelo y me acerque a ti confundida.

¿Qué hacías despierto? ¿No sé supone que yo era la que debía despertarte y todo eso?

—¿Qué haces, Brahms? —pregunté confundida, para poner el agua a calentar, me iba a preparar un café.

Tu solo levantaste la mirada y me observarste fijamente a los ojos.

—¿Brahms? ¿Pasa algo? —volví a preguntar, per esta vez, me acerque a ti, toqué tu brazo intentando que salieras de tu transe, si es que estabas en uno, te observe parpadear, bajaste la mirada hacia la taza—. ¿Brahms? Contestame, por favor.

—¿Por qué me odias? —preguntaste, y eso me sorprendió, me senté a tu lado para verte mejor, y tu, sólo seguiste observando la taza y su líquido.

—Porqué haces cosas malas —dije en un murmuró casi inexistente. Pero lo escuchaste, porque levantaste la mirada a verme un vez más, y yo me quedé nerviosa, los vellos de mis brazos se levantaron, y un frío sentí en ese momento—. Haces cosas malas, que no todo ser humano haría, porque ellos mismo se dicen llamar buenos. Al niveles de maldad, y tu Brahms, sobre pasaste el nivel de maldad.

—¿Cómo puedo ser bueno para ti? —preguntaste por segunda vez, y en esta agarraste mi mano, yo solo intente controlar mi miedo.

—Brahms... Las personas buenas, nos preocupamos por los demás, deseamos que estén bien y felices, aunque no estén con nosotros —comente intentando que entendieras la realidad de las cosas, pero tu solo te levantaste y yo solo me intente alejar, tu te agachaste a mi lado, y me tomaste de los hombro para que me diera media vuelta para verte, llevaste tu mano a mi mejilla, la cual, acariciaste—. Deben tener libertar, Brahms...

—¿Cómo en los libros? —preguntaste, y en ese momento, todo se volvió confuso para mí, ¿libros? Entonces entendí, eres inteligente, sabes diferenciar lo bueno y lo malo, pero tratas de hacerte el maldito imbecil inocente, cosa que no eres, la ira se estaba apoderando en mi, pero tu... Solo continúas acariciando mi mejilla, hasta que subiste tu mano, y ahí, empezaron tus acaricias a todo mi rostro—. ¿Por qué Hades no lo hizo? —esa fue tu siguiente pregunta, y esta vez, entendí lo que tratabas de decir.

Con una sola historia, te hizo confundirte.

—Hades hizo mal en tener a Persefone a su lado a la fuerza —comenté—. No debió tenerla encerrada ahí, ni siquiera debió hacer que comiera algo que le haría un mal. Su madre se preocupo mucho por ella, y cuando supo...

—Sé la historia —contestaste por última vez, te levantaste una vez más y saliste de la cocina, dejandome sola. Pero tus acaricias seguían en mi rostro, no entendía el cómo era que podía ser sintiendolas.

Pasando las semanas, organice un pequeño picnic afuera de la casa, irías conmigo, y Leo también iría con nosotros, le había puesto leo a la perra, y al parecer, tu no tuviste problemas, es más, te agrado su nombre. El día estaba soleado y hermoso, mi vestido se movía de un lado hacia otro por el aire, al igual que mi cabello largo, tu no tenías la máscara puesta, pero la tenías en la mano.

Comencé a sacar todo lo que había en la canasta y acomodarlos en la pequeña sabana que estaba en el suelo, te podía ver jugar no muy lejos con la perra, ella se encontraba mejor de como la habíamos encontrado, pero seguía un poco lastimada, pero eso no le impedía el ya poder jugar.

—Brahms, ya está todo listo —comente para ti, y tu solo volteaste a verme, sonreíste para mi, y esta vez, sonreíste de una manera que mi corazón latió tan fuerte, pero no le tomé importancia, no tanto como el día de hoy.

Te acercaste y te sentaste, y partiste tu Sandwich en pedazos para darle algunos a la perra, y llevarte otros a la boca y masticarlos, por un momento, me sentí acosadora, porque te miraba demasiado. Pero dejé de sentirme mal, porque tu hacías lo mismo conmigo, y era mucho más morbosidad tu manera de hacerlo, que la mía. Tu lo hacías cuando yo dormía, y yo cuando tu te pudieras dar cuenta.

Odio sentir estos sentimientos hacia ti, odio sentir mi corazón later tan fuerte hacia ti, no debería, pero lo hago, este sentimiento no lo había sentido por nadie más que aquel chico que me había enamorado en la secundaria. Lo recordaba, Charlie era mi mejor amigo, o así era, hasta que se suicidó.

Es irónico como una persona que estaba mucho peor que tu te da ánimos, cuando ellos son los más afectados en la sociedad e intentan que sigas sobriviendo. Charlie lo hacía, y gracias a él, sigo viva, aquí parada, mientras él, él ya no está.

Entonces me di cuenta tarde pero lo hice.

Tu eras mi perdición total.


























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Espero que les haya gustado el capitulo, no olviden votar y comentar.

Eso me ayuda mucho en seguir con la historia.

Antes que procedír, me encantaría saber si alguien tiene una duda o pregunta de la historia o si quieren hacerme una pregunta personal a mi o a mi personaje, ya saben, y en el próximo capítulo, ya por terminar, contestar sus preguntas.

Adiós💙

𝐏𝐢𝐞𝐫𝐝𝐞 𝐞𝐥 𝐌𝐢𝐞𝐝𝐨 || ʙʀᴀʜᴍꜱ ʜᴇᴇʟꜱʜɪʀᴇ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora