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Tomados de la mano caminamos sobre la arena descalzos, el frío viento juega con mi cabello y las fuertes olas logran mojarnos un poco. La naturaleza es el escenario perfecto y sé que Jackson ama esto. Nos detuvimos un momento, él me toma por la cintura y retira el cabello que cubre mi rostro, me acerca hacia él y nos besamos.

— Sascha mañana temprano partiremos a casa, así que aprovéchame lo más que puedas.

— Creo que no existe tiempo para aprovecharte Jackson porque siempre me quedo con sed de ti.

— Ahora tengo una poeta.

— Te hablo en serio, pero hay algo que me inquieta y siento que no puedo callar.

— ¿Qué sucede?

— ¿Por qué estaba Emily en tu cama?

— Sascha sé que ella no debió estar en mi habitación y mucho menos en mi cama, pero ella entró y ya sabes solo quería hablarme, solo quería cerrar ese capítulo por completo pero de haber sabido que irías no hubiese permitido esto perdóname.

— Solo espero Jackson no encontrarte nuevamente con Emily en tu cama porque no existirán flores, poemas, ni cartas que logren que te perdone.

— Te lo prometo.

— Vamos a la habitación.

— Bien.

Subimos a la habitación sin enunciar una palabra, creo que no debí tocar este tema hoy pero sentía que si no lo hacía me ahogaría. Entramos y Jackson se coloca frente a mí, me abraza fuerte sin decir nada y yo solo lo acaricio suavemente con dulzura.

— Quiero que seas mía ahora.

— Jackson...

— ¡Shh!

El vestido que traía puesto ya está en el piso, no entiendo como lo hizo tan rápido, o no sé si es que este hombre me tiene hipnotizada. Quito su ropa lentamente mientras nos besamos, Jackson me levanta y me lleva a la cama, me recuesta despacio y suavemente desliza sobre mi cuerpo los pétalos de rosas. Los toma y los deja caer sobre mí, nuestras miradas se encuentran y jamás vuelven a perderse.

Jackson besa mis pies y lentamente continúa besando mis piernas subiendo poco a poco, su lengua explora cada parte de mi cuerpo sin prisa, se sube encima de mí y apoya con fuerzas mis brazos en la cama. Besa mi cuello despacio y ya mi cuerpo inicia a encenderse por completo, me suelta y baja hacia mis senos, su lengua rodea mis pezones haciendo que me retuerza y gima sin parar.

Su juego es perfecto pero a veces logra desesperarme con sus buenos trucos. Desliza sus manos delicadamente en mis entrepiernas mientras me besa con mucha pasión, lame mis labios una y otra vez como si fuese un perro sediento. Muy cerca de mi clítoris pasa sus manos sin tocarlo, solo quiere volverme loca y lo está logrando.

Estoy tan excitada que lo único que quiero es tener a Jackson dentro de mí, me toma por el cabello y me introduce el pene en la boca, lo lamo una y otra vez hasta hacerlo mojar. Me empuja hacia la cama y toma con fuerzas mis piernas, las separa y me besa el clítoris tan rico, no puedo parar de gritar su nombre. Lo tomo del cabello y lo pongo debajo de mí para hacer el facesitting, siempre me ha llamado la atención hasta que al fin es hora de hacerlo realidad.

No sé por qué esto me excita tanto sentir como él no puede respirar, dominar y humillar se siente genial. Jackson me mueve con fuerza y me pone boca arriba comiéndome de inmediato el clítoris hasta que logré llegar a un rico orgasmo, grite como si fuese la única persona que existiera en este hotel, fue demasiado bueno para guardármelo.

Aun Jackson sigue pasando su lengua por mi clítoris.

— Cariño te estás alimentando.

— No quiero despegarme, pero sabes que me voy a vengar de lo que me hiciste.

— Ja,ja,ja, realmente lo disfruté.

— Pues lo sé.

Jackson ordena que me hinque, sin perderlo de vista bajo despacio. Su mirada en estos momentos es muy penetrante. Entra su pene en mi boca de forma profunda, ya inició a probar su venganza.

Jackson me toma del cabello para evitar que me escape, su pene está casi en mi garganta pero lo que él no imagina es que lo estoy disfrutando. Minutos después lo retira y llega al orgasmo derramando su esperma en mi rostro.

Fui corriendo a ducharme casi no podía ver nada, rápidamente él vino por mí. Me levantó y me llevó nuevamente a la cama, inicia a besarme mientras me toca el clítoris y despacio introduce sus dedos en mi vagina. Estoy tan mojada, Jackson aprovecha y frota su pene contra mi clítoris, mis gemidos lo vuelven loco. Siento como empuja con suavidad su pene para penetrarme, mis manos acarician su espalda mientras me deleito observando sus movimientos.

Unimos nuestros pechos, me aferro fuerte a él, cada vez sus movimientos se intensifican más y más, nuestros gemidos se enlazan y juntos llegamos al orgasmo. Nos abrazamos y nos besamos mucho.

— Me encantó Jackson.

— Pues a mí más.

— Te quiero no lo olvides.

— Yo también te quiero amor, ahora descansemos para que mañana nuestros cuerpos tengan un poco de energía.

— Buenas noches amor.

— Descansa.

Otra realidad en la imaginaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora