Capitulo 5

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- Hace días te estamos buscando.

- ¡Ella es una de los seis!

Escuché a Michael gritar a mi lado haciéndome asustar.

- ¡Cállate!

Le dije en un susurro casi inaudible. Ella alzo una ceja y miro a mi lado.

- ¿Con quien hablas?

Apreté mis labios y negué mirándola.

- ¿Que haces aquí?

- toque en la banda de hace un rato... te vi y no creí que fueras tú pero luego recordé que la primera vez que nos vimos tuve un flash con tu rostro.

Suspire y fui hacia mi casillero.

- Dijiste "te estábamos buscando"¿tu y quien más?

Ella se dio vuelta permitiéndome cambiar.

- Quiero privacidad. - digo para Michael-

Él rie y asiente saliendo del lugar.

- Esta bien, prometo no ver nada.

Contestó pensando que mis palabras iban dirigidas hacia ella.

Sonreí y comencé a cambiarme sin importarme mucho si me viera o no.

- estamos cuatro... -dijo mirando a un punto fijo- sólo faltas tú y el otro chico, ¿Saturno?

Comenzó a voltear lentamente hacia mi y al ver que ya estaba cambiado se acomodo mirándome.

Asenti ante su pregunta.

- Ya puedes ver. - sonreí  sarcasticamente y me senté en la banca mirandola- y dime... ¿todos tienen cosas especiales?

Dije con miedo a su respuesta. Miedo a que no sepa de que estoy hablando y darme cuenta de que el único raro soy yo.

- Por supuesto. Por eso nos unimos.

Alcé ambas cejas sorprendido y luego miré como Michael volvía a entrar al lugar y miraba detalladamente a la chica enfrente mío.

Sonreí al ver la seña que hizo indicando que le agraba. 

- ¿Y a ti te tocó distraerte fácil?

Cuando habló volví mi mirada a ella rápidamente y negué varias veces.

- Leer mentes...

- ¡Que genial!

Me interrumpió y yo alcé una mano hacia ella.

- Y ver a los muertos.

Al escucharme abrió los ojos mucho más que antes y suspiró.

- Bueno... eso es genial, de todas formas.

Note como se puso rígida y comenzó a mirar hacia todos lados.

- ¿Hay algún muerto cerca mío?

Note a Michael reír y asintió.

- Si, es un chico que me estuvo ayudando estos días.

Se quedó estática en su lugar y trató de fingir que no la alterava, pero yo sabía la verdad.

- Y dime, ¿a ti que te tocó?

Ella miro para ambos lados y luego elevo su mano. Esta comenzó a vibrar y de pronto se movía a una velocidad impresionante.

- ¿Velocidad?

Pregunte con emoción y ella asintió sonriendo.

- En realidad sería algo así como los sentidos agudizados.

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