Escala Al Sol

Capitulo 8

Saturno.

Camino disimuladamente entre la gente que el día de hoy anda por el gran banco. Controlo mis nervios sin problemas y conecto mirada con Venus quien se encuentra al otro lado del banco en un cajero automáticos.

- ¿Me escuchas?

Pregunto en un susurro manteniendo mi vista en un periódico que cubría mi rostro. La miro y ella asiente.

Bien. Por ahora todo marcha según el plan. Miro como Mercurio se acerca a una cajera quien al verlo sonríe embobadada, río ante aquello y ahora mi vista va hacia Marte quien al ver aquella escena rueda los ojos.

Alguien parece estar celosa.

- Yo creo que quiere matar a la castaña. -Júpiter se acerco a mi y se sienta en una silla de espera. -

- Hasta más que eso...

- Sucede que, ¿Quién le diría que no a Mercurio?

Ahora Tierra se acerca a mi y se sienta al lado de Júpiter.

Asiento al oír sus palabras sabiendo que era cierto, Mercurio tiene ese toque de ternura que le suma demasiado. El rubio podría tener a quien quiera.

- Venus acaba de decir que porque no dejamos de hablar idioteces.

Río ante las palabras de Júpiter y voy hacia Venus quien al verme frunce el ceño.

¿La morenita no esperaba que me acercara a ella?

Pero algo interrumpe mi caminata, tres tiros al aire retumban en los oídos de todos y seguido el lugar se vuelve un caos. Gente corre de un lado al otro, pero caen al suelo ante el grito de uno de los asaltantes.

Conecto mirada con Tierra y ella me guiña un ojo para luego echarse al suelo al igual que el resto.

- ¡Todos callados hasta que nosotros salgamos de aquí!

Grita el encapuchado con un calibre 38 en su mano izquierda.

Tres son los asaltantes, al igual que los disparos. Se mueven con seguridad y escucho las amenazas que le dan a los cajeros.

Sonrio inconcientemente al saber que es lo que iba a ocurrir.
Uno de los asaltantes llega a donde se encuentra Mercurio haciéndose pasar por un cajero y es ahí cuando Venus da una corrida rápida hacia el piso de arriba sin que ninguno lo note.

- No querrás hacer eso.

La voz de Mercurio llamó la atención de todos los que estábamos aquí.

- ¿Acaso te dije que hables?

Le gritó uno mientras freno su actividad simplemente para demostrar que nadie le quitaría autoridad.

Pfff ridículo.

- Sólo le advierto, señor.

Él rió falsamente para luego elevar su arma y apuntarle a Mercurio.

- Vamos a ver, ¿Quién te crees tu, rubiesito?

Marte me miró y yo solo pude mirarla y aunque no se diera cuenta por mis lentes, trataba de expresarle tranquilidad.

Los otros dos asaltantes sin prestarle atención a su compañero seguían saqueando las cajas con billetes dentro. Son algo idiotas a decir verdad, y se nota que no tienen experiencia, ya que apenas comenzaron a sonar las sirenas de policía fuera del banco, comenzaron a colocarse nerviosos y a moverse torpemente.

- ¿Tu haz tocado la alarma?

Mercurio rió en su cara para luego negar.

- ¿Esa es un arma de juguete?