5

22 4 0
                                    

Mamá está haciendo sus maletas, se irá unas semanas a Nueva York por cuestiones de trabajo.

— Sascha, necesito que vayas al supermercado por unas cosas.

— Está bien, dime que necesitas y voy.

— Te dejé el listado en la cocina.

Hoy pienso preparar la comida para invitar a Emma a almorzar y ponernos al día con las tareas de la universidad. Llego con las compras y me apodero de la cocina, llamo a Emma para comentarle sobre nuestra reunión, me confirma que le parece bien.

También debo escribirle a Carlos y a Luis, me ayudan mucho con las tareas y son de las pocas personas que he podido tratar en la universidad, son chicos geniales, sanos e inteligentes.

— Hija no podré almorzar en casa, debo hacer muchas diligencias, necesito que mantengan la cordura.

— Es en serio.

— Te conozco hija, nos vemos más tarde.

— Cuídate ma.

Aprovecho que mi madre no está para hablar con mi padre, ni siquiera abrí sus mensajes. Me comenta que está muy bien y hasta me confesó que está conociendo a alguien, eso me hace sentir feliz.

Emma está por llegar, preparo la mesa y rápidamente organizo un poco la casa.

Escucho la puerta, creo que ya llegó.

— ¡Amiga!, ¿Cómo estás?

— Entonces ya se te pasó el mal humor.

— No seas pendeja, dame de comer, muero de hambre.

Sin duda la amo. Almorzamos y hablamos muchas cosas antes de iniciar a estudiar, recogemos la mesa, luego lavamos la loza juntas para ir a mi habitación. Iniciamos con introducción a la Economía y todo marcha bien. Después de leer algunos folletos e investigar arduamente en internet hemos terminado con todo, pero nos tardó algunas horas.

Decidimos ver una película de comedia mientras tomamos unas cervezas, al mismo tiempo compartimos nuestros deseos y planes futuros.

— Oye no me contaste como te fue con Marcos.

— Pues muy bien, fuimos a cenar y, ¿adivina qué?

— Ja, ja, ja, no quiero decirlo.

— Me masturbo en el restaurante y fue genial.

— Lo sabía. Quiero ver las fotos que se tomaron.

— Deléitate amiga, pasaré a tu baño.

Las fotos quedaron muy bonitas y se ven súper felices, me alegro por ella.

— Amiga lo siento pero estoy tan casada me iré a casa.

— Está bien no hay problema, seguimos hablando por teléfono.

— Gracias por todo.

— Cuídate mucho.

Hoy Jackson no me ha escrito, tampoco lo haré yo aunque muera por saber de él. Mi madre acaba de llegar y papá está con ella.

— ¡Papá! ¿Qué haces aquí?

— Hola mi niña hermosa, quiero cenar contigo.

— Pues pidamos pizza porque estoy agotada.

— Está bien hija.

Sé que está aquí porque mamá le contó sobre su viaje, tal vez quiere despedirse aunque no lo quiera admitir. El repartidor de pizza llegó y está súper guapo, le pago con una sonrisa toda embobada y creo que hasta se dio cuenta que le estoy coqueteando. Cenamos los tres y vimos una película como una familia normal, a las 12 a.m. papá se marcha y luego mi madre y yo nos fuimos a dormir.

Son las 7 a.m. y ya estoy en pie, muerta de sueño pero debo sacar energías porque hoy tengo universidad y debo presentar un trabajo muy importante. Cuando entro a la estación del metro encuentro a Jackson en la entrada, nos saludamos con un abrazo y su aspecto no se encuentra muy bien.

— Jackson que rayos te ocurre, no te ves bien.

— Rompí con Emily, y estoy muy estresado y loco.

— Cuanto lo siento Jackson, de verdad. Ando con mucha prisa ahora porque tengo clases, si quieres podemos cenar juntos esta noche o ir al cine para que te distraigas y sueltes todo lo que tienes guardado.

— Perfecto sin duda eres la mejor.

— Te quiero amor.

— Yo más Sascha.

No me alegro de lo que está pasando Jackson en estos momentos pero es un punto a mi favor hasta ahora, además nunca me agrado esa chica para él.

Entro al salón de clases y los chicos están reunidos.

— ¡Hola! Sascha, al fin llegas temprano.

— No seas idiota Carlos.

— Es la realidad.

— ¿Dónde está Emma?

— Luis dijo que la vio hace unos minutos en la cafetería.

Presentamos nuestro proyecto y a la maestra le encantó, mi grupo obtuvo la nota más alta. Después de clases fuimos los cuatro a un bar cerca de la universidad, tomamos unas cervezas para celebrar, nos hicimos muchas fotos algo locas. Acabo de recordar mi cita con Jackson y decido irme a casa para prepararme con tiempo, me despido de los chicos y me voy a casa.

Mi madre no se encuentra en casa, esto del viaje la tiene fuera de control, no sé qué tanto hace por ahí, pero mejor me preparo rápido antes que llegue. Llamo a Jackson para confirmar si todo sigue en pie, lo escucho más animado, y en una hora pasará por mí.

Otra realidad en la imaginaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora