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Solo lo miro y sonrío, Jackson me toma de la mano y me guía hacia el Jacuzzi. Entramos, el agua esta tibia al igual que su cuerpo. Él inicia a deslizar sus manos por todo mi cuerpo, me siento tan relajada como si estuviese en un sueño, iniciamos a besarnos muy despacio, sin desperdiciar ni un centímetro de nuestros labios aprovechando cada segundo.

Jackson me toma por el cuello y me recuesta, rápidamente abre mis piernas y me toca suavemente el clítoris mientras continua besándome. Nuestras lenguas se unen mientras nuestros labios protagonizan una dulce guerra pacifica que cada minuto que pasa me envuelve más.

Él introduce su cabeza en el agua, siento sus labios besar mi clítoris, se siente increíble. Con su lengua hace rápidos movimientos que hacen que gima como una loca. Falta muy poco para que llegue al orgasmo pero Jackson se detuvo sacando su cabeza del agua. Con sus fuertes brazos enlaza mi cintura y baja mi cuerpo un poco acercándome más a él, siento su pene frotar mi clítoris y no puedo evitar arañar fuerte su espalda.

Se pone de pie y me toma suavemente por el cabello mientras va acercando su pene a mi boca. Inmediatamente paso mi lengua sobre su glande y lo llevo por completo a mi boca, saboreando cada parte de su pene como un delicioso manjar, una y otra vez lo beso hasta hacerlo sentir que ya no pueda más.

Con sus suaves manos me indica que pare, baja y me recuesta nuevamente se coloca encima de mí y frota suavemente su pene en mi clítoris, mientras lame con mucha dedicación mis pezones, estoy en el paraíso. Siento tanto placer que estoy automáticamente desconectada con el mundo, nada me importa en este momento solo nosotros dos viviendo este maravilloso momento.

Ambos gemimos sin parar, miro detenidamente a Jackson admirando cada gesto de su rostro producido por el maravilloso placer que está sintiendo. Despacio introduce su pene en mi vagina, si, el momento esperado a llegado, al fin lo tengo dentro de mi realmente no en mis imaginaciones que al final dejaban un gran vacío en mi interior. Mientras Jackson me hace el amor es como si mi vida se completara, como si cada noche de esas que pase sola pensando en él valieran la pena, lo abrazo fuerte y ambos llegamos al clímax.

Siento como su pene se contrae una y otra vez al igual que mi clítoris, gemimos muy fuerte como si estuviésemos en un desierto, es nuestro momento y hay que vivirlo al máximo. Nuestra respiración aumenta, al igual que nuestro ritmo cardíaco, nuestros cuerpos tiemblan mientras nuestra piel se eriza.

Sin enunciar una palabra Jackson me abraza y descansa en mi pecho, acaricio con cariño su cabello una y otra vez.

— ¿Te gustó mi amor?

— Si mi rey mucho, ¿Y a ti?

— Me encantó. Pero sabes que aún no hemos terminado verdad.

— Ja, ja, ja, lo sé mi amor.

— ¿Qué tal si nos duchamos?

— Perfecto así pedimos la cena.

— ¡Bien!

Nos duchamos juntos y nos ayudamos a esparcir el gel por nuestros cuerpos, jugamos con la espuma haciéndonos dibujos muy locos, no paramos de reír.

— ¿Qué desea cenar la princesa más hermosa que conozco?

— Oye me harás sonrojar.

— Quiero hacerlo toda mi vida, solo eso deseo.

— Te quiero tanto.

— Yo también te quiero muchísimo.

Salimos del baño y veo otro vestido en la cama.

— Jackson, ¿Y este vestido?

— Para que lo uses esta noche, pensaste que cenaríamos en la habitación como dos fugitivos.

— ¿Cuál es tu plan amor?

— Tranquila solo iremos al restaurante del hotel cariño.

Media hora después bajamos a cenar, el restaurante es muy bonito y tiene un toque de sencillez que lo hace perfecto. Un amable mesero nos trae el menú, pedimos unos tragos mientras decidimos que cenaremos. Miro a Jackson detenidamente como si el mundo girara en torno a él, me sonríe y acaricia mi rostro dulcemente.

Decidimos cenar lasaña, comimos tanto que quedamos bobos. Nos hacemos unas fotos para recordar este maravilloso día. Ambos tenemos el teléfono modo avión para que nadie nos moleste, pero mejor llamo a papá para que no vaya a preocuparse. Le dije que estaba de salida con unas amigas y me dijo que estaba a punto de llamar a la policía.

— Todo está bien amor.

— Si, solo llamé a papá, no quiero que vaya a preocuparse y mucho menos que arme un escándalo.

— Mi amor que te parece si caminamos un momento cerca del mar.

— Eres genial Jackson.

Otra realidad en la imaginaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora