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Lo que Jackson acaba de enunciar me dejo pasmada.

— No sabes lo que estás diciendo Jackson, sé que es broma.

— ¿Escuchaste eso?

— Sí.

Se escuchó un fuerte ruido, al parecer provino de la puerta principal de casa, creo que mi madre cambió de planes y decidió volver.

— Jackson tienes que irte, sin dudas mi madre ha regresado.

— Puedo esconderme.

— Por favor debes irte ahora.

— Bien, ¿Cómo saldré de aquí?

— Lamentablemente tendrás que salir por la ventana.

— Pasa buenas noches Sascha.

— Buenas noches.

Jackson trata de alcanzar el árbol que está frente a mi ventana con mucho esfuerzo, sin embargo, fue un fracaso. Cayó al suelo, solo espero que no se haya lastimado. Las horas pasaron rápido, son las 4 a.m. y ni siquiera lo había notado. Le escribo un mensaje para que me avise cuando llegue a casa. Voy directo a la cama, solo quiero dormir.

Mi cabeza está explotando por culpa de la resaca, tomo mi teléfono para ver la hora, son las 9:45 a.m. Luego veo un mensaje de Jackson:

"Buenos días amor, espero que hayas amanecido de maravilla. Llegué bien a casa pero me quedé dormido al instante, solo quiero darte las gracias por todo y también me disculpo por lo que dije anoche, solo fue una broma. Te quiero." Jackson.

Ni siquiera pienso contestar, no quiero hablar con él. Entro a la ducha y dejo que el agua caiga en mi cabeza, hace tiempo que no tenía una resaca como esta. Bajo para desayunar y por suerte mi madre está dormida, salgo a la farmacia por unas pastillas y en seguida vuelvo a casa.

Tomo las medicinas y me tumbo en la cama, llamo a Emma para saber de ella, hablamos tantas cosas que estuve pegada al celular durante tres horas. Al menos mi mente se ha despejado.

— ¡Hija!, ¿Cómo estás?

— Todo bien ma, ¿y tú?

— Muerta de resaca, mañana sale mi vuelo, te dejaré suficiente dinero para lo básico y si necesitas algo llamas a tu papá.

— Está bien. ¿Qué tal tu noche?

— Espectacular, iré a ducharme, espero que me acompañes al aeropuerto mañana.

— Claro que iré. Hay pastillas para la resaca en la cocina.

— Gracias cariño.

Miro hacia la ventana y solo recuerdo en lo que pasó esta madrugada. Mi mente no deja de pensar si Jackson sentirá algo por mí y no ha podido decírmelo o si será cierto que fue una broma. Abrazo fuerte mi almohada para imaginar que lo tengo en mis brazos. No puedo dejar de pensar en él, creo que lo mejor sería alejarme poco a poco y perseguir una historia nueva porque esto no me hace bien.

Cuando cierro mis ojos siempre está él, cada día crecen mis deseos. Creo que una imaginación más junto a él no sería un gran problema, trato de evitar hacerlo pero no puedo y decido entrar al juego otra vez.

Veo a Jackson entrando por mi ventana, viene directo hacia mi cama sin decir una palabra. Se desviste lentamente mientras me mira a los ojos y camina hacia mí, hala rápidamente mis piernas y me acerca hacia él. Solo centímetros separan nuestros labios, los latidos de mi corazón empiezan a intensificarse, simplemente el deseo de tenerlo se apodera de mí.

Jackson me toma por la cabeza y pasa su lengua por mi rostro como si estuviese degustando un delicioso helado, luego inicia a besar mis labios, suavemente me da mordiscos sin alejarse de mi boca ni un segundo. Me acuesta y besa todo mi cuello como un lobo feroz mientras pellizca mis pezones con fuerza, tanto así que siento un poco de dolor pero me encanta.

Puedo sentir mis entrepiernas tan mojadas como si hubiese estado dentro del mar, ni siquiera él ha tocado mi clítoris, este hombre es mágico. Jackson besa mis pezones con mucha pasión, no puedo evitar gritar su nombre. Sus dedos ya están en mi clítoris y los introduce en mi vagina una y otra vez mientras me retuerzo de placer. Casi estoy llegando al orgasmo, Jackson lo capta e inmediatamente se detiene y continúa besándome.

Nos acomodamos en la postura 69, él está debajo de mí besándome el clítoris e introduciendo su lengua en mi vagina, mientras pasa sus manos por mis nalgas yo chupo su pene una y otra vez. Lamo su glande y está bastante mojado, al mismo tiempo le doy suaves besos y delicados mordiscos. Jackson no deja de gritar mi nombre y gime cada vez más fuerte, de repente me da fuertes nalgadas y siento su semen tibio recorrer en mi boca, se siente delicioso.

Minutos después llego al orgasmo, estoy tan mojada, puedo sentir la humedad en mis entrepiernas. Me pongo frente a Jackson, y me siento encima de él, comienzo a frotar mi clítoris en su pene lentamente, nuestros cuerpos desprenden bastante sudor y nuestra respiración se intensifica más, los gemidos cada vez son más fuertes y el deseo crece.

Jackson se levanta y me coloca de espalda tumbada en la cama, inserta su pene con fuerza en mi vagina mientras me hala el cabello, sus movimientos son rápidos y perfectos, tanto así que no tardamos mucho en llegar al clímax nuevamente.

Estas imaginaciones me tienen flotando en mi propia cama, mi cuerpo está completamente sudado y mi clítoris se contrae una y otra vez. Solo mis pensamientos permiten que nuestros cuerpos se conviertan en uno solo, aunque no es real no es tan malo. Es mejor que busque el sueño, mañana será un día largo.

El dolor de cabeza se ha ido, papá vino a casa para llevarnos a mi madre y a mí al aeropuerto, sin duda será un maravilloso día. Entramos las maletas al auto y nos vamos. Reviso mis redes sociales y aun Jackson continúa escribiéndome pero no quiero contestar, mi paz mental no es negociable.

Luego de varias horas al fin en casa, me ducho para preparar la cena. No tengo dudas de que estos días de soledad me harán muy bien. Abro el refrigerador y observo que hay mientras decido que preparar. No se me ocurre absolutamente nada, afortunadamente estoy sola y puedo resolver la cena más tarde.

Repentinamente alguien golpea la puerta una y otra vez, me pregunto quién será a esta hora.

— ¿Quién es?

Nadie contesta. Camino hacia la puerta para ver de quién se trata, no es nada más ni nada menos que Jackson.

Otra realidad en la imaginaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora